El lenguaje poético fue vehículo de convivencia en Israel, durante el Festival Internacional Nisan de Poesía, que celebró su decimoquinta edición del 27 de abril al 1 de mayo.
La presencia en lengua castellana estuvo presente en el encuentro en la persona de
Alfredo Pérez Alencart. El poeta afincado en Salamanca, colaborador en Protestante Digital, ha contado a este medio acerca de su experiencia en el singular encuentro poético.
“Estar en una tierra que tan grandes poetas ha dado al mundo es un nutriente que
potencia el sentimiento y el pensamiento lírico de cualquiera que se estime aprendiz de poeta, como es mi caso”, dice Alfredo Pérez Alencart.
“La Biblia fue escrita, en su mayor parte, bajo el voltaje de un lenguaje poético imperecedero: Pienso en Isaías, en Salomón, Jeremías, Amós, David… Pienso y vibro recordando las parábolas del más grande Poeta-Profeta, de ese Jesús por cuya Nazareth recorrí sus pasos, veinte centurias después”, afirma el poeta. “Estar en esa cueva donde se refugiaban judíos y primeros cristianos, bajo lo que hoy es una sede de la Iglesia Ortodoxa Griega es, sin duda alguna, una experiencia invaluable”.
El encuentro poético daba
presencia a voces en varios idiomas y de diversas procedencias, ya que uno de sus objetivos es fomentar la paz y la coexistencia entre culturas y razas.
“Los días por Galilea serán imborrables, toda vez que pude apreciar distintas culturas que confluyen cuando se trata de dar voz a lo más profundo del ser humano, esa intimidad que potencia el amor, o también a paisajes y problemáticas sociales”, dice Alencart.
Allí pudo
compartir pasión por la letra y la vida con otros poetas, “como Beppe Costa, Igor Costanzo, Stefania Battistella, Gao Xing, Knut Odigard, Erwen Messmer, Erling Indreeide, Lina Umdrum, Murish Kabashi, Toril Wardenaar, Steinar Opstand, Barbara Pogacnik y los
jordanos Amal Al-Kurdi, Mohanmad Mousa y Hanna Salameh. Entre los
destacados poetas judíos me di un abrazo o saludé a Margalit Matitiahu, Hava Pinhas-Cohen, Miron Chaim Izakson, Ronny Someck, Haim Nagid, Hamutal Bar Yosef, Sulamit Levi, Rachelly Abraham-Eitan y Lilian Gouri. Finalmente, entre los
poetas árabes israelís pude escuchar a Kamal Shini, Munir Khair, Iam Abu Zalaf, Walid Hadifi, Wafaa Fadel, Gad Kinar, Turki Amer o Saed Abu Tabanja, entre otros”.
En total,
participaban hasta 60 poetas en un encuentro que se celebra en la ciudad de Meghar, una pequeña ciudad de unos 20.000 habitantes.
DESARROLLO DEL ENCUENTRO
Se trata, por lo tanto, de un
encuentro que aporta gran variedad y llama la atención por su participación internacional. Algo que “viene dada por diversos motivos”, nos detalla Alencart. “Uno de ellos es que el poeta Naim Araide, coordinador del XV Festival Nisan Internacional de Poesía de Meghar, fue cónsul en Nueva Zelanda y ha sido, hasta hace dos meses, embajador de Israel en Suecia, por lo que tiene numerosos contactos a nivel internacional. Otro elemento es que no debe olvidarse que en Israel se hablan unas ochenta lenguas del mundo, debido a las comunidades de procedencia de los judíos que volvieron a su tierra de origen”.
“Desde una Babel de lenguas (hebreo, árabe, noruego, italiano, chino, alemán, esloveno, albanés o español),
la poesía de unos setenta escritores invitados fluyó básicamente en inglés, idioma de conexión o lengua franca, como otrora, en tiempos de Jesús lo fueron el latín y el griego”, explica el poeta salmantino.
El Festival Nisan de Poesía llegaba a su decimoquinta edición. Una iniciativa cuyo comienzo corresponde a “Araide (poeta árabe de religión drusa) y tres poetas judíos, entre ellos Margalit Matitahu, la más notable poeta sefardita actual”, que
pusieron en marcha este encuentro como “una forma de pacificación, de coexistencia pacífica, de conocimiento y respeto recíproco entre judíos y árabes no sólo de Israel”.
