El pasado día 12 de febrero, en una rueda de prensa, el Observatorio Cívico Independiente (OCI), constituido como un grupo de trabajo autónomo pero vinculado a la Alianza Evangélica Española (AEE), presentó su primer informe sobre «Libertad e igualdad religiosa y de conciencia en España 2006». La FEREDE (Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España) ha hecho pública una nota informativa, en la que expresa su opinión sobre el mismo, que es recogida en esta noticia junto con la respuesta de Manuel Suárez (Vicepresidente del OCI).
Los objetivos del OCI, se resumen en «lograr una mayor participación y profundización de la ciudadanía en las instituciones democráticas para evitar el anquilosamiento de la democracia». El OCI es un grupo de trabajo formado por personas a título individual, aunque está auspiciado por la Alianza Evangélica Española (AEE).
Por ello, hace sus informes anuales "sin que su contenido suponga la opinión de la AEE", explica su Vicepresidente. De hecho, dice Manuel Suárez, el año próximo ya se ha anunciado un informe sobre la Sanidad española, algo que indudablemente nada tiene que ver con la AEE ni con los evangélicos desde el punto de vista confesional, aunque sí supondrá (como el de este año) una opinión evangélica realizada por expertos sobre la actuación política en determinados campos. Por ello, la expresión que tiene la noticia de FEREDE «La Alianza Evangélica Española (AEE) presenta un informe sobre libertad religiosa a través de su Observatorio Cívico (OCI)» es incorrecta a juicio de Manuel Suárez.
Otra cuestión importante a señalar, dice Suárez, es que este informe no es un análisis de la realidad evangélica. El propio concepto del OCI, opina Manuel Suárez, es una opinión sobre el conjunto de la sociedad, así que el recién presentado informe de 2006 sobre "Libertad religiosa y de conciencia en España" no es un análisis de la confesión evangélica, "sino del conjunto de las confesiones y de la sociedad, tanto agnóstica o atea como creyentes en cualquier religión, aunque con indudable atención a aquellas que tienen acuerdos con el Estado: católicos, evangélicos, islámicos y judíos".
LA REACCIÓN DE FEREDE
La FEREDE tiene dos líneas argumentales básicas en su información. Por una parte, entiende que el informe contiene aspectos positivos, aunque -dice- "en buena medida forman parte de las conquistas y reivindicaciones que el conjunto del protestantismo español viene defendiendo desde hace 50 años".
Nada dice de muchos aspectos novedosos que se incluyen en las 14 propuestas finales, aplicables a toda la sociedad española. Por ejemplo, la necesidad de que el Gobierno español incluya la libertad religiosa en su actividad de defensa internacional de los derechos humanos, incluyendo países de la Unión Europea como Chipre. Por ejemplo, su preocupación por una línea de pensamiento en el PSOE que pretende imponer una moral única en la actuación política, y en concreto en la asignatura de "Educación para la ciudadanía". Por ejemplo, incentivar las desgravaciones a las personas en el IRPF en sus aportaciones personales a las entidades o confesiones religiosas, frente a la opción de dar dinero directamente a las grandes instituciones religiosas.
FEREDE Y LOS ASPECTOS ECONÓMICOS DEL INFORME
Pero el punto que ha originado más reacciones en la nota de FEREDE es la relacionada con los aspectos económicos. Entiende la FEREDE que se habla de "Federaciones peligrosas", cuando el Comunicado del OCI sólo trata de "peligros potenciales", de los que nadie está excluido, ni siquiera el propio Gobierno (sin que lógicamente se diga que el Gobierno es peligroso).
El llamado “peligro potencial” que ha preocupado a FEREDE es la frase que expone que se debe “primar el apoyo a los proyectos socio-culturales frente al refuerzo institucional de las federaciones representativas, que conlleva el peligro potencial de crear entidades económicamente poderosas y una jerarquía artificial que no responda a los intereses de los grupos de base de las diferentes confesiones y al fin que realmente se pretende: normalizar el hecho religioso y la presencia social real en normalidad de las diversas creencias”.
Esto, por ejemplo, es aplicable a la Iglesia Católica en España, y supone simplemente el deseo de primar la ayuda a quienes realizan el trabajo “a pie de calle”, las entidades locales, que si se ven fortalecidas crearán entidades representativas fuertes (y no a la inversa). Un concepto muy protestante en cuanto al énfasis en lo local antes que en lo jerárquico e institucional, aplicado a todas las confesiones y creencias (y no exclusivamente a una de ellas).
La FEREDE entiende que avisar de estos peligros potenciales (a todas las creencias) es una falta de confianza en FEREDE. Sin embargo, Manuel Suárez, preguntado por ACPress, responde que la FEREDE "tiene y siempre ha tenido el reconocimiento y apoyo del OCI en su papel de negociadora del Estado, y entendemos que nuestra aportación como OCI es para el conjunto de la sociedad, esperando que la FEREDE sepa aprovechar aquello que de positivo entienda que existe en nuestro trabajo, de la misma forma que así lo han entendido muchas personas de todas las creencias que nos han mostrado su apoyo por el conjunto de nuestro informe, entendiendo siempre que nadie puede estar de acuerdo en todo".
Recalca Manuel Suárez que el OCI es una aportación en la línea de pensamiento protestante internacional, en la que las personas controlan y aportan su postura a las instituciones democráticas, desde el Gobierno hasta los partidos políticos o cualquier otra institución que trabaje en la sociedad.
MULTIMEDIA
Pueden leer la noticia de la Rueda de prensa del OCI pulsando
AQUÍ.
Pueden escuchar íntegra la Rueda de prensa pulsando
AQUÍ (audio, 9 Mb).
Pueden leer el informe completo del OCI (en pdf) sobre "Libertad religiosa y de conciencia en España"
AQUÍ.
Pueden leer la nota de FEREDE completa
AQUÍ.
Si quieres comentar o