‘Clientes’ de EEUU, responsables directos del tráfico de esclavas

Las leyes estadounidenses contra la prostitución podrían poner más el acento en el abolicionismo después de que un documental de la televisión pública PBS denuncie lo que para las fuerzas del orden ya no es un secreto: que las víctimas de tráfico sexual en Estados Unidos son mujeres del propio país, y que mientras ellas acaban periódicamente entre rejas en virtud de la ley prohibicionista, sus clientes y sus proxenetas siguen libres.

Según explica el documental A Path Appears (Aparece un camino), cada año 100.000 chicas americanas son víctimas del tráfico sexual y la edad en la que son introducidas en estas redes va de los 12 a los 14 años.

Son personas que efectivamente provienen de entornos desfavorecidos, pero sus clientes son o podrían ser los vecinos de al lado. "Si no hubiera Johns no habría prostitutas", dice en el filme el sheriff Thomas Dart, del condado de Cook en Illinois.

Dart es el artífice de una campaña abolicionista, el Día Nacional del Arresto de los Johns (nombre con el que la policía se refiere a quienes solicitan estos servicios).

Una campaña que, como sucede con la ley sueca, busca acabar con la demanda de prostitución y poner el foco sobre el llamado “cliente” como el perpetuador de esta terrible industria.

La mayoría de los 'Johns son hombres blancos de clase media alta, casado con una familia' explica Dart. Y en su mayoría ignoran (o prefieren ignorar) todo el submundo cruel que existe tras su "consumo sexual".

Desgraciadamente es sólo desde el momento en que el tráfico de esclavas sexuales no se percibe ya como un problema que afecta únicamente a mujeres extranjeras, cuando el asunto no puede ser ignorado por la opinión pública.

"Es triste pero real: en el país hay gente que está siendo comprada, vendida y traficada en una esclavitud moderna", señala el FBI en su web. A menudo se trata de jóvenes de la misma población en la que están siendo traficadas.

Ese tráfico sexual tiene su salida comercial en forma o bien de proxeneta controlando la prostitución, en prostíbulos punteros, o con los llamados servicios de compañía.

El documental recoge testimonios de expertos que concluyen que lo primordial es romper el ciclo de oferta y demanda, para lo cual urge reeducar a los Johns de manera que entiendan que traficar a una joven deje de ser un negocio lucrativo.