Las novelas románticas están causando furor entre las jovencitas de las comunidades amish de Estados Unidos y grupos cristianos evangélicos conservadores, para quienes es maravillosa la posibilidad de leer una historia de amor que al mismo tiempo sea una fuente de inspiración para fortalecer su fe. Algunas de estas obras ya han sido trasladadas al cine y a otros idiomas.
La pionera de este subgénero es la escritora
Beverly Lewis. Su primer libro, titulado “The Shunning” (El destierro), fue publicado en 1997 y cuenta una historia inspirada en la vida de su abuela, quien abandonó su comunidad tradicional para casarse con un ´inglés´ (los amish llaman ´ingleses´ a quienes están fuera de su comunidad religiosa).
Cualquiera de las novelas románticas de esta autora cristiana podría sorprender al lector con momentos de gran romanticismo. Pero si lo que busca es una escena erótica, posiblemente lo más sugestivo que encuentre sea la descripción de una mujer ´no casada´ soltándose el cabello frente al hombre por el que se siente atraída.
Su novela "La redención de Sarah Cain” dio lugar a la película “Salvando a Sarah Cain”, en la que aparecen contrastadas las costumbres y creencias de los amish con el entorno de una ciudad moderna, a través del conflicto entre una periodista y sus sobrinos criados en esa comunidad religiosa.
NUEVO RUMBO
El resurgimiento de la novela romántica en las últimas décadas, y luego su expansión global a través de internet, favoreció la aparición de miles de nuevas autoras que rápidamente incorporaron en sus historias problemas y fantasías comunes a muchas mujeres actuales. Sin embargo, la modernización del género literario también alejó a un público más conservador que no estaba preparado para digerir un componente que incluye lo erótico.
Ahora,
con la nueva tendencia de novelas románticas sin erotismo expreso, las comunidades amish y muchas evangélicas conservadoras parecen ser el escenario perfecto. Las mujeres son mayoría entre quienes escriben estas historias.
Generalmente se trata de escritoras vinculadas a la tradición amish o menonita, sin embargo también han surgido autoras como la española Rocío Carmona - vocalista en el grupo musical Nikosia-, que en 2012 logró gran éxito con su novela “El corazón de Hannah”. En este caso, la ficción no refuerza las pautas morales de la cerrada comunidad religiosa.
Hannah es una joven amish de Pensilvania; vive en un entorno rural, aislado y rígido, que aún hoy sigue las normas y códigos del siglo XVII. El mismo día en que cumple dieciséis años, y por vez primera en décadas, se permite la entrada de un forastero, Daniel, un joven que acaba de llegar de Seattle para hacer un reportaje fotográfico a los amish.
Hannah enseguida siente algo por él, y Daniel se enamora de ella al instante. Inician una relación que rompe todos los códigos de la comunidad. Cuando la familia de ella se entera, prohíbe que se sigan viendo y Daniel es expulsado del pueblo. Pero Hannah decide escaparse e ir a buscarlo a Nueva York, donde se enfrentará a un nuevo mundo, vivirá toda clase de peligros y aprenderá lecciones que nunca olvidará.
UNA AUTORA QUE HACE SOÑAR
Beth Wiseman es otra de las autoras cristianas que llegan al corazón de las jóvenes amish. Su obra “Plan perfecto”, primera novela de la serie “Hijas de la Promesa”, la búsqueda de la paz en el país amish no resulta nada sencillo para una mujer que ha vivido años de abandono y abuso.
En las llanuras del Condado de Lancaster, Pennsylvania, Lillian Miller está buscando la casa de sus abuelos pero encuentra mucho más. Su vida gira a la simplicidad entre los Amish para encontrarse a sí misma. A medida que descarta las distracciones de su vida anterior, se hace amiga del chico joven que trabaja en la granja de su familia, y su atractivo padre viudo, Samuel Stoltzfus. A pesar de los mejores esfuerzos de Lillian en sentido contrario, sus sentimientos por Samuel - y de él para ella – se profundizan.
AUTOR DESTACADO
Entre los pocos hombres dedicados al subgénero, destaca Dale Cramer, cuyo padre se crió en una orden amish, y su madre erahija de un aparcero de Georgia del sur. “A veces pienso que lo mejor de la extraña combinación genética es que me hizo un narrador nato”, expresa el autor.
Cramer, que ha publicado la serie
The Daughters of Caleb Bender (Las hijas de Caleb Bender) y otras novelas, reconoce que las historiasy los personajes, así como las texturas de la vida real que añaden riqueza y profundidad a sus escritos, vienen de sus veinticinco trabajando en la industria de la construcción.
En la primera novela de la serie, Cramer sitúa el inicio de la historia Ohio. Una nueva ley de este estado obliga a la familia de Caleb Bender a buscar refugio en las selvas de México, donde el gobierno no va a interferir con su forma de vida amish. En una tierra desconocida donde nadie habla su idioma, los Benders establecen una granja en el exilio. Las niñas Emma, Rachel y Miriam encuentran regalos inesperados, e incluso el anhelo más allá de sus sueños. Caleb se ve obligado a luchar con las exigencias de la fe, sólo para descubrir que el amor tiene sus propias demandas.
En febrero de este año apareció “Though Mountains Fall”, el tercer tomo de la serie The Daughters of Caleb Bender.En esta obra, el pacifismo amish es puesto a prueba en el asentamiento Paradise Valley (México) en 1920. Cuando un ejército de bandidos desciende sobre ellos, los amish son salvados por la llegada de último minuto de las tropas del gobierno. Pero pronto aprenden que los soldados pueden ser tan crueles como los propios bandidos. Miriam, hija del obispo Caleb, está preparada paracasarse perosu amado Domingo decide ir a pelear en la guerra que se avecinaba. La esperanza de Caleb de encontrar la paz y la libertad en México se escapa, y surge la pregunta: En tiempos de problemas, ¿enquién debemos confiar?
MESA DE LIBROS
En la última gran feria organizada en el mes de abril por el Comité Central Menonita en Pennsylvania –evento llamado “Relief Sale” (Venta de alivio)-, con el fin de recaudar fondos para la obra misionera alrededor del mundo, se remataron cientos de quilts realizados por mujeres amish y menonitas, se recaudaron enormes cantidades de monedas reunidas en bidones distribuidos en las iglesias de la zona, se vendieron todo tipo de objetos donados, helados y pasteles tradicionales, plantas y flores, comida preparada, panificados… Pero el stand que atrajo a las jóvenes que iban terminando su turno atendiendo otros puestos fue el de libros, dedicado en un 50% a las novelas románticas.
En aquel sitio del Farm Show Complex de Harrisburg, las atractivas portadas eran como canto de sirena para las jovencitas con cofia y largas faldas, que se acercaban de a dos o tres, comentando entre ellas, con risa contenida, las historias anunciadas.
La lista de autores que hacen soñar a las amish y menonitas tradicionales es larga. A modo de referencia, podemos mencionar aBeth Wiseman, Karen Kingsbury, Beverly Lewis, Dale Cramer, Suzanne Woods, Barbara Cameron, Marta Perry, Kathleen Fuller, Beth Wiseman, Mary Ellis, Kathryn Cushman y Rosalind Lauer.
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