No se sabe demasiado acerca del Club Bilderberg, aunque quizá lo que se sepa es suficiente para tenerlo muy en cuenta.
Se trata de un selecto club que, desde 1954, reúne por invitación a algunas de las mayores fortunas, junto a líderes de la comunicación, política y economía de las grandes potencias occidentales.
En la edición de este año, que se celebra en un hotel en Chantilly (Virginia, Estados Unidos), participan algunos españoles, quizá el nombre más destacado por la prensa nacional sea el de Soraya Sáenz de Santamaría.
SECRETISMO
El club debate a puerta cerrada y sirve, según dijo un asistente a ABC, “para saber qué opina sobre distintos asuntos gente muy interesante y con mucha influencia”. La misma fuente insiste en quitar hierro a la leyenda negra del club, que lo identifica como un gobierno mundial en la sombra: “En las reuniones de Bilderberg no se toman decisiones y, además, hay otros eventos similares de mayor nivel, como es el Foro Ambrosetti”, asegura.
Algunos de los líderes internacionales que han estado entre los muros del lujoso hotel de turno que cada año alberga la cita -entre enormes medidas de seguridad- son destacados políticos como Henry Kissinger (exsecretario de Estado de EE.UU.), Donald Rumsfeld (antiguo secretario de Defensa), el ex presidente del Banco Mundial Paul Wolfowitz y grandes financieros como David Rockefeller -identificado como el miembro de mayor influencia-, además de representantes de varias multinacionales y de distintas casas reales.
Pese a la enorme opacidad que lo rodea,
su página web oficial ofrece una breve información sobre los temas de la agenda de la actual reunión (obviamente, la crisis económica es la estrella del guión) y las dos precedentes, además de los nombres y cargos del Comité Directivo, que se eligen cada cuatro años y pueden ser reelegidos. El actual presidente es el francés Henri de Castries, consejero delegado del gigante de los seguros Axa Group. El único español que forma parte del Comité Directivo es el citado Juan Luis Cebrián.
En los últimos años se destaca la presencia de más personas procedentes de empresas punteras en Internet. Eric Schmidt, presidente ejecutivo de Google, abrió la veda en 2008, repitió experiencia en 2010 y 2011, y vuelve a estar este fin de semana entre los participantes del Club Bilderberg.
En la lista oficial de invitados aparecen otros magnates tecnológicos, como Reid Hoffman, cofundador y presidente ejecutivo de LinkedIn, que ya acudió en 2011; Craig Mundie, jefe de investigación y estrategia de Microsoft, que también estuvo en 2010 y 2011) o Peter Thiel, que fue el primer consejero delegado de PayPal y uno de los inversores iniciales de Facebook.
El año pasado, la representación de la red social más poderosa del mundo fue mucho más directa. En la lista oficial de asistentes, en la que también estaba Thiel, aparece además Chris Hughes, uno de los cuatro fundadores. Previamente, entre 2008 y 2010, la voz de la empresa había sido Donald E. Graham, consejero delegado del Washington Post y miembro del equipo directivo de Facebook.
Las telecomunicaciones también están muy bien representadas en Bilderberg. Este año repiten algunos de los habituales, como el consejero delegado de Telecom Italia, Franco Bernabé o el de Siemens, Peter Löscher. A ellos se suman Risto Siilasmaa, presidente de la junta de accionistas de Nokia y Timuray Serpil, de Vodafone Turquía.
La cita, de carácter privado e informal,
prohíbe el acceso a los medios de comunicación, y se desarrolla a modo de conferencia. Durante dichas sesiones algunos de los hombres más poderosos del planeta discuten sobre temas de actualidad a nivel geopolítico y económico. No sería extraño que España, por tanto, formase parte en esta ocasión de las conversaciones. Pero de eso, estamos seguros, tampoco nos enteraremos.
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