Testimonio cristiano en las piscinas de Rio

La pareja estadounidense masculina de saltadores de plataforma de 10 metros, Steele Johnson y David Boudia, consiguieron la medalla de plata, al quedar a diez puntos de la pareja china, vencedora en la competición celebrada este lunes en los Juegos Olímpicos de Rio 2016.

Poco después de conocer el resultado, Boudia y Johnson hablaron para la televisión sobre cómo había sido la competición y la alegría de obtener una medalla.

“Había una gran presión, y lo hemos podido sentir”, decía Boudia, que también competirá en la prueba individual. “Puedes pasar por una crisis de identidad. Cuando mi mente está en el salto, si me dejo definir por eso, me vuelvo loco. Pero los dos sabemos que nuestra identidad está en Cristo, y estamos agradecidos por la oportunidad que supone para nosotros competir aquí. Ha sido una experiencia emocionante para nosotros”, añadió Boudia.

Boudia y Johnson. / Reuters

El atleta es conocido por su fe, de la que ha dado testimonio en un libro que escribió tras ganar la medalla de oro en Londres, “Más grande que el oro”, donde explicaba la importancia de confiar en Jesús por encima de cualquier logro personal o deportivo.

Su compañero en la plataforma, Steele Johnson, competía en sus primeros Juegos Olímpicos, también es un hombre de fe. “El hecho de competir sabiendo que nuestra identidad está en Cristo, y no en el resultado que obtengamos, es algo que nos daba paz. Simplemente disfrutamos del concurso”, explicó. “Si algo ha ido bien, estoy feliz, pero si no va bien, todavía puedo sentirme contento porque estoy en los Juegos Olímpicos, con el mejor ejemplo a mi lado. Estoy muy feliz de poder haber obtenido la plata en mis primeros juegos”, concluyó.

UN MENSAJE TATUADO EN LA PIEL

Otro de los atletas de fe cristiana compitiendo al máximo nivel por los Estados Unidos es Caeleb Dressel, una de las estrellas emergentes en natación, que consiguió el oro en el relevo de 4x100 estilo libre junto a la “leyenda” Michael Phelps.

Dressel suele escribir citas bíblicas en su rostro. Uno de los favoritos del atleta de 19 años de edad es Isaías 40:31: “pero los que confían en el Señor tendrán nuevas fuerzas; se elevarán en las alas como águilas”. Un versículo que además ha servido de inspiración para el gran tatuaje de un águila que tiene en su hombro izquierdo.

Dressel tiene un gran tatuaje con un águila, inspirado en Isaías 40:31.

El año pasado, Dressel contaba en una entrevista que su motivación no es solamente “batir récords o ganar, sino también inspirar a la gente, y mostrarles que encuentro mi felicidad en lo que Dios me ha dado”.

Dressel nada de nuevo este martes en las series clasificatorias de 100 metros estilo libre. Todo un éxito para un chico que abandonó el deporte durante casi seis meses en su último año de la escuela secundaria, porque simplemente no lo estaba disfrutando.

Su ausencia de la natación en la escuela secundaria fue un momento difícil para él, y Dressel admite que luchó con algunos “demonios mentales” durante ese período, y tuvo problemas en su caminar con el Señor. Pero con el tiempo regresó, tanto a la piscina como a su compromiso con Cristo.

“Tras este bache empecé a nadar de nuevo. Sólo sé que tengo que poner toda mi confianza en Dios y saber que Él va a hacerse cargo de todo, sea bueno o malo”, dijo Dressel a Baptist Press. Esa época de dudas acerca de su futuro como nadador fue un aprendizaje. “Aprendí a ver la luz al final del túnel y confiar en lo que Dios está haciendo, ya sea un momento áspero en la vida o un gran triunfo”.

Dressel está actualmente en la Universidad de Florida y asiste a la iglesia en el campus de la Iglesia de Cristo en Gainesville.