La preocupante presencia del VIH en estos países se explica por la vigencia de sociedades patriarcales que refrendan la poligamia, por tradiciones, como el que los hombres se acuesten con sus cuñadas en caso de enviudar éstas; o por prácticas modernas, como las de jóvenes que mantienen relaciones con hombres mayores a cambio de dinero, ropa o comida, o las de adolescentes que se inician en el sexo por presión del grupo.
Varias ONG realizaron encuestas para documentar las razones para mantener múltiples y simultáneas parejas. Sue Goldstein, responsable de investigación de Soul City en Suráfrica, una ONG para la prevención del Sida a través de los medios de comunicación, explica que de las entrevistas se deduce que todavía no se entiende el riesgo que supone el VIH: “Y estamos hablando de una emergencia, con 300.000 personas muertas al año en nuestro país”.
Las razones aducidas para las parejas múltiples son diversas. “La gente identifica a una persona como su pareja principal, pero luego tiene varios amantes”, explica Goldstein. “Para los hombres puede ser porque hay actos sexuales que no pedirían a su mujer, a la que deben respetar como madre de sus hijos. Y para las mujeres, porque sus hombres no las satisfacen, pero no lo verbalizan por temor a ser acusadas de infieles. El VIH está también ligado a desigualdad entre sexos”.
MÁS COMUNICACIÓN
Por eso, la campaña insiste en el uso del preservativo, aboga por una mejora en la comunicación de las parejas, lo que en las zonas rurales puede ser complicado. “En algunas lenguas africanas no existen términos para definir clítoris o vagina si no es en términos despectivos y se hace difícil hablar con normalidad”, explica la investigadora.
Para movilizar a las comunidades rurales, Soul City ha reclutado como socio al Consejo de Líderes Tradicionales, que puede estimular el cambio de comportamiento que la campaña pretende. “A veces las cuestiones culturales son erróneas”, dice Goldstein. “Hay líderes que aseguran que la costumbre de hombres de acostarse con las viudas de sus hermanos no tiene que ver con la tradición. Éste exige que el cuñado se responsabilice de la mujer e hijos de su hermano si éste muere, pero no tiene por qué haber sexo”.
SIN ENTRAR EN TEMAS MORALES
En todo caso, la campaña no se posiciona claramente en contra de la poligamia. Las ONG evitan entrar en juicios morales. En estos casos lo que se promueve es que, si todos los miembros de la relación poligámica son VIH negativo, permanezcan fieles. Y, si alguno es positivo, que todos usen condón. La poligamia está presente en Suazilandia, donde su rey, Mswati III, tiene 14 esposas, y en áreas de Suráfrica, donde el que con toda probabilidad será elegido presidente en las elecciones, Jacob Zuma, está casado tres veces (cuatro si sumamos un divorcio).
Gwynneth Wong, jefa de misión de Acción contra el Hambre en Lesoto y Suazilandia dice que “en muchos casos la tradición supone la aceptación social de prácticas modernas”. Así, hombres que se acuestan con varias mujeres con las que no se casan aluden a la poligamia como justificación. La tradición es, para Wong, una de las causas del bajo índice de uso de preservativo: “Exigirlo a tu marido es muy difícil, puesto que sospecha que eres infiel y eso se replica en las otras parejas sexuales”. La columnista del periódico Mail and Guardian, Nikiwe Bikitsha, asegura que la poligamia crece en Sudáfrica por la renuencia de los varones a casarse hasta la treintena, lo que deja a las mujeres con escasas oportunidades de matrimonio.
POLIGAMIA E INFIDELIDAD, RED DE VIH
No todas las relaciones múltiples y simultáneas se explican por la tradición. Tanto o más importantes son las relaciones en las que jóvenes se acuestan con hombres mayores a cambio de dinero, ropa o comida o adolescentes que se inician en el sexo por presión de sus compañeros. “No es sólo la pobreza la que explica el sexo por dinero, hay una presión en el grupo para tener determinados objetos de consumo”, explica Wong, con más de cinco años de experiencia en la zona.
La multiplicidad de este tipo de relaciones supone la creación “de una red sexual invisible que posibilita la transmisión rápida del VIH una vez el virus entra en ella”, tal y como rezan los folletos de la campaña. El virus se transmite con mayor virulencia en las primeras semanas de infección. La tasa de prevalencia del VIH entre las personas involucradas con múltiples parejas es del 36% en hombres de entre 20 y 24 años y del 21% en las mujeres de la misma edad.
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