La
comunión anglicana no está al borde del cisma, según ha afirmado el obispo Carlos López Lozano de la
Iglesia Episcopal Reformada Española (miembro de la Comunión Anglicana), por las disputas entre los sectores liberales y conservadores, tal y como se ha apuntado por parte de algunos medios durante los últimos meses.
De esta manera, López considera que el hecho de que algunos obispos, sobre todo africanos, hayan rehusado reunirse en la próxima
conferencia de Lambeth se debe entender cómo “una muestra de enfado” por la participación de obispos norteamericanos liberales con la práctica homosexual, pero no como un paso para desvincularse del anglicanismo.
La conferencia de Lambeth, que se celebra entre el 16 de julio y 3 de agosto de este año y la convoca cada diez años el
http://www.archbishopofcanterbury.org/>arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, es una reunión fraternal para tratar temas generales de la comunión, pero cuyas decisiones no son vinculantes. Según López, lo que está ocurriendo es que “hay diferencias internas que se están discutiendo en público” y que los grupos liberales con la homosexualidad “aunque son pequeños” tiene la capacidad “de hacer mucho ruido”.
La gota que colmó el vaso de las disputas entre los diferentes sectores del anglicanismo fue la consagración del obispo Gene Robinson, reconocido homosexual, en la
Iglesia Episcopal de los Estados Unidos, rama anglicana en el país norteamericano, en el 2003. Desde los sectores más tradicionales de la comunión, que tiene unos 70 millones de miembros según sus propias fuentes, se considera que esa es una actitud que está en contra de la enseñanza bíblica. Desde aquella fecha, la división se ha ido acentuando después que algunos obispos norteamericanos accedieran a bendecir las uniones de personas de un mismo sexo.
El obispo López, que ha confirmado su asistencia a Lambeth, también se ha mostrado contrario a esta práctica porque “el episcopado requiere personas que sean irreprochables en toda su manera de vivir”. Quien no irá será el arzobispo de Uganda, Luke Orombi, que ha aclarado que su decisión de no acudir a la conferencia que convoca el arzobispo de Canterbury es para mostrar públicamente que este es un asunto muy serio para ellos. Además, estos obispos también han decidido reunirse de forma independiente en una conferencia paralela del sector más tradicional anglicano en Jerusalén.
EL “PACTO ANGLICANO”
Para tratar de resolver estas disputas en el futuro, los obispos y arzobispos de la Iglesia Anglicana liderados por Rowan Williams quieren consensuar un documento llamado Pacto Anglicano, que habría de definir los elementos esenciales de unidad dentro de la comunión. De esta manera, se evitaría que desde algún sector del anglicanismo se tomaran decisiones unilaterales que afectaran a la unidad de las iglesias por diferencias como las que actualmente se están viviendo. Además, se confía que este sea una buena base para reparar las relaciones que se han visto gravemente dañadas durante los últimos años.
Mientras llega dicho pacto, en los Estados Unidos y en Canadá siguen habiendo iglesias que deciden abandonar el anglicanismo oficial y unirse a grupos ortodoxos por el rumbo liberal que ha tomado este sector del anglicanismo. Un ejemplo de esto es la diócesis de Niágara, donde tres iglesias decidieron desvincularse de la Iglesia Anglicana del Canadá durante el mes de febrero, que se unen a otras quince que ya habían dado ese paso anteriormente. Este hecho está llevando a las congregaciones escindidas y la Iglesia Anglicana a disputas sobre las instalaciones y templos, ya que técnicamente son propiedad del anglicanismo oficial, a pesar de haberse desvinculado la iglesia local de este.
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