Todos sabemos que en el pasado, la práctica de la esclavitud era lo habitual, pero nos cuesta creer que esto siga ocurriendo a nuestro alrededor hoy. Sin embargo, y a pesar de la prohibición que existe en la mayoría de los países del mundo, la esclavitud es una realidad preocupante.
Según el diario ABC, miles de personas son víctimas de explotación sexual y laboral en nuestro país: “Me cogieron como una esclava, me encerraron en una casa desde donde nos mandaban a la calle a pedir dinero. Nos violaban. A las que no querían, las mataban”, relata Marie, una joven camerunesa de 37 años que llegó a España en 2011. Este es sólo un testimonio de entre los 58 recogidos en el informe del Defensor del Pueblo sobre la trata de seres humanos en España - afirmaba el periódico.
Kevin Bales, profesor de sociología y co-fundador de “Free the Slaves”,
aseguró en un encuentro TEDx que
existen 27 millones de personas en condiciones de esclavitud: “Es el doble de la cantidad de esclavos que salió de África en todo el comercio de esclavos transatlántico”.
SLAVERY FOOTPRINTS
Justin Dillon, el fundador de Slavery Footprint, es un artista que comenzó a realizar conciertos benéficos para detener la práctica de la esclavitud. En 2008 dirigió “Call+Response”, una película que mostraba que existen más esclavos hoy que nunca antes en la historia de la humanidad. Su documental se convirtió en uno de los más importantes del año.
Según
su página web, el Departamento de Estado de EEUU contactó con Justin para poder desarrollar un programa que tuviera como objetivo dar a conocer el problema de la esclavitud moderna a la gente, y es así como surgió Slavery Footprint, algo así como “la huella de la esclavitud” en español.
La web de la ONG se abrió con éxito a finales del 2011 y desde entonces millones de personas de diferentes países han visitado la página para conocer la realidad de la esclavitud en nuestros días.
Actualmente, la ONG trabaja con las empresas para erradicar la pobreza de los productos que compramos. Su lema es: “un mercado libre para gente libre”.
DATOS ALARMANTES
La página web de Slavery Footprint
ofrece de forma sencilla y original importantes datos sobre los productos que usamos a diario y pueden haber sido elaborados por personas en condiciones de esclavitud.
Un ejemplo: “Tu camisa probablemente contiene algodón que fue recogido por los niños en Uzbekistán que se ven obligados a cambiar sus días de colegio por días de trabajo en los campos”.
Pero lo más impactante de la web es su encuesta. A través de originales diseños que hacen más amena la realización de la misma y con 11 preguntas tales como la ropa que usas cada día, o los alimentos que comes,
hacen una estimación aproximada del número de personas que trabajan para ti en condiciones de esclavitud.
Además, en cada fase de preguntas puedes encontrar información sobre la realidad de los trabajadores que fabrican nuestras ropas, maquillajes o recolectan nuestras comidas: “Cada día, decenas de miles de mujeres estadounidenses compran maquillaje. Cada día, decenas de miles de niños indios trabajan en la mina de mica, que es el material que se utiliza para el maquillaje”.
Al final de la encuesta puedes ver el cálculo aproximado y orientativo del número de esclavos que trabajan para ti y los países en los que se fabrica cada producto, además de información para poder ayudar a erradicar esta práctica.
LA ESCLAVITUD MODERNA
Según
Anti-Slavery.org,
un esclavo es aquel al que se le obliga a trabajar mediante amenazas psicológicas o físicas y se le convierte en propiedad de otra persona que suele utilizar la fuerza para obligar a los esclavos a trabajar.
Además, otra de las características principales es que el esclavo se convierte en una mercancía, se le compra y vende como a una pertenencia y se le limita físicamente o se le impone restricciones a su libertad de movimiento.
La esclavitud moderna se da en diferentes formas tales como el
trabajo forzoso a niños y niñas captados de forma ilegal por los gobiernos; la explotación sexual con fines comerciales; la trata, que supone el transporte de mujeres y niños con fines de lucro, obligándoles en muchos a casos a ejercer la prostitución; y el matrimonio precoz y forzado.
CÓMO AYUDAR
En los últimos años plataformas como Avaaz y Change.org han demostrado el enorme poder de internet para conseguir cambios en materia de derechos humanos. ¿Y si además, con un gesto como comprar nuestros alimentos, ropa o calzado, pudiéramos desterrar la esclavitud?
FairChanges.comes el
primer mercado online español de artículos medioambientalmente sostenibles, sin intermediarios y sin esclavitud ni trabajo infantil en el que el productor se compromete a cumplir estas tres premisas y establecer su precio según las directrices del comercio justo. El comprador le paga directamente a él.
Gracias a las tecnologías de geolocalización de compradores y productores se minimiza el impacto ambiental, se fomenta el autoempleo y se desarrolla el consumo local. Y desde la plataforma internacional y las redes sociales se consigue que la labor del productor comprometido tenga
relevancia mundial. De lo local a lo global.
“Intentamos juntos devolver al hecho de consumirla salud (con productos más naturales), el dinero (con ventas sin intermediarios) y el amor (desterrando prácticas abusivas contra los derechos humanos)”.
Como dijo Anna Lappé, “cada vez que gastamos dinero estamos emitiendo un voto por el tipo de mundo que queremos”.
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