Sólo durante el pasado año se registró en España un aumento de entre un 10% y un 20% en la demanda de servicios para combatir a las chinches respecto al año pasado, según la Asociación Nacional de Empresas de Control de Plagas (ANECPLA).
El aumento de esta plaga, que se llegó a considerar erradicada, se ha registrado en casi todas las comunidades autónomas, aunque es “notorio” en las Islas Canarias, donde la demanda de servicios de control de plagas y vectores sanitarios ha crecido en un 90%. Asimismo, el incremento ha sido del 50% en la zona del Mediterráneo.
Estos insectos han encontrado nuevos hogares en teclados e incluso móviles.
Al mismo tiempo, esta cuestión ya ha sido objeto de una reunión específica de la Agencia de Protección del Medio Ambiente de EEUU, que lo ha calificado como un “problema creciente”.
FALTAN INSECTICIDAS
Los expertos atribuyen a varios factores el reciente auge de este insecto, que aprovecha el sueño de los seres humanos para alimentarse de su sangre durante la noche. En primer lugar, resaltan que tras la retirada del mercado de productos químicos efectivos contra estas plagas como el DDT, quedan disponibles pocos productos que contribuyan a erradicar a estos insectos, que además han desarrollado resistencia a muchos insecticidas.
Al mismo tiempo, el incremento de los viajes internacionales con origen en países en vías de desarrollo donde esta plaga sigue extendida habría abierto una nueva vía para la reintroducción de la chinche de cama en los países ricos.
APARECEN EN NUEVOS RINCONES
En Estados Unidos se habla incluso ya de “invasión”, y los mismos medios de comunicación alertan sobre la reaparición del molesto insecto. Pero lo peor es que, además de instalarse en las camas y otros lugares típicos como los rodapiés o los peluches, las chinches también se han buscado otros hogares, como los teclados de los ordenadores y a los teléfonos móviles. “Nunca habíamos visto algo así”, explica Mike Deutsch, empleado de Arrow Exterminating, una empresa de desinfección de Lynbrook, en Nueva York, ciudad donde en 2008 hubo 10.000 denuncias por presencia de chinches, un tercio más que en el año anterior.
“Sabíamos que estos insectos no limitaban su presencia a la cama, sillones o sofás, pero ahora los encontramos en lugares que no podíamos imaginar, como los teléfonos móviles, los enchufes y hasta los televisores”.
MARCAS DE SANGRE
Pese a los trastornos que causan, estos insectos no suelen transmitir enfermedades, según señalaba recientemente un estudio publicado en el ‘Journal of the American Medical Association’, aunque sí dejan como firma unas características marcas rojas en la piel de sus víctimas. Dejan también rastros de sangre y de excrementos en las sábanas y su presencia se puede detectar por un olor desagradable que caracteriza a la habitación infestada.
A la hora de alimentarse, este insecto plano, de forma ovalada y unos cinco milímetros de longitud, utiliza su larga proboscis para penetrar en la piel humana. Tras aparearse, las hembras depositan una docena de huevos en sus lugares de descanso. Cada una puede producir alrededor de 345 huevos durante su ciclo de vida, que puede superar los cuatro meses.
¿QUÉ HACER SI APARECEN?
Para evitar la presencia de chinches, ANECPLA aconseja en primer lugar deshacerse de los colchones y ropa de cama donde se han detectado chinches en alguna ocasión. Asimismo, recomienda medidas preventivas como lavar y planchar la ropa a temperaturas elevadas.
De todas las advertencias difundidas hasta el momento, se deduce que nadie escapa a las chinches, ya que lo mismo anidan en hoteles de lujo que en albergues o centros de acogida para las personas sin hogar. De hecho, suelen ser los hoteles de cuatro y cinco estrellas las entidades que más solicitan los servicios de empresas especializadas en estas plagas, “posiblemente porque los de categorías inferiores no recurren a servicios profesionales”, destaca ANECPLA.
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