El creciente número de abortos cuestiona los planes sanitarios

En Catalunya se produjeron el año pasado 85.000 nacimientos y 21.000 interrupciones voluntarias del embarazo, con tendencia creciente en ambas cifras. El 39% de los abortos corresponden a mujeres inmigrantes, la mayoría procedentes de Bolivia, Ecuador y Marruecos, y 4.000 fueron solicitados por menores de 18 años, que en el 75% de los casos eran de familias españolas.

"Que una de cada cinco mujeres que se quedan embarazadas decida abortar supone una evidente anomalía en el sistema asistencial", afirma el doctor Eduard Gratacós, responsable del área de Obstetricia en la Maternitat, adscrita al Hospital Clínic de Barcelona.

Este dato también refleja, añaden, que la información sobre salud sexual y reproductiva difundida en los 42 programas que impulsa la Generalitat, así como la asistencia que facilitan el medio centenar de centros que orientan sobre sexo seguro, no están incidiendo en la población que más los necesita.

"Los centros de salud sexual tienen una enorme demanda, pero quienes acceden son las mujeres que llevan una vida normalizada, las que son conscientes del tipo de familia que quieren tener, no las que se quedan embarazadas sin pretenderlo", asegura la comadrona Cristina Martínez, responsable de salud sexual y reproductiva en los centros del Institut Català de la Salut (ICS) situados en Barcelona.

CONOCEN EL CONDÓN
El fenómeno puede empeorar, añade Martínez, en especial si España sigue las pautas de otros países europeos que, aun teniendo avanzadas políticas de salud sexual, registran unas cifras de abortos muy superiores a las de aquí. Y cita el caso del Reino Unido y Francia. "Junto con la reforma de la ley del aborto, habría que introducir nuevas estrategias que eviten los embarazos no deseados -dice la comadrona-.

Todo el mundo sabe para qué sirve el preservativo, pero tener esa información no es suficiente para que se use cuando hace falta".

El preservativo, no obstante, tiene mayor demanda que la píldora anticonceptiva de toma diaria. "Las relaciones sexuales con más de una pareja y el miedo a las infecciones, y al sida, han conseguido que el preservativo gane la batalla, excepto entre la población más vulnerable a contagios y embarazos no deseados: los inmigrantes y los adolescentes", indica Ramon Carreras, jefe de Obstetricia en el Hospital del Mar.

La solución excede al sistema sanitario, e incluso al educativo, considera Cristina Martínez. "La educación sexual no puede empezar en tercero de ESO". "Las adolescentes que no dirigen sus relaciones sexuales tampoco saben poner límites en el resto de asuntos de su vida: si el chico no quiere condón, ceden --prosigue--. Son chicas sin apoyo familiar, con fracaso escolar y una gran desorientación". Ese sector, advierte, ya no es una minoría marginal.

CONCLUSIÓN
Parece que la mera información, y la promoción de las medidas preventivas del embarazo no sólo no controlan el número de embarazos no deseados, sino que estos van en aumento.

La propia razón y sentido común parece indicar que la sexualidad responsable, ajena a la promiscuidad, al sexo libre, y al concepto de erotización de las relaciones es una necesidad. Pero ninguna institución pública parece querer asumir esta realidad y necesidad a la hora de educar y formar a los jóvenes.