Protestantes y Memoria histórica

De hecho, ya la IEE (Iglesia Evangélica Española, metodista- presbiteriana) se ha manifestado públicamente en favor de la Ley. Esto ha suscitado apoyos y críticas, como siempre que algo de trascendencia se mueve en la esfera pública. No vamos a entrar a analizar su postura concreta, ni si es más adecuado que sea una Iglesia o sean los ciudadanos de esa iglesia los que se manifiesten en este sentido; sino algunos aspectos de la Ley de Memoria Histórica.

Por un lado, están los motivos. Sin duda una Ley así, si naciera o se desarrollara desde el rencor o de la revancha tendría matices negativos. Es difícil hacer objetiva esa percepción, ya que cuando hay dolor en el recuerdo y en el alma es difícil separar el sufrimiento de las reacciones negativas que desencadena, distinguir la sed de justicia de la venganza.

Por otra parte, está la suspicacia de que sea utilizada políticamente. Creemos que esto siempre es posible, pero si por esta razón se paralizase la actividad política, habría que “reiniciarla” todos los días, como a los ordenadores.

También hay quienes dan importancia a la posible situación de conflicto social que puede originar la propia Ley, originando en vez de una herida sanada una sutura infectada de nuevos sentimientos negativos.

No obstante todo lo anterior, lo que es necesario decir ante esta propuesta de Ley es que los protestantes fuimos masacrados por la dictadura franquista. El pastor salmantino Atilano Coco, fusilado a pesar de la intervención de su amigo Miguel de Unamuno, es la muestra de muchos otros protestantes españoles también asesinados, encarcelados, torturados, expropiados, perseguidos, amenazados, privados de sus derechos y libertades por la bota del Caudillo, que se posó sobre “rojos, masones y protestantes”.

Y lo decimos sin rencor alguno, aunque con dolor pensando en amigos y hermanos en la fe que lo sufrieron ellos mismos o en sus familias. Y hablamos sin ningún interés político, a favor o en contra de nadie.

Expresamos esta injusticia sabiendo que nunca ha sido siquiera reconocida públicamente (y la situación del franquismo no fue nada comparada con la Inquisición, la Contrareforma y sus secuelas históricas).

Desde luego no queremos que se encrespen los ánimos, acusándonos de provocar malos sentimientos, cuando hemos sufrido en silencio durante siglos. Es cierto que ha habido recientemente condecoraciones personales (José Cardona, Elfriede Fliedner) que agradecemos, pero nunca un acto de auténtico reconocimiento y dessgravio por el enorme daño que se ha hecho a los protestantes españoles.

Y si lo ha hecho, por ejemplo, la Casa Real española con los judíos por su expulsión de España. Y con los musulmanes. ¿Cuándo con los protestantes españoles?

Se llame Ley de Memoria histórica o Encuentro de perdón y reconciliación, o un simple acto simbólico que pida perdón, es una enorme deuda de la sociedad española con los protestantes ¿se saldará algún día?