En 2025 la ONU calcula que no llegarán a ese mínimo vital 3.000 millones; y en 2050 habrá 5.300 millones de afectados, sobre todo en los países pobres de Asia, África y el mundo árabe. Un cóctel explosivo que el organismo internacional cree que causará la mayoría de las guerras.
A esto se refirió el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, durante su discurso en el acto inaugural de la Expo de Zaragoza afirmando que se necesitamos grandes acuerdos en torno al agua.
África se lleva la peor parte. En el continente, las arbitrarias fronteras trazadas por los colonizadores han hecho que el 90% del agua dulce esté en ríos y lagos compartidos por varios países.
Íntimamente ligado al problema del agua, la Expo de Zaragoza (con un presupuesto de 2.200 euros de inversión pública y 8.800 privada) va a tener otro protagonista: el calentamiento mundial. Los expertos vaticinan una disminución de las precipitaciones precisamente en las zonas donde ya hay más escasez. El lago Chad, por ejemplo, en 40 años ha perdido el 90% de su caudal.
Pero el problema no es sólo de países pobres y lejanos. España encabeza la lista de países europeos amenazados por la desertificación. Esta situación empapará las exhibiciones, los debates y las conferencias de la Expo de Zaragoza.
En el Palacio de Congresos se reunieron la familia real al completo, recibida por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero junto a su esposa, los ministros de Exteriores, Economía y Fomento y los presidentes del Congreso y el Senado. En el acto participaron políticos y líderes regionales. El líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, siguió la ceremonia desde primera fila.
No faltó una amplia delegación de los países participantes y representantes internacionales como el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso; los presidentes de México, Portugal y el primer ministro de Marruecos. La actriz Belén Rueda fue la encargada de conducir la ceremonia de apertura, que, una vez concluidas las intervenciones oficiales y el izado de banderas, dio paso al espectáculo El Gozo del Agua, una coreografía inspirada en el juego y el agua a través de las cuatro estaciones, con música del francés René Aubry.
La inauguración concluyó con una fiesta en el aire... todo ello con un fondo pirotécnico de calculada elegancia cromática.
Afamados arquitectos han dejado su sello en la construcción de puestos, que se agrupan de forma ordenada en grandes áreas ecogeográficas del mundo. También las comunidades autónomas tienen su edificio.
La Expo permanecerá abierta hasta el 14 de septiembre, dejará en la capital aragonesa un legado de modernidad. El gran acuario fluvial, el de agua dulce más grande de Europa, es una de las grandes estrellas de la exposición, está llamado a convertirse en uno de los valores turísticos de la ciudad.
En realidad, todo el recinto, con sus modernos y funcionales edificios, tiene ya un destino industrial pensado para el futuro, con el que rentabilizar las inversiones que se han hecho para la ocasión.
Los visitantes podrán participar de estos debates por Internet, pero el turista sabe que unos días en la Expo le permitirán viajar por islas y costas, oasis y selvas tropicales.
Fluvi, una criatura de agua con ojos, es la mascota que ha diseñado Sergi López para la Expo Zaragoza 2008. Su misión es dar a conocer y divulgar los secretos y las posibilidades del agua y guiar, sobre todo a los más pequeños, hacia el mejor uso de este elemento.
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