El viejo concepto de buena educación se ha revolucionado ante unas herramientas nuevas que facilitan la comunicación pero que, también, trastocan la convivencia. Pero el correo electrónico y el teléfono móvil también tienen sus propias reglas de cortesía.
En España hay más de un terminal por habitante. Dieciséis millones de personas han utilizado Internet en los últimos tres meses. Hoy casi nadie puede vivir sin estas herramientas. Miles de negocios se cierran cada día acelerados por el móvil o el correo electrónico. Y también muchas relaciones se mantienen gracias a ellos. Pero, ¿hasta qué punto influyen en la convivencia y repercuten en la manera de comportarnos con los demás?
La imagen de una persona que habla por el móvil mientras se dirige al dependiente de la frutería o compra el periódico no es inusual. Tampoco se hace extraño ya escuchar las músicas más insospechadas en momentos inadecuados que provienen de un móvil que debió haber sido silenciado o apagado. Pero no por comunes estos comportamientos son correctos. Según los expertos, van en contra de las normas de protocolo.
INTERNET NO ES UN MUNDO ANÁRQUICO
La Red también tiene sus normas de comportamiento, la ciberetiqueta o net-etiqueta. Todo usuario de la Red debería conocer las tres reglas básicas de la ciberetiqueta: no enviar correos con archivos adjuntos pesados, no remitir correo spam o no deseado y no escribir en mayúsculas.
Sin embargo, para los expertos, el instrumento que más rompe las pautas básicas de cortesía es el teléfono móvil. Estos aparatos empezaron siendo sólo para comunicarse profesionalmente. Hoy se han convertido en elementos que inciden en la convivencia social y la perturban. La gente no se corta a la hora de contar por teléfono ni siquiera temas confidenciales, por no hablar de móviles que suenan en el cine o, lo que es peor, durante una boda o un funeral. Muchas veces no son conscientes de la mala imagen que dan. No sólo por no haber apagado o silenciado el móvil, sino también por el tipo de música que llevan.
No sólo la música es molesta. También las horas de llamada. Parece que todo momento es bueno para telefonear a alguien al móvil. No se respeta la hora de la comida ni mucho menos la de la siesta, e incluso se reciben llamadas a horas intempestivas.
Cada vez más personas pasan tiempo pegadas a su móvil. Hablando, enviando mensajes o contestando al correo electrónico. Ochenta y cuatro minutos de media al día, 18 minutos más que en 2006, según un estudio elaborado por el fabricante de terminales Nokia. Uno de los usos más comunes es el envío de mensajes de texto.
Algunos aseguran que el uso del móvil no vuelve a la sociedad más maleducada, sin embargo, también piensan que es fundamental que no se convierta en protagonista y centro de todo. Como estar en algún acto público y que a alguien le suene el móvil. El comportamiento habitual de los asistentes es volverse para ver quién ha sido el descuidado.
Esa generalización en el uso del móvil y el hecho de que cada vez más gente utilice Internet -seis millones de hogares españoles tienen acceso a la Red, el 41,1% del total- ha hecho que la mayoría de las escuelas de protocolo hayan incluido en sus programas un módulo dedicado a las reglas de etiqueta en las nuevas tecnologías.
Capítulo aparte merece el uso del manos libres. En un caso, un hombre llamó a su esposa que estaba conduciendo y con el manos libres activado y le dijo: ´Menos mal que se han ido los pesados de tus padres´. No sabía que esos ´pesados´ estaban en el asiento de al lado.
Las normas de cortesía cambian y se adaptan a las nuevas tecnologías. Pero para los expertos en protocolo los maleducados suelen serlo con móvil o sin él. En la Red y fuera de ella.
CORTESÍA TELEFÓNICA Y CIBERNÉTICA- Disponibilidad. Preguntar siempre si es buen momento para hablar.
- Músicas inoportunas. Los tonos de llamada del móvil deben ser discretos. Además, el teléfono debe silenciarse o apagarse en lugares como los hospitales, el cine o comidas.
- Llamadas urgentes. Si es imprescindible atender a una llamada de teléfono móvil durante una reunión o un acto social, nunca se debe responder delante del resto de asistentes.
- Correo electrónico. Los correos deben contestarse en las 24 horas siguientes a su recepción.
- No a las cadenas. Enviar correo no deseado o las típicas cadenas de mensajes es de muy mal gusto.
- Copia oculta. No se debe revelar el correo electrónico de los otros destinatarios de un mensaje común, sino incluirlas en el apartado CCO (copia oculta)
- Mayúsculas. Utilizar las letras minúsculas y mayúsculas correctamente.
- Firma. Los SMS y los correos electrónicos siempre deben ir firmados.
- Archivos. No enviar por correo electrónico archivos muy pesados.
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