Este objetivo, dice Alencart, hace que “la poesía, en cuanto sentimiento y pensamiento profundo de lo que atañe al ser humano, es siempre el mejor antídoto contra los fanatismos que pululan aquende y allende”.
Para esta edición se contó con tres poetas jordanos. “Por lo que pude conocer
, no siempre se vio con buenos ojos estas experiencias de convivencia en torno a la palabra poética. Los extremistas de ambos lados pusieron innúmeras trabas para su desarrollo, pero ahí siguen, aportando un pequeño grano de arena para frenar en algo las convulsiones frecuentes”, afirma Afredo.
PRIMERA VISITA A ISRAEL
Alfredo Pérez Alencart suma así un nuevo sello en su pasaporte, dado que era la
primera visita del escritor a Israel. “Acepté sin reparos la invitación de Margalit y Naim. Y es que
tenía una necesidad de poner los pies sobre una región que tantas veces había recorrido en mi imaginario, lectura tras lectura del viejo y del nuevo testamento. Estar en Tabgha, en las orillas del lago de Tiberiades, donde Jesús, según el evangelio de Mateo, multiplicó los panes y los peces para la multitud que lo siguió desde Cafarnaum; o deambular por el principio del río Jordán, donde Juan bautizó al Mesías; o pasear por las antiguas callejuelas del puerto de Jaffa, desde donde Jonás se embarcó para Tarsis, puerto que había sido conquistado por David y Salomón para servir de llegada a los cedros que traían desde Tiro a fin de construir el primer Templo; ciudad donde Pedro resucitó a Tabita…”.
El recorrido por estas tierras incluyó asimismo una
visita a la antigua Cesarea, “donde fuimos, a unos sesenta kilómetros de Tel Aviv, y bajo un implacable sol de justicia, viendo los escenarios levantados por el rey Herodes cual homenaje a su protector César Augusto. Esta ciudad está muy bien descrita por el historiador judío Flavio Josefo y allí, en su teatro por ejemplo, hay piedras con inscripciones como esta: “Poncio Pilatos, procurador de Judea”. De esta floreciente ciudad portuaria se embarco el apóstol Pablo para sus recorridos por el Mediterráneo y allí también fue bautizado Cornelio, alto dignatario romano, como se nos recuerda en Hechos. Jacqueline, mi esposa y compañera, estuvo conmigo en estos y otros periplos que hicimos durante una intensa semana en la tierra del Señor”.
“En fin, estar en tierra del Amado galileo, aunque sea de paso, marca de forma indeleble”, concluye.
NUEVO LIBRO: REGRESO A GALILEA
En torno a esta visita, se gestó hace algunos meses la realización de
una recopilación de poemas, titulada “Regreso a Galilea”, que se publicará en los próximos días. Son siete poemas del hispano-peruano, en cinco idiomas y con ilustraciones de Miguel Elías.
Alfredo Pérez Alencart nos cuenta cómo surgió este nuevo libro. “El organizador del encuentro me pidió, hace un par de meses, tres poemas traducidos al inglés para que se difundan entre los asistentes. Traspasé el encargo a mi querido hermano
Stuart Park. Luego la poeta
Margalit Matitiahu me comentó que quería traducir varios textos míos al hebreo, para que me leyeran los poetas judíos. Posteriormente, durante una visita a Salamanca,
Abdul Hadi Sadoun, destacado poeta y traductor iraquí con contactos directos en Galilea, me comentó que sería bueno traducirlos al árabe, pues en esa región la mayoría habla dicho idioma”.
“Finalmente explica Alencart- para completar el elenco de traductores, pedí a la poeta y profesora
Stefanía Di Leo que los tradujera al italiano, pues desde hace varios años ella quería traducir algo mío.Y así fue cómo se gesto este pequeño ramillete de siete poemitas cual ofrendas al Amado Galileo. Las pinturas de la cubierta y las portadillas interiores de cada uno de los poemas, tienen directa vinculación con Jesús de Nazareth. Las hizo especialmente el notable pintor
Miguel Elías, mi amigo-hermano, quien tanto viene apoyando la obra evangélica desde el plano cultural”, comenta agradecido.
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