135 voces poéticas se unen contra la violencia hacia la mujer

Con motivo del Día Internacional contra la violencia hacia la mujer que se conmemora este próximo 25 de noviembre, poetas de todo el mundo se han reunido para unir sus versos clamando por igualdad, derechos, justicia para la mujer.

En la antología “No resignación”, coordinada por Alfredo Pérez Alencart, participan hombres y mujeres, algo de lo que el poeta hispano-peruano afincado en Salamanca dice sentir especial satisfacción. La colección de poemas se distribuye de forma gratuita por la red -aquí- y, tras lanzarse hace unos días, ya está circulando por todo el mundo con un amplio impacto mediático.

Alfredo Pérez Alencart, colaborador habitual de Protestante Digital, cree que “ya es hora de dejarnos del silencio cómplice para clamar”.

P. ¿Cómo surge esta iniciativa?

R. Es especial y es difícil, porque puede caer en el panfleto. Es complicado en la poesía lírica, en la que tiene una vocación de perdurar, es difícil conseguir que tantos poetas hayan querido tocar este tema. Es más fácil que las mujeres se entreguen a esta temática, pero en esta antología hay casi paridad, lo que es uno de los motivos que más me satisfacen. Eso indica que vamos avanzando en esto de estar en contra de la violencia hacia la mujer.

P. ¿Has contado con el apoyo del Ayuntamiento de Salamanca?

R. Sí, y lo que puedo hacer de bueno siempre es en el ámbito de la poesía. Lo han impulsado mejor de lo esperado, y para ellos el resultado no era ni de lejos el soñado.

P. Participan personas de diferentes lugares y culturas, lo que muestra cómo es un tema que está afectando a las mujeres en todo el mundo

R. Estamos ante una pandemia global. Cada vez es mayor. En las últimas décadas vemos que se ha acelerado esta situación, a la par que han mejorado los derechos y estamos por la igualdad. Por ejemplo, hay tres poetas de la India, y sus poemas son desgarradores. Al margen de la lírica, también está el día a día que vive cada quién. Hay poetas de cada lugar del planeta. Ha sido complejo, pero satisfactorio también porque cada poeta ha escrito específicamente para esta antología. Y es algo que parte de lo local, de Salamanca, pero se extiende a todo el mundo. El mundo poético ha aceptado esta convocatoria para ser, nuevamente, gracias a las redes sociales e internet, que se difunda por todo el mundo.

P. ¿Habéis puesto énfasis en esta edición digital para llegar más lejos?

La antología cuenta con diseño de portada e ilustraciones de Miguel Elías.

R. Se han publicado unos 2.000 ejemplares en papel, pero también una de las motivaciones que me impulsaron al encargo es que iba a ser una edición que se podría distribuir por todo el mundo. A veces los libros, hermosos y fabulosos, quedan constreñidos a un ámbito reducido, por los costes. Sin embargo la edición digital permite que el libro esté en Australia y en Tierra del Fuego. No es un decir: hay una profesora argentina en Australia que sabemos que está difundiendo el libro, y también sabemos de un poeta evangélico en Tierra del Fuego que también está haciendo esto mismo en su tierra. Por todo el mundo se está difundiendo la antología.

P. El título de la antología, “No resignación”, ¿quiere evitar la frustración que produce ver que se siguen produciendo patrones de violencia, a pesar de los avances en derechos que mencionabas antes?

R. El título surge de un poema que escribí hace algún tiempo. Allí expreso que ya es hora de dejarnos del silencio cómplice para clamar. Pero ¿sabes? El mundo, sin embargo, está al revés, para bien de todos. En algún periódico digital, alguien, siempre desde el anonimato, me acusaba de ser cómplice de estas mujeres que más bien matan a los hombres. Ahora las que antes tenían que guardar silencio tienen la cabeza bien alta y los otros empiezan a quejarse y hablar desde el anonimato contra aquellos que apoyan a las mujeres.

P. Sabemos que la fe en Dios, que compartís algunos de los autores, tiene algo importante que aportar en este tema. ¿Está presente en la antología?

P. Si somos seguidores de la Palabra, si realmente creemos en una plena igualdad, que ya no somos ni judíos ni griegos por un lado en el tema de la extranjería, y si atendemos sobre todo a ese plano de igualdad que Dios tiene para sus criaturas y en especial para sus hijos, realmente tenemos no solo que clamar, sino estar en la vanguardia para defender a las mujeres. Pero no sólo en los tópicos o en lo sangriento que surge cada vez que vemos las noticias y nos lacera, sino también en contra de todo tipo de discriminación. En eso tenemos que empezar, y es un tema más de fondo, a reflexionar dentro de las iglesias, sobre el papel que le corresponde a la mujer.