"En las pandemias anteriores, los virus gripales necesitaron más de seis meses para propagarse tanto como lo hizo el nuevo virus H1N1 en menos de seis semanas", afirmó el viernes la Organización Mundial de la Salud (OMS), cuya sede está en Ginebra, en un comunicado difundido en su sitio internet.
El gran número de contagios en tan poco tiempo "se debe a una combinación de factores", explicó este pasado viernes un portavoz de la OMS, Gregory Hartl. A nivel mundial y según el último balance de la OMS publicado el 6 de julio, el virus A (H1N1) había contaminado a 94.512 personas en 136 países y territorios, causando 429 muertes.
"El virus se propaga muy eficazmente de hombre a hombre, incluso sin que haya síntomas" en un portador de la enfermedad, dijo. Además, tal como destacó la Organización tras la aparición de la gripe a fines de abril, actualmente los virus se expanden a la velocidad de los vuelos transatlánticos en los que viajan miles de personas.
EL VIRUS YA NO PUEDE DETENERSE
Interrogado sobre la manera en que pueden determinarse las políticas de vacunación a falta de estadísticas mundiales, Hartl recordó que según la OMS "el virus ya no puede detenerse", y que "todos los países necesitarán la vacuna". Virtualmente, los 6.800 millones de habitantes del planeta podrían ser contaminados, afirmó.
No obstante, la OMS insistió en "el carácter benigno de los síntomas para la aplastante mayoría de los pacientes, que en general se restablecen, incluso sin tratamiento médico, una semana después de la aparición de los primeros síntomas".
Ante esta situación, la Organización añadió que "el recuento de los casos individuales ya no es esencial (en los países más afectados) para seguir el nivel o la naturaleza del riesgo planteado por el virus pandémico", o para dar indicaciones sobre la mejor respuesta a la enfermedad.
En algunos países, el análisis sistemático de los casos sospechosos "moviliza la mayor parte de las capacidades de los laboratorios", lo que deja poco margen "para el seguimiento y las investigaciones de casos graves y de hechos excepcionales", destacó la OMS para justificar su decisión de no dar más estadísticas mundiales.
La OMS pidió a los países afectados que sigan "de cerca los hechos inhabituales", como por ejemplo las contaminaciones graves o mortales en grupos de población, o síntomas infrecuentes que pudieran apuntar a una agravación de la peligrosidad del virus. A partir de ahora, la OMS se limitará a informar sobre los nuevos países afectados.
"La OMS seguirá pidiendo a esos países que comuniquen los primeros casos confirmados y, en la medida de lo posible, den cada semana cifras y descripciones epidemiológicas de los nuevos casos", según la nota publicada.
Argentina, que se convirtió en los últimos días en el segundo país más afectado por la gripe porcina con 137 muertos, detrás de Estados Unidos y superando a México, declaró el viernes una alerta nacional veterinaria tras detectar el virus A (H1N1) en cerdos de un establecimiento de la provincia de Buenos Aires (centro).
"Se han detectado casos clínicos de Influenza A (H1N1) en una explotación de porcinos de la Provincia de Buenos Aires, habiendo sido confirmados por pruebas de laboratorio", anunció el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) en un comunicado.
En los últimos días, la cifra de muertos aumentó en varios países, no sólo en el hemisferio sur, donde es invierno. Según informaciones recabadas por la AFP, el balance de pacientes fallecidos pasó a 125 en México, 37 en Canadá, 29 en Gran Bretaña y 25 en Chile.
En Uruguay, el balance se elevó a 19, mientras que en Colombia son siete, seis en Ecuador, cinco en Costa Rica, cuatro en España y tres en Perú, Paraguay y El Salvador, respectivamente. Un primer muerto fue registrado en Hong Kong. Estados Unidos sigue siendo el país más afectado con 170 fallecimientos.
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