La edad de acosadores en los colegios desciende hasta los 8 años

La doctora en Psicología Ángela Magaz, impartió en San Sebastián un curso organizado por la Universidad estival vasca titulado Acoso y violencia en el centro escolar: prevención e intervención, y ha explicado que los ejemplos que muchos niños descubren en algunas de sus actividades de ocio son asumidos como «normales», lo que les lleva a intentar «probarlos».

Al adoptar como propios estos patrones de comportamiento violentos, algunos de los escolares se dan cuenta de que les son útiles para conseguir aquello que desean, sobre todo, cuando los profesores «no regulan» este tipo de «interacciones» coercitivas.

La psicóloga ha abogado por formar a los docentes de modo que estén capacitados para detectar y hacer frente a situaciones de acoso entre sus estudiantes.

Con este fin, el curso comenzó con la exposición de un «marco conceptual» para comprender la agresividad, ya que a veces situaciones de violencia generan «mucho rechazo e incomprensión», y no se puede olvidar que todos los seres humanos son «agresivos», con lo que intentarán enseñarles a «gestionar» esa agresividad de manera que no perjudique en el aula.

La psicóloga ha asegurado que más de la cuarta parte de los niños de Euskadi se han visto acosados en algún momento de su vida o han asumido el papel de acosadores, los cuales utilizan cada vez más las redes sociales en internet para amedrentar o presionar a sus víctimas.

Magaz ha explicado también que el perfil del niño acosador es el de un menor que «tiene dificultades», como problemas de rendimiento académico, debido a los cuales recibe «críticas, burlas de sus iguales y recriminaciones de su familia», lo que le lleva a un estado de «ira» que provoca, «como en todos los seres humanos», sentimientos agresivos.

La víctima, por otra parte, es un escolar «diferente», no porque posea características inferiores a los demás, sino porque en muchos casos difieren del resto de alumnos al sobresalir en aspectos como las calificaciones, lo que provoca que otros compañeros los rechacen por ello.