CiU presenta propuesta de baja laboral para padres de niños con cáncer

Los padres de niños con enfermedades graves –como el cáncer- no pueden permitirse estar tristes porque lo último que necesitan sus hijos es tener a su lado a unos padres hundidos.

Las lágrimas se enjugan a escondidas. En la vida administrativa todo cambia. La mayoría se acoge a una baja laboral por depresión para estar con sus hijos. Es la única salida que les queda después de agotar las vacaciones y los días sin sueldo que el bolsillo les permita. Eso o renunciar al puesto de trabajo. Desde hace años la Asociación Española contra el Cáncer y organizaciones de familias afectadas reclaman regularizar esa situación para que los padres puedan optar a una baja retribuida mientras cuidan de sus hijos.

Es una vieja reclamación que CiU retoma ahora. El grupo parlamentario catalán ha presentado una proposición no de ley en la que emplaza al Gobierno a impulsar las modificaciones legales necesarias para que al menos uno de los progenitores pueda acogerse a una baja remunerada. “Y lo haga sin tener que mentir", dice Conxita Tarruella, diputada de CiU, quien antes de terminar la frase parece arrepentirse de la franqueza de su expresión. “En realidad no hay mentira. El padre o la madre de un niño con cáncer tiene suficientes motivos para estar deprimido. Psicológica y anímicamente no están bien, pero no buscan tiempo para curarse sino para estar con sus hijos. No es justo ni correcto que dependan de la voluntad de su empresa o de la complicidad del médico que debe firmarles la baja”.

BLANQUEAR UNA SITUACIÓN EXISTENTE
La iniciativa parlamentaria busca transparencia. Una propuesta similar fracasó hace seis años. Entonces se temía que se convirtiera en un coladero de bajas injustificadas. “Ahora creemos que puede prosperar. Queremos llevar este asunto a la primera reunión de la comisión de Política Social que se celebre en el Congreso y no creo que nadie se oponga”.

Se calcula que el año pasado las bajas laborales por estrés y depresión dejaron un agujero de 90.000 millones de euros en España. La medida que se estudiará en el Parlamento no supondrá merma alguna para las empresas. El coste salarial es asumido por la Seguridad Social a partir del tercer día. “Para las arcas del Estado tampoco será más oneroso porque en la práctica ya se dan esas bajas camufladas como depresión”, dice Tarruella.

La propuesta de CiU es solo el primer paso para un plan más ambicioso. Ha bastado el anuncio de su iniciativa parlamentaria para que familias de otros niños enfermos reclamen la misma atención. ¿Por qué no extender la medida a los niños trasplantados o a los que tienen enfermedades raras? “Queremos ganar la batalla poco a poco. Los niños con cáncer son numéricamente un colectivo pequeño y puede que nos resulte más fácil sacarlo adelante. Probablemente durante el debate parlamentario nos hagamos una autoenmienda e incluyamos el derecho a la baja laboral para los padres de niños que necesiten ingresos hospitalarios prolongados”.

UNA LARGA BATALLA
La Asociación de Familiares y Niños Oncológicos (Afanoc) lleva años peleando por la medida. Es una reclamación de justicia, defiende su gerente Rosa Casals. “Es justo que unos padres no pierdan el trabajo porque su hijo está enfermo. Es justo que no se vean obligados a suplicar una baja laboral ante un tribunal, ni dependan de la buena voluntad de su empresa”. Es un derecho y también una obligación.

Casals recuerda la Carta Europea del Niño Hospitalizado, un documento asumido por todos los países de la Unión Europea en el que se recuerda el derecho de los niños y la obligación de los padres de acompañar a sus hijos durante la hospitalización.

En la indefinición legal actual, los padres se arreglan como pueden. Muchos tienen la suerte de contar con la complicidad de su médico de Familia para conseguir la primera baja. Cuando el tratamiento se prolonga, a veces incluso el tribunal médico que juzga las bajas laborales más largas entiende la situación y justifica la incapacidad laboral. Otros no tienen la misma fortuna. “En nuestra asociación tenemos casos de madres solteras que han perdido su empleo por cuidar a su hijo con cáncer. Su trabajo era la única fuente de ingresos no tuvieron elección”, recuerda Pilar Ortega, presidenta de la Federación Española de Niños con Cáncer. Y aunque tengan la complicidad de todos, la baja laboral y los trámites administrativos se convierten en una angustia más que se añade al calvario que ya viven. “Sientes que el cáncer está descuartizando tu familia y, mientras, debes estar pendiente cada semana de buscar la baja de la seguridad social, con la ansiedad de que no te la vuelvan a dar y de que estás engañando”, apunta Ana María, madre de un niño que tuvo leucemia con apenas año y medio.

Las asociaciones de familiares aplauden la nueva iniciativa parlamentaria, aunque insisten que no es suficiente. La mayoría de los tratamientos oncológicos son prolongados, requieren una media de dos años de duración. No basta con tener un permiso laboral para acompañar a los niños en el hospital. “Las sesiones de quimioterapia continúan cuando el pequeño vuelve a casa y también necesita el cuidado de sus padres”, señala Rosa Casals, portavoz de Afanoc. La diputada de CiU que defenderá en septiembre la iniciativa parlamentaria también prefiere pensar en un “primer triunfo”. “Otras propuestas más ambiciosas no han prosperado y nosotros queremos que esta vez sí salga adelante”.