Manuel López, fotoperiodista con una larga y reconocida trayectoria profesional, recibió el pasado fin de semana el “Premio Personalidad del Año”. En Madrid, y en el marco del encuentro anual de Adece (Alianza de Escritores y Comunicadores Evangélicos), López reconoció que este reconocimiento le “sorprendió”.
En una entrevista con Protestante Digital, tras la entrega, explicó sus puntos de vista sobre su trayectoria en el mundo de la Imagen, una profesión que ha evolucionado mucho en pocos años.
Ante los asistentes del
quinto encuentro de escritores y comunicadores evangélicos, el fotoperiodista se mostró muy agradecido por la distinción.
Fue J. A. Monroy (presidente honorario de Adece) quien le presentó, recordando que López ha trabajado para medios de difusión amplia como “Tiempo”, “Gaceta Ilustrada” y otros.
Nacido en Galicia y formado en Alemania, López estuvo presente como periodista durante el intento de golpe de Estado del 23-F, días en los que tomó fotografías muy valiosas. “Manolo ha estado siempre en primera fila de la gráfica”, destacó Monroy.
Ya Felipe González, ex presidente del Gobierno español, había comentado sobre el fotoperiodista: “Desde la Alemania de 1960 hasta el foco de Majadahonda de hoy, Manolo ha sido testigo. Ha retratado la España de la transición como casi nadie”.
“SIGO SIN CREÉRMELO”
El premio fue entregado por Pedro Tarquis, vicepresidente de Adece y director de Protestante Digital. Por su parte, Alfredo Pérez Alencart, presidente de la entidad, le entregó un grabado del pintor Miguel Elías.
“Sigo sin creérmelo porque ante esta nube de testigos, digo que no me lo merezco”, dijo López al tomar la palabra.
“Reitero mi satisfacción y desconcierto”. El premio se había dado a conocer hace un par de meses.
Sobre la profesión, el premiado recordó que “hace falta aplicar la ética protestante al periodismo. Nos falta mucha autocrítica”. Criticó que a menudo los medios de comunicación religiosos son “aburridos y nos respetan al lector”. Por ello hay que seguir mejorando la práctica periodística, y vivir la fe de una forma relevante.
En este sentido, López dejó claro que
“la práctica de mi fe aplicada a mi profesión es elemental. No concibo una España protestante si no hay buenos periodistas y buenos comunicadores protestantes haciendo el ejercicio”.
LOS AÑOS “ROMÁNTICOS” DE LA REVISTA “FOTO”
Uno de los proyectos más importantes en la trayectoria profesional de Manuel López fue el impulso de
la revista ‘Foto’, que él mismo fundó en 1982. En una entrevista ya posterior a la entrega del premio, el fotoperiodista profundizó en este y otros momentos clave de su experiencia en el mundo de la Imagen.
López decidió iniciar su proyecto personal tras otros intentos que no cuajaron: “Ya puestos, fundo mi propia revista”, fue su reacción en un momento dado. “‘Foto’ nació probablemente como una cosa romántica, de poner a disposición de aficionados y profesionales un medio que estuviera de su parte. Entiendo el mundo de la fotografía como una tienda en la que hay un mostrador, hay un vendedor que está a un lado y los clientes que están al otro lado.
Nosotros quisimos hacer un medio que estuviera no de parte del vendedor, de quien intenta colocarte el último objetivo, la última cámara… sino del lado del consumidor”, explica.
La revista iba a ser relevante.
“Ahí estuvimos 28 años, 285 números”, hasta que desapareció en 2009. “Al final la crisis se lo ha llevado, pero queda el saber que algo hemos podido hacer para que la fotografía haya podido democratizarse un poco y que los más jóvenes, los aficionados, hayan podido sentirse identificados con un medio”.
De todos esos años, explica, le quedó
“una gran satisfacción”, que su enfoque nunca fue en el aspecto comercial. “Nunca jamás le hemos dicho a nadie que para hacer mejores fotos tienes que comprarte una cámara, sino que para hacer mejores fotos tienes que pensar mucho, ver, y luego sacar el máximo provecho a la máquina que ya tienes”.
LA ILUSIÓN DE PODER FORMAR A JÓVENES
Otra aportación que López destaca de todos estos años de profesional, es haber podido formar a otras generaciones en el arte del fotoperiodismo. “De lo que más orgulloso me siento es de haber dirigido los primeros talleres de fotografía que hubo para jóvenes, del Ministerio de Juventud y Cultura”,explica.
También destaca su paso por la comisión redactora del
anteproyecto de ley de la Ley de Propiedad Intelectual, donde participó después de ser elegido como vocal por sus compañeros de profesión del sector de la Fotografía.
TODO EL MUNDO HACE FOTOS AHORA… ¿ES POSITIVO?
¿Cómo ve el avance imparable de la fotografía digital? ¿Afecta la democratización de las cámaras de fotos negativamente a los que se dedican a ello como modo de vida?
El discurso de López en este punto es mucho más positivo que el que ofrecen otros profesionales: “Con la fotografía digital hay una serie de
mitos terribles. A día de hoy, con todos los adelantos impresionantes que existen, todavía no existe un solo proceso de imagen que no pudiera hacerse exactamente igual en la era química. Simplemente, en la era química era mucho más caro, mucho más contaminante y sobre todo, llevaba muchísimo más tiempo en hacer los montajes. Lo que ha favorecido la digitalización es la inmediatez”.
