Las previsiones sobre el cambio climático van a peor año tras año

La revisión del informe la acaban de efectuar esta semana en Copenhague los mismos científicos convocados por la ONU que en su mayor parte elaboraron el trabajo anterior. El resumen de sus conclusiones también será presentado a modo de síntesis en Dinamarca en el mes de junio, pero lo que han avanzado amplifica la amenaza.

El economista británico Nicolas Stern, conocido por su famoso informe en el que predice pérdidas de hasta un 20% del PIB mundial a causa del cambio climático, admitió que las previsiones del IPCC anunciadas en el 2007 fueron incluso “muy optimistas”. Para Stern, ahora “ya no se tiene que explicar solo cuáles son las consecuencias de dos grados más de calentamiento global, sino de forma clara lo que implican cinco grados más”, sentenció.

El incremento previsto de las temperaturas será, de hecho, uno de los aspectos a revisar. Si en un escenario moderado el IPCC apuntaba a un aumento de entre 1,5 y 2 grados hacia fines de siglo, en un contexto de reducción de emisiones de dióxido de carbono, ahora la horquilla realista se eleva hacia los 5 grados o incluso más.

DESHIELO ACELERADO Y ACIDIFICACIÓN DEL MAR
Con las predicciones sobre el aumento del nivel del mar ocurre otro tanto. Así, si el incremento propuesto del nivel del mar oscilaba entre 18 y 59 centímetros, ahora lo razonable es esperar que se sitúe en torno a un metro o algo más de cara a fin de siglo, el doble de lo estimado. ¿Qué ha cambiado? Que el deshielo de Groenlandia y la península Antártica es mucho mayor de lo esperado y que el calentamiento del océano, lo que provoca también su expansión, es más acelerado.

Otra variable alarmante que avanza de forma más rápida de lo pensado es la que se refiere a la acidificación de los océanos a causa del cada vez mayor almacenamiento de dióxido de carbono, lo que cambia el ‘pH’ del agua con efectos aún impredecibles para las especies, pero en ningún caso positivos. Los mayores perjudicados por este fenómeno son los organismos calcáreos, desde plancton como los foraminíferos, protozoos unicelulares que constituyen la base de la cadena trófica, hasta corales, crustáceos o estrellas de mar. Algunos estudios realizados en laboratorio apuntan a que ambas especies podrían desaparecer a finales del siglo XXI.

Lo que ya es evidente es que el nivel de acidez del mar se encuentra en su nivel más alto de la historia y que desde la revolución industrial las emisiones de dióxido de carbono han contribuido en un 30% a la mayor acidez del agua marina.

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