La mediación resuelve uno de cada cinco conflictos familiares

La mitad de los servicios de intermediación prestados en este tipo de casos incluyen un estrecho seguimiento de los acuerdos alcanzados entre las partes. Según Leticia García, coautora junto a Ignacio Bolaños del estudio sobre "La situación de la Mediación Familiar en España, la mediación es un instrumento de paz social en apoyo a la familia, un proceso voluntario y extrajudicial, propiciado por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales y la Universidad Complutense de Madrid.

La figura del mediador no es todavía suficientemente conocida en España, pero ya cosecha resultados positivos en numerosas comunidades autónomas. Se puede solicitar la presencia e intervención de esta institución imparcial a través de los Centros de Atención a la Familia (CAF) radicados en los distritos de las ciudades.

Los especialistas en estos servicios son, en su mayoría, psicólogos (79%) y licenciados en Derecho (71,7%), aunque también los componen trabajadores sociales (39,6%), educadores sociales (15%) y personal administrativo (24%).

La inmensa mayoría de las labores de estos servicios de mediación se centran en buscar ´puntos de encuentro´ en los procesos de ruptura de pareja y la corresponsabilidad parental, aunque también se extiende a otros ámbitos de prevención de pleitos familiares, como las herencias, las incapacitaciones, el reparto de bienes, los internamientos de personas mayores o las labores de acogimiento y adopción, entre otros.

EVITAR EL PROCESO JUDICIAL
El recurso a la mediación desecha la posibilidad de iniciar un procedimiento judicial contencioso y resuelve los conflictos que se puedan suscitar. El mediador es imparcial, neutral, capacitado, sin ningún poder de decisión y contribuye a la cultura de la paz.

Y si el caso es de separación o divorcio, y hay hijos de por medio, el mediador se encarga de garantizar la protección del interés superior del menor.

Según las conclusiones del estudio, existe un ´equilibrio´ entre los servicios de mediación de titularidad pública y privada en España, aunque los servicios privados de intermediación ofrecen una oferta más amplia frente a la más restrictiva de los públicos.

Del estudio se desprende que de casi todos los servicios de mediación registrados en España hasta ahora, han acabado con resultados exitosos casi un 20% de los casos.