“En cuanto a la democratización, ¡perfecto!”, dice López. Celebra que tanta gente pueda ahora hacer sus propias fotografías, y de buena calidad. “Es ley de vida, la fotografía nació como un engaño de la mente por el cual el fotógrafo era un mago que en el cuarto oscuro hacía químicas extrañas. ¿Qué ocurre ahora? Pues que del cuarto oscuro, en el que sólo el iniciado tenía sus secretos, se ha pasado ahora al cuarto claro en el que cualquier persona puede pasar a tu ordenador y decir: ‘tienes que retocar aquí’ o ‘tienes que hacer el encuadre por el otro lado’”.
E insiste:
“Que la imagen se democratice es lo mejor que podía ocurrir. No en vano, la fotografía es la más joven, y también la más democrática de las artes”.
11S, 11M, 7J: EL AUGE DE LA FOTOGRAFÍA POPULAR
López cree que es “fenomenal que la gente haga fotografías, ¡por supuesto!, porque es garantía de democracia. Que alguien pueda hacer una foto y enviarla a otros, para que se sepa lo que ha pasado en un lugar”.
Cada vez más cada ciudadanos están en condiciones de tomar una buena foto, sea donde sea. Esto ha revolucionado el fotoperiodismo, en positivo.“De los últimos tres grande noticiones que ha habido, el 11S de Nueva York, el 11M de Madrid, el 7J de Londres, ¿qué ocurre? Que las mejores fotos no son de los profesionales. Porque los profesionales tienen que acudir al sitio. Las mejores fotos son las que hacen aficionados que están ahí, con sus cámaras normales”.
“La gran fotografía del 11 de Septiembre de los ejecutivos corriendo llenos de polvo, la hizo un ciudadano, que también salió en estampida, y se le ocurrió entrar en una tienda y comprar una cámara de usar y tirar de las de 10 dólares.
Y esa foto fue portada en todos los medios, porque retrata perfectamente el 11-S”. En Madrid y en Londres, pasó exactamente lo mismo, “las fotos las hicieron aficionados ingleses de clase baja, que son los que viajan en metro, con cámaras malísimas”.
USO Y ABUSO DE LOS GRANDES MEDIOS DE COMUNICACIÓN
El único aspecto conflictivo de este nuevo panorama de la imagen informativa está en los Medios de Comunicación, opina el fotoperiodista. Considera que estos han intentado aprovecharse de la realidad de que todo el mundo empieza a hacer sus propias fotos para reducir costes y abusar de los fotógrafos.
“El aficionado que hace una fotografía, sea para las páginas de noticias, sea para el parte metereológico de las emisoras de televisión, tiene que cobrarla”. Si no lo hace, se da
una desvalorización de la fotografía de la que se aprovechan los grandes medios. “Hay que ver en los partes del tiempo… clama al cielo ver que al final se dice ‘vamos a ver una panorámica de lo que ha pasado en España’ y por la firma, se muestran gratis las imágenes que han enviado aficionados de todo el país”.
López cree que es necesario “obligar a que ese aficionado que ha enviado una foto, que la cobre, la facture. Para que no trabaje gratis.
Porque al trabajar gratis, ¿qué ocurre? Pues que los profesionales cada vez tienen menos salida”.
La solución sería “sentar en la mesa a editores y empresarios que gestionan imagen, profesionales de un lado y aficionados de otro. Y simplemente, cobrando, se arregla todo. Que cobren todos, también los aficionados”.
PERIODISTA CON ÉTICA CRISTIANA, “ABSOLUTAMENTE NECESARIO”
Finalmente, ¿qué significa ser cristiano en el mundo del periodismo?“Simplemente se trata de aplicar a tu proyecto profesional el versículo que nos insta a ser luz y sal”, responde López. “Si te quedas sin sal en casa y la linterna está en el cajón, mal asunto, así de sencillo”.
“Por la experiencia que tengo sé que es complicado, pero sé que al final te respetan”, dice López de la importante labor de los periodistas de fe cristiana en medios seculares.
“Hubo una época e Madrid, en los últimos años de franquismo, en los primeros años de democracia, me llamaban ‘el obispo protestante’. Decían: ‘cuidado que viene Manolo, que es el obispo protestante’ y atemperaban un poco los temas de conversación”, recuerda.
Pero más allá de las anécdotas, “la presencia del comunicador evangélico es absolutamente necesaria en los medios, como un
testimonio ahí en los consejos de redacción, y en la praxis diaria, de que no todo vale, y de que al final te debes al lector, pero sobre todo te debes a tu ética y a tu deontología profesional”, que son unos “códigos éticos que tienen una inspiración cristiana tremenda”.
Reconoce que la relación del mundo periodístico y el mundo de la fe a menudo es difícil.“El oficio del periodista no está bien visto en el mundo de la religión”, cree López, “quizá porque la religión se mueve más en el mundo del dogma y tú como periodista tienes que ser fundamentalmente crítico, te mueves en la sospecha, en la duda”.
En este sentido, anima a que desde las iglesias salga gente con opinión, que escriba columnas en distintos medios, aunque cree también que algunos
pastores evangélicos deberían ir con cuidado en su trato con los medios.
Aun así, añade, “para quitarle hierro al asunto” explica como hablando con los líderes evangélicos en España, a menudo les recuerda: “Qué suerte tenéis los evangélicos y España, que aunque los pastores os metáis a periodista, los periodistas no nos metemos a pastores”.
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