El blog “Del Castellano”, a cargo de un estudiante de literatura clásica, ha elaborado una lista de los errores más comunes que se pueden encontrar en los textos que se publican habitualmente en Internet. Aquí va una guía práctica para no seguir cayendo en ellos.
ESTO, ESO, AQUELLO
No es difícil encontrarse estos pronombres escritos con tilde, es decir, ésto, éso, aquéllo. La tilde es totalmente incorrecta, y la causa más frecuente es una falsa (aunque razonable) analogía con los pronombres éste, ése, aquél y sus correspondientes femeninos, que pueden llevar tilde diacrítica para diferenciarlos de sus funciones más propias de demostrativo (“le di un caramelo a este niño; le di un caramelo a éste”). Esto, eso y aquello nunca llevan tilde, ya que no se pueden confundir con la función de demostrativo.
TI
Por falsa analogía a mí, que lleva tilde para diferenciarlo del mi posesivo, se suele caer en ultracorrección y acentuar el ti. Esta tilde es absolutamente incorrecta, pues no se puede confundir jamás con el posesivo de segunda persona (“tu casa”; “te lo dieron a ti”).
PORQUE, PORQUÉ, POR QUE, POR QUÉ
- Porque. Todo junto y sin tilde es un nexo causal, es decir, se utiliza cuando damos la razón de algo; es el equivalente al ‘because’ inglés (“comí porque tenía hambre”; “I ate because I was hungry”).
- Porqué. Todo junto y con tilde es una palabra que se suele usar de forma totalmente incorrecta. Esta palabra es un sustantivo, y sólo se utiliza cuando es totalmente reemplazable por motivo o alguna palabra similar: dime el porqué de tu queja – “dime el motivo de tu queja (correcto)”; “yo sabía el porqué no vino” – “yo sabía el motivo no vino” (incorrecto).
- Por que. Separado y sin tilde, se utiliza simplemente cuando tenemos un verbo que rige la preposición por y una oración subordinada introducida por que: “recé por tu alma” > “que tu alma se salve” > “recé por que tu alma se salvara”.
- Por qué. Separado y con tilde se utiliza como pregunta, ya sea directa (“¿Por qué te fuiste?”) o indirecta (“No entiendo por qué te fuiste”). No debe confundirse con el porqué, junto y con tilde, anterior.
- Que, qué. Según las explicaciones que dan muchos profesores, qué lleva tilde cuando va en una oración interrogativa o exclamativa. Esto, en un principio, es correcto (“¿Qué decías?”, “¡Qué locura!”). Sin embargo, este truco no siempre funciona, ya que pueden darse situaciones como las siguientes: “¡Que te calles!” – “¡Te he dicho que te calles!” (sería incorrecto “¡Qué te calles!”) o “¿Que quieres más dinero?” – “¿Me estás diciendo que quieres más dinero?” (sería incorrecto “¿Qué quieres más dinero?”).
MONOSÍLABOS
Aunque por norma los monosílabos no se acentúan, hay 8 palabras, y sólo estas 8, que sí. Por tanto, hay que tener cuidado y no acentuar palabras como di (“Te di un regalo”), des (“No me des la brasa”), das (“Nunca me das nada”), dio (“Me dio las gracias”), fue (“Fue Pedro el que lo hizo”), fe (“Ten fe en él”), pie y su plural pies (“Me duelen los pies”), aunque los compuestos como puntapié o ciempiés —por ser polisílabas agudas acabadas en vocal o en -s— sí la llevan.
1. Él, pronombre personal, frente a el, artículo.
2. Dé, del verbo dar, frente a de, preposición.
3. Té, sustantivo, con el significado de “infusión”.
4. Sé, del verbo ser [o saber]
5. Tú, pronombre personal,
6. Sí, afirmación
7. Más, adverbio de cantidad
8. Mí, pronombre personal tónico
ADVERBIOS CON –MENTE
En español se pueden formar adverbios de modo a partir de adjetivos, añadiéndoles el sufijo -mente a la forma femenina (“rico, rica” > “ricamente”; “absoluto, absoluta” > “absolutamente”). Estos adverbios forman palabras que, realmente, tienen dos acentos tónicos (uno en el propio adjetivo y otro en la primera e del sufijo). Sin embargo, sólo se acentúan si el adjetivo original lleva tilde: “fantástico” > “fantásticamente”.
PRONOMBRES ENCLÍTICOS
Los pronombres enclíticos son, en resumen, aquellos que se escriben junto al verbo (“dale un regalo”). Cuando se juntan dos pronombres al verbo (de objeto directo y de objeto indirecto), se tiende a acentuar, incorrectamente, la palabra como aguda: “dameló” > lo correcto es “dámelo” (ya que es esdrújula).
PALABRAS COMO EXAMEN O IMAGEN
Seguramente porque las formas plurales son esdrújulas (“exámenes”, “imágenes”), y por tanto se acentúan siempre, se suele caer en el error de acentuar palabras que, en singular, son llanas y no llevan tilde según las normas básicas de acentuación: examen e imagen no llevan tilde, así de sencillo.
SOLO Y SÓLO
Aunque la RAE acepta el uso de solo sin tilde en su acepción de adverbio, algunos “clásicos” prefieren usarla. El problema es saber distinguir cuándo puede llevar tilde y cuándo no debe llevarla. Sólo puede escribirse con tilde cuando tiene función de adverbio (y por tanto es sustituible por solamente, sin tilde, ojo); ejemplo: “sólo quiero un café - solamente quiero un café”. Solo no lleva tilde cuando funciona como adjetivo; para comprobarlo, basta con cambiar el sustantivo al que se refiere por femenino (en cuyo caso solo pasa a sola) para ver que, efectivamente, funciona como adjetivo, y no como adverbio; ejemplos: “quiero un café solo”; “el fotógrafo está solo ante el peligro la fotógrafa está sola ante el peligro”.
AUN Y AÚN
El uso más común de aún es con tilde, es decir, cuando es intercambiable por todavía; ejemplo: “aún está enfermo todavía está enfermo”. Aun, sin tilde, se emplea cuando es intercambiable por incluso/hasta o por ni siquiera; ejemplos: “te daré 100 duros, y aun 200 si los necesitas” > “te daré 100 duros, y hasta 200 si los necesitas”, “no tengo ni aun la mitad de lo que me pides” > “no tengo ni siquiera la mitad de lo que me pides”.
Por otra parte, en la expresión aun así, aun no lleva tilde, ya que es sustituible por incluso/hasta; ejemplo: “me dijo que me odiaba y aun así le di un beso”, “me dijo que me odiaba e incluso así le di un beso”.
PARTICIPIOS DE LA 3.ª CONJUGACIÓN EN –UIDO
Por una incorrecta analogía con los participios de la 2.ª conjugación (“atraer” > “atraído”) y de la 3.ª en -eído (“reír” > “reído”), que sí llevan tilde para marcar el hiato que se forma, se suele acentuar los participios o cualquier otra palabra acabada en -uido, que, realmente, no lleva tilde, ya que la u se considera que actúa como semivocal/semiconsonante, por lo que es un monoptongo; ejemplos: “destruir” – “destruido”; “imbuir” – “imbuido”; se ve muy claro en un sustantivo como ruido.
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