La Iglesia mormona y los Testigos de Jehová no pagarán impuestos

En esencia, los beneficios de los que gozan las cuatro religiones llamadas de notorio arraigo son las exenciones fiscales, las subvenciones estatales, la presencia de profesores de religión en la escuela pública o de capellanes en las cárceles y los hospitales, así como la validez civil de los matrimonios celebrados en sus templos.

Para acceder a ese maná, las miles de confesiones religiosas existentes en España tienen que lograr la denominación de notorio arraigo, un término que, para los líderes de las confesiones minoritarias, es "vago y ambiguo". Para conseguirlo, el Gobierno exige un determinado número de fieles, implantación en el país y representatividad social.

TESTIGOS DE JEHOVÁ Y MORMONES
"Criterios ambiguos, porque los judíos llevan tiempo en España, pero no son más que unos 10.000", explica el portavoz de los testigos de Jehová, Aníbal Matos. Ellos, en cambio, son unos 200.000, están presentes desde 1915 y, sin embargo, no podrán entrar en el selecto club hasta dentro de unos meses. Los que ya lo consiguieron son los mormones, que llegaron a nuestro país en 1968 y cuentan con 40.000 fieles.

Los que ya lo consiguieron son los Mormones, que están presentes en España desde 1968 y cuentan con 40.000 fieles. "Pedimos y conseguimos lo que tienen los demás: exención del IBI en los templos, deducciones fiscales para nuestros miembros o validez civil de los matrimonios celebrados por nuestros ministros", explica el portavoz en España, Bonifacio López.

Tanto los Mormones como los Testigos también quieren que sus profesores puedan acceder a la escuela pública. Y lo podrán conseguir siempre que en un centro escolar se concentre un determinado número de alumnos de su religión. En cambio, ambas confesiones rechazan recibir dinero o subvenciones de las arcas públicas. "Por una cuestión de principios, para ser absolutamente independientes", dice Bonifacio López.

"¿Por qué los Mormones sí y nosotros no?", se preguntan los Testigos de Jehová y, con ellos, todas las demás confesiones religiosas minoritarias. Desde los Baha'is a la Iglesia de la Cinesiología. Como explica el portavoz de los Testigos, "la obtención del notorio arraigo no sólo da acceso a beneficios, sino que representa, además, un aval o un marchamo de legitimidad ante la sociedad".

Porque, como reconocen los Mormones, "la sociedad nos sigue considerando una secta". Y a los Testigos, también. A los primeros porque la gente cree que siguen profesando la poligamia. Y a los segundos, porque se niegan a recibir transfusiones de sangre incluso en peligro de muerte.

LOS CATÓLICOS, MÁS IGUALES QUE EL RESTO
Por el contrario, el cardenal español Julián Herranz, presidente del Consejo Pontificio para los Textos Legislativos del Vaticano, pide un tratamiento diferenciado para la religión más arraigada. El miembro del Opus Dei advirtió ayer de que en España "no sería justo" llegar a una "nivelación jurídica" entre las religiones, poniendo a la Iglesia católica al mismo nivel que otra comunidad religiosa o secta, informa Efe.