Este es el idílico perfil de las nuevas generaciones de jóvenes que revela el Informe Juventud en España 2008, presentado por la ministra de Igualdad, Bibiana Aído.
En esta última radiografía de la juventud, que se realiza cada cuatro años, una de las novedades más destacables es que nuestros jóvenes parecen madurar antes, pues toman las decisiones importantes de la vida a edades más tempranas. Por ejemplo, se trata de generaciones que se emancipan antes de sus padres, pues hay más menores de 25 años que viven de forma independiente de su familia. Hoy día, sólo un 37% de la juventud no reside en casa de sus progenitores. Ese porcentaje se eleva en las mujeres. De hecho, la mitad de las chicas de 21, 22 y 23 años ya han dado ese paso.
SE VAN ANTES CON LA PAREJA
También se atreven antes a emprender la aventura de convivir con una pareja, pues han aumentado los que lo han hecho entre los 21 y 24 años, e incluso adelantan la edad en la que tienen su primer hijo, ya que hay más mujeres de entre 21 a 26 años que han disfrutado de la maternidad.
Para este informe se realizaron 5.000 entrevistas a jóvenes de entre 15 a 29 años en noviembre de 2007, antes de que se dejaran sentir los efectos de la crisis. Por tanto, el documento refleja que la situación económica y laboral de la juventud ha mejorado, pero se trata de un colectivo que también «ha notado» el actual declive económico.
No obstante, en el momento de realizar la encuesta se comprobó que hay más jóvenes trabajando, sobre todo mujeres. Ellas van ganando protagonismo en el mercado laboral. Además, cuatro de cada diez disfrutan de un contrato fijo, aunque todavía existe una elevada temporalidad en este colectivo, ya que la mitad tiene un contrato con fecha de caducidad. Aun así, la gran mayoría de ellos declara que vive de sus ingresos. Sin embargo, aún hay muchos que siguen manteniendo la dependencia económica de la familia.
Como ocurre en el mundo adulto, tampoco en los jóvenes se reduce la brecha salarial entre hombres y mujeres. Los ingresos medios de ellos se sitúan en 964 euros al mes. Los de ellas en 827. Ante esas cantidades comprar una vivienda lo que consideran inaccesible por falta de recursos económicos.
De lo que pueden presumir los jóvenes es de gozar de buena salud. No obstante, su principal causa de muerte siguen siendo los accidentes de tráfico pero, al igual que ha ocurrido entre la población adulta, ha descendido el número de jóvenes que fallecen en las carreteras, sobre todo porque ahora son más prudentes y respetan más las normas de circulación. La mayoría no conduce si ha bebido, utiliza el cinturón de seguridad y no habla por el móvil cuando se sienta ante el volante.
MÁS PRECAVIDOS ANTE EL SEXO
Son más precavidos e incluso ha aumentado la utilización de métodos de protección a la hora de mantener relaciones sexuales, sobre todo para evitar embarazos no deseados e infecciones de transmisión sexual. Algo que no se produce entre la juventud inmigrante.
Siguen siendo jóvenes solidarios. A la mitad de ellos no les interesa nada la política tradicional. En cambio, existe un grupo que sí está más comprometido con participar en una política menos institucionalizada, a través de campañas de apoyo, de boicot...
También se perciben ciertos velos de mayor conservadurismo para la edad que les toca vivir. Por ejemplo, hay más jóvenes que se han posicionado en contra del matrimonio homosexual, aumentan los que se declaran a favor de la pena de muerte (36%) y son menos los que apoyan el aborto. La religión resulta ahora más importante para ellos.
Incluso son menos tolerantes ante el consumo de drogas. Y más conscientes del peso que arrastra la mujer, pues dos de cada tres admiten que las tareas del hogar las realizan sólo ellas. Y parecen tener intención de que eso cambie, pues la mayoría de la juventud dice que su hogar ideal es una familia en la que los dos miembros de la pareja trabajen y comparten las tareas domésticas.
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