Un juez de Madrid sentencia que una niña estudie religión católica

Sus progenitores están divorciados y el juzgado de Familia ha dado la razón a la madre, que quería que continuara cursando esta asignatura.

Según la sentencia del juez, «no cabe considerar que la educación religiosa católica que reciba la niña en su centro escolar vaya a alterar negativamente su formación integral». Este es uno de los fundamentos jurídicos que ha utilizado el juez de Familia del número 23 de Madrid para dictar la sentencia.

El juez autoriza a la una menor de cinco años la asistencia a clases de religión a petición de la madre y en contra del criterio del padre. Los progenitores están divorciados y ante el desacuerdo en este aspecto educativo de la hija ha tenido que ser el magistrado el encargado de tomar una decisión.

La niña está escolarizada en un colegio privado de Madrid, en un centro laico. Según la versión del padre, su ex mujer la matriculó unilateralmente y a escondidas en clase de religión.

Estalla el conflicto y el juez de Familia resuelve que no es perjudicial ni contraproducente para la menor que la madre, que es además la que cuida a la pequeña, opte por inculcarle sus creencias religiosas. El padre, que ve vulnerado su derecho a elegir los valores educativos para su hija, recurrirá la sentencia y amenaza incluso con llegar, si es preciso, al Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo.