Un fallo muy esperado en Francia, donde los colectivos gays esperaban una sentencia favorable a su postura, que abriría la legalización de este tipo de uniones.
El Consejo Constitucional francés ha considerado que la prohibición del matrimonio homosexual tal y como lo recoge el actual Código Civil es conforme a la Carta Magna en una sentencia que ha hecho pública este pasado viernes.
El máximo órgano constitucional francés estima que no existe una discriminación en la ley vigente, que establece que el matrimonio es la unión de un hombre y una mujer.
Con su decisión, el Consejo emplaza al Parlamento a modificar la ley si considera necesario legalizar ese tipo de uniones, aunque insiste en que la actual legislación no es anticonstitucional.
El tribunal opina que la ley actual no priva a los homosexuales del derecho constitucional a tener una “vida familiar normal”,puesto que tienen la opción de vivir "en concubinato" o constituir una pareja de hecho. "Ese derecho no implica que las parejas del mismo sexo puedan casarse", señala el fallo, que insiste en que los artículos del Código Civil que precisan que el matrimonio es la unión de un hombre y una mujer no rompen el principio de igualdad, ya que el legislador es libre de establecer, si lo estima oportuno, una diferencia entre parejas homosexuales y heterosexuales.
"No corresponde al Consejo Constitucional sustituir la apreciación del legislador sobre la toma en consideración, en este tema, de esa diferencia de situación", concluye.
La resolución no ha sorprendido, sin embargo, ni a Corinne ni a Sophie. Son pareja desde hace catorce años y con ellas viven sus cuatro hijos, uno de una anterior relación y los otros tres, fruto de una inseminación artificial realizada en Bélgica.
Para ellas, el actual «pacs» (pacto civil de solidaridad) es insuficiente. Una solución intermedia para parejas heterosexuales u homosexuales que reconoce ciertos derechos pero no ofrece la misma garantía jurídica que un matrimonio en cuanto a poder compartir la autoridad parental de sus hijos o los problemas de sucesión o de custodia en caso de fallecimiento de uno de los dos miembros. De ahí que recurrieran ante el Consejo Constitucional reivindicando que la prohibición actual conculcaría, a su juicio, el principio de igualdad.
BODA EN BARCELONA
Las asociaciones de homosexuales han mostrado su decepción. El abogado Emmanuel Ludot, que representa a la pareja de lesbianas que llevó la cuestión hasta el Constitucional, ha calificado de "política" la decisión del Consejo. "A un año de las presidenciales no han querido intervenir y han enviado la patata caliente a los candidatos", ha apuntado el letrado, que ha avanzado que seguirá buscando resquicios legales para tratar de hacer avanzar la causa del matrimonio homosexual.
En concreto, Ludot tiene previsto ahora que el Constitucional se pronuncie sobre el derecho a que se inscriban en los registros franceses las bodas contraidas por ciudadanos franceses en otros países, incluidas las de homosexuales que se hayan casado en países donde estas uniones son legales.
Así, el abogado ha anunciado que sus clientas irán a casarse a Barcelona y, posteriormente, pedirán que su unión sea aceptada en Francia, aunque eso les lleve a retornar ante el Constitucional.
APOYO CRECIENTE
Más dura se ha mostrado la abogada de la Asociación de Padres Gays y Lesbianas (APGL), Caroline Mecary, que ha acusado al Constitucional de "falta de coraje". "Han dejado escapar una ocasión histórica de acabar con una discriminación que sufren tres millones de homosexuales franceses que no pueden casarse", ha lamentado.
El 58% de los franceses es favorable a los matrimonios homosexuales y un 35% se opone, según un sondeo divulgado este viernes pasado por Canal+. Estos porcentajes revelan una evolución favorable a este tipo de uniones, que solo era aprobado por el 46% de los franceses en 2007
Si quieres comentar o