Dos tercios de las personas con sida en España han muerto ya

De las 75.123 personas diagnosticadas en España entre 1981 -año de aparición de la enfermedad- y el 31 de diciembre de 2006 han fallecido 49.872 (no hay datos completos de 2007). La diferencia indica que hay unas 25.000 personas con sida, y aproximadamente otras 125.000 que tienen el virus que la causa, el VIH. Estos últimos, acabarán desarrollando sida, sobre todo si no se tratan.

La introducción en 1996 de los nuevos tratamientos (los famosos antivirales) supuso un respiro, y la relación entre diagnosticados y fallecidos bajó del 85% de ese año al 50,7% de 1998. Estos datos quieren decir que se diagnosticaba el doble número de personas que las que fallecían, pero no que fueran las mismas (la enfermedad tiene una evolución de años, incluso de décadas).

Pero esa proporción ha repuntado, y está actualmente en el 75% (por cada cuatro personas que reciben el diagnóstico, hay tres fallecimientos, la mayoría de personas que llevaban mucho tiempo diagnosticadas para las que los tratamientos ya no son eficaces). Esta tasa, indica el agotamiento de la eficacia de los antivirales, con la aparición de cepas de virus resistentes.

El Ministerio de Sanidad calcula que cada año hay unas 3.000 personas que se infectan. El principal problema para éstas es que muchas no lo saben (aproximadamente un 40% del total).

Esta proporción varía mucho según la vía de transmisión. Los más despreocupados son quienes se han infectado por mantener relaciones heterosexuales sin protección. Entre ellos, el porcentaje sube al 60%. En los hombres infectados por tener relaciones con otros hombres sin tomar las medidas adecuadas el porcentaje es un 55,8%, una proporción que aumenta con respecto a años anteriores y que indica que se le está perdiendo miedo a la infección. En cambio, entre los usuarios de drogas por vía intravenosa que han compartido jeringuillas la tasa es del 15,7%, lo que demuestra que estas personas están más informadas sobre su estado de salud.

El Plan Nacional sobre Sida y las ONG coinciden en los mensajes: prevención y hacerse la prueba después de una práctica de riesgo.