Los especialistas definen el fenómeno ‘sexting’ como la tendencia de los adolescentes a intercambiar fotos propias con alto contenido erótico por medio de mensajes de texto desde sus móviles, por e-mail o subiéndolas a las redes sociales. El término nació de la conjunción de las palabras inglesas sex y texting (sexo y envío de textos).
Es sabido que el exhibicionismo online ha venido extendiéndose en los Estados Unidos durante los últimos cuatro años, pero en la Argentina ya hay varios sitios web especializados en el tema que recogen las fotos que los adolescentes (mayoritariamente mujeres) se toman y envían con seudónimos, y con ellas arman fotogalerías. Pero las poses provocativas de los jóvenes son también visibles en redes sociales como Facebook.
Según los expertos, las causas de este fenómeno van desde la desatención familiar hasta el mayor acceso a los medios tecnológicos, sin que los padres hagan un debido control de uso por parte de los chicos, que no poseen criterios para medir lo que implica subir a la Web o enviar por celular fotos o videos íntimos.
PREOCUPACIÓN DE LOS PADRES
Lidia Grichener, de la asociación civil Missing Children Argentina, explicó que en los últimos tres años, son cada vez más frecuentes las llamadas de padres con ese tipo de consultas. “Este fenómeno se comenzó a ver con el avance de Internet y con el gran acceso que tienen los chicos a las nuevas tecnologías", dijo.
En opinión del director de la Fundación Proyecto Padres, Adrián Dall´Asta, "la brecha generacional que plantean las nuevas tecnologías ha producido una paradoja educativa muy particular, según la cual los hijos enseñan a los adultos el manejo de las herramientas informáticas".
Según Dall´Asta, "este desconocimiento por parte de los padres plantea distintas sensaciones en los adultos, que van desde un temor excesivo hasta una falta de interés, producto de la ignorancia, aunque no de la indiferencia. También está el otro extremo: el de la sobrevaloración de las tecnologías. La motivación de los jóvenes tiene más que ver con la exploración y la facilidad de acceder a las cosas que con una patología".
El especialista amplió: "La postura ideal de los padres es estar abiertos a un nuevo modelo de comunicación que vino para quedarse, pero que debe tener un gran control y seguimiento diario".
AMBIGÜEDAD
La madre de Agostina, 20 años, una chica que se hizo famosa en la Web gracias a sus provocadoras imágenes en la página www.laschicasdelgordo.net, reconoce que a su hija siempre le gustaron la fotografía y el arte. “Siempre fue una chica muy intelectual y cerrada. Es una cosa ambivalente. Siempre fue tímida y lo sigue siendo. Es como una dualidad; es como un personaje que ella se crea", dijo Diana Sampietro.
Para esta señora, el tema no es tan grave en tanto las chicas se cuiden. “Agostina es de cuidarse – explica- Cuando la llamaban para unas fotos o una nota, siempre decía que iba a ir con el padre o con el novio. Con esa respuesta, ella ya se daba cuenta de la intención de quien la convocaba", dijo. Respecto del papel de los padres, la madre de Agostina explicó: "Uno sólo los puede aconsejar. Ellos ya son grandes. Lo que siempre le digo a mi hija es que no haga nada de lo que el día de mañana se pueda avergonzar. Hasta ahora, lo está haciendo bien".
Sampietro reconoció que su esposo reniega del sexting. "Al principio, cuando se enteró, le quiso sacar todo: la computadora y demás. Pero no es la forma: si uno le prohíbe a un chico, se sabe que es peor. En cambio, si uno se va interiorizando en el tema, va viendo que los peligros existen si uno no presta atención".
La mujer admitió, no obstante, que no termina de comprender el motivo de la exhibición de los adolescentes: "No entiendo por qué la necesidad de exponerse. Se lo he preguntado a mi hija y creo que ni ella misma lo sabe. Me dice que es una forma de pertenecer a un grupo y que lo hacen todos. ‘Si no, no existís’, me dice".
INGENUIDAD ANTE EL PELIGRO
"El exhibicionismo de los adolescentes es una tendencia actual. Vivimos en una época en la que todo lo íntimo se expone. El sexo y la violencia se muestran como si fueran espectáculos", afirmó a la psicoanalista Diana Litvinoff, autora del libro El sujeto escondido en la realidad virtual y miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina.
La especialista señaló: "El término ‘exposición’ puede ser tomado en dos acepciones. Una, en el sentido de exhibición y, otra, como quedar expuesto a un peligro. Los adolescentes son conscientes de la exhibición y están orgullosos de eso porque esta es una época en la que se exalta el ser famoso, aparecer en los medios de cualquier forma posible, e Internet es hoy una pantalla más donde mostrarse. Respecto del peligro, muchas veces el adolescente no es consciente. Hay un alto nivel de ingenuidad".
Ante la consulta de cómo puede reaccionar un adolescentes que descubre que sus fotos o videos fueron usadas con otros fines, Litvinoff dijo: "Lo primero que siente es vergüenza. El hace una exposición confiando en cierta discreción del que lo recibe, y esto no es así. Eso le produce una sensación de traición y de vergüenza social". Y recomendó a los padres: "Es importante alertar a nuestros hijos de que hay determinadas expresiones fotográficas o fílmicas que quedan reservadas a la intimidad".
AFIRMACIÓN DE LA SEXUALIDAD
El doctor en psiquiatría y especialista en niños, adolescentes y tecnología, José Sahovaler, explicó: "Todo el mundo se expone desde siempre; no sólo los adolescentes. Pero esto es mucho más importante entre los chicos porque hay un reverdecer propio de la edad. Necesitan mostrarse para reafirmar su sexualidad. Por la mirada del otro, uno se construye y define sexualmente. Si soy atractivo o no; si gusto o no; si soy masculino o no. Estas son preguntas que los adolescentes se hacen acerca de su sexualidad".
Sahovaler agregó que el exhibicionismo impúdico que se ve en los medios influye en los adolescentes. En cuanto a las redes sociales, el profesional dijo que "no son culpables de nada. Hay que ver cuáles son los efectos de la tecnología más que hacer caza de brujas".
Por su parte, Litvinoff se refirió a la red social más famosa de los últimos años, Facebook, con conceptos similares. "También es un lugar de intercambio de cosas positivas, poco se habla de que los jóvenes intercambian poesías propias o ajenas. Se recomiendan libros, se apoyan en momentos de angustia, intercambian ideas políticas y acerca de lo que le sucede...".
"El medio -dijo- puede ser usado de manera abusiva o de una manera productiva de expresión y comunicación".
SEÑALES DE ALERTA
Páginas prohibidas. Si el padre pasa cerca del hijo y éste minimiza todas las ventanas de Internet, indudablemente, miraba algo indebido.
Horario de conexión. Si el adolescente se conecta de noche o sólo activa la PC cuando sus padres están durmiendo, es para prestar atención.
Cambios de conducta. Observar si desde que usa Internet, el chico está más aislado, no conversa.
Falta de control. Ocurre cada vez que e enciende el PC y el padre no tiene registro de lo que hace.
QUÉ HACER
Estar cerca de los hijos. Asumir un lugar de comprensión, aunque sabiendo que hay que decir que no a determinadas cosas.
Acompañarlos. Que los chicos tengan una computadora, que sepan navegar y explorar todo lo positivo que trae la Web, pero con una supervisión adulta en cada caso.
Conocer la tecnología. Es fundamental que los padres conozcan el manejo de las herramientas informáticas de modo de evitar que sean usadas de manera indebida por sus hijos.
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