La pastora Asun Quintana, en «Mujer Hoy» junto a Merkel, Fdez. de la Vega y Ana Pastor

En el nuevo portal online de la revista “Mujer Hoy”, el suplemento femenino de los diarios de Vocento y una de las revistas de la mujer más leída de España, podemos leer una entrevista hecha a Asun Quintana, la pastora de la iglesia de Asamblea Cristiana en Madrid.

Esta tinerfeña es desde 2003 pastora de la Iglesia Evangélica Asamblea Cristiana, que existe en nuestro país desde 1978. Actualmente ejerce su pastorado en el barrio madrileño de Vallecas, para lo que fue votada por unanimidad por los fieles de su iglesia. No sólo ocupa un puesto impensable para la tradicional Iglesia Católica, también fue la primera mujer ordenada pastora en su propio movimiento, Asamblea Cristiana.

En la entrevista, Quintana explica que el ser guía de una iglesia jamás estuvo en su mente ni en sus planes años atrás pero reconoce que, después haber preparado oposiciones a cátedra y haberse casado, tanto ella como su marido, compartían cierta intranquilidad: “ambos coincidíamos en nuestra inquietud por encontrar algo, llenar un vacío”. Esa inquietud les llevó al encuentro de una persona que les dio un mensaje que les cautivó, “un amigo nos habló de Jesús de una manera que no habíamos escuchado hasta entonces (…) revolucionó mi vida por completo” –explica convencida.

Asun Quintana reconoce que no fue una religión lo que le atrajo: “Yo no sabía ni que aquel amigo era protestante, tan sólo que aquello que me hablaba y lo que leíamos en la Biblia me llenaba”.

LA FE Y EL LLAMAMIENTO
“Mi conversión al cristianismo auténtico fue en el año 79. Me bauticé. Transcurrieron 15 años de mucho trabajo, como voluntaria en un Centro de ayuda social, junto con mi marido”. En ese centro Asun trabajó duro y también recibió sus primeras clases de teología, griego y comunicación por parte del Seminario Teológico Bautista de Madrid y en el Instituto bíblico Europeo.

En 1995, ella y su marido empezaron a trabajar en el movimiento Asamblea Cristiana, que cuenta con más de una decena de iglesias en España, un centro de rehabilitación y una escuela bíblica. “Realmente yo nunca, jamás, pensé, ni se me pasó por la cabeza que algún día podría llegar a ser pastora” –confiesa Quintana. Pero así fue, por unas circunstancias de cambio en su iglesia la situaron casi de forma imprevista y natural en la labor de pastorado de la congregación; congregación que más tarde reconocería su trabajo y la propondría como pastora, siendo ordenada como tal el 8 de diciembre de 2001.

La tarea pastoral no es una tarea sencilla, y Quintana reconoce que ha tenido que superar algunas dificultades: “Dentro del ámbito protestante, aunque la mayoría aceptan la posición de autoridad de la mujer, el pastorado u otros ministerios, también hay sectores que no lo aceptan”, por otra parte, también reconoce que, de cara hacia la sociedad, los prejuicios no vienen por ser mujer-pastora sino por creer en una religión diferente a la católica: “Parece que en España todo lo que no es católico entra en el mismo saco de sospechoso o de secta rara” –y continúa- “sigue habiendo mucha ignorancia en cuanto a lo que somos los protestantes”.

También explica lo importante de su labor: “trabajar con la vida y el alma de las personas es algo muy serio y para mi de mucha responsabilidad”. La pastora también predica en su iglesia cada domingo, da estudios bíblicos e intenta resolver los conflictos que puedan surgir en la congregación.

LA VIDA DE PASTORA
En ocasiones, y por desgracia, se ha relacionado la dedicación a Dios con la falta de dedicación a la familia y al matrimonio, parece que, en el caso de Asun estos conceptos no tienen por qué tomar ese tipo relación: “Me dedico al 120% al ministerio pastoral, y eso que tengo tres hijos, una casada (25 años), otra de 22 en casa y un chaval de 15. También tengo un nieto de 22 meses al que ayudo a cuidar”.

Quintana afirma que “la faceta de madre es importantísima”. “Creo en la educación como medio para los cambios; así que tengo que hacer el pino y poner espaguetis muchos días. Me falta tiempo para poder hacer todo lo que quisiera”. Pero lo cierto es, que también dedica parte de su tiempo a la revista Protestante Digital como miembro del Consejo de Redacción.

En la vida del pastorado siempre es necesario cierta renuncia y no siempre es fácil la aceptación de esta por parte de las personas más cercanas, aún así, puede ser de mucho ánimo el tener una persona al lado que entienda y apoye una labor de este tipo. “Mi marido siempre me ha animado a ir hacia delante. Los dos nos respetamos absolutamente en nuestras profesiones, los dos somos muy trabajadores; el trabajo de casa recae sobre mí, pero por costumbre, por eficacia, pero en el tema de los hijos nos implicamos los dos y negociamos para intentar estar siempre uno en casa. Mis hijos lo han aceptado muy bien. Se quejan a veces de que el pastorado les quita a su madre, pero son bastante independientes, excepto el adolescente que es ahora mismo el que más me necesita”.

LA MUJER Y LA IGLESIA
Para Asun es importante considerar el ejemplo de Jesús y su trato con las mujeres de su época: “Jesús hizo con las mujeres lo que nadie ha hecho jamás. Fue maestro de ellas en una época en que estaba prohibido enseñarles, fue su amigo: amigo de María Magdalena, amigo de María y Marta, amigo de la samaritana.... amigo de la adúltera que iban a apedrear... Jesús devolvió a la mujer la dignidad que durante tantos años se nos ha quitado. Se saltó la religión y las normas de su época, rompió con todo. Y era Dios. Y en el Nuevo Testamento aparecen mujeres colaborando con Pablo, discipulando, enseñando, predicando y profetizando”.

CONVIVENCIA O PROBLEMAS ENTRE RELIGIONES
Asun Quintana explica como ve la situación actual de convivencia entre las distintas religiones que hay en el país: “A nivel social, de la gente de a pie, hay buen ambiente y creo que bastante tolerancia de las diferentes religiones, precisamente por influencia de la inmigración. Creo que se acepta al diferente bastante mejor que hace unos años. Aunque más que respeto yo creo que es en parte indiferencia. Es un "mientras no nos molesten ni nos quiten trabajo, que crean en lo que quieran". Otra cosa es a nivel de jerarquía. En este sentido la Iglesia Católica sigue defendiendo un monopolio religioso. Ella es “la” Iglesia, y se muestra permisiva más que convivir con el resto de creencias o religiones”.

MULTIMEDIA: ANOREXIA ESPIRITUAL
Pueden escuchar aquí una entrevista a Asun Quintana, en la que además trata su próxima conferencia en el encuentro de mujeres bautistas sobre la “Anorexia espiritual” (audio, 6 Mb).

En esta ponencia, Quintana establece que existe un gran paralelismo en muchos aspectos entre el mal de la anorexia física y la “inapetencia espiritual” de nuestra sociedad e incluso de nuestras iglesias.