Los científicos podrían crear embriones citoplásmicos un 99,9% humanos pero con genes animales. Permitiría desarrollar terapias para el tratamiento de enfermedades degenerativas aunque se prohibirá que estos embriones sean implantados en úteros. El proyecto debe pasar todavía los trámites parlamentarios.
La práctica se reservará a la creación de «quimeras» que sean en un 99 por ciento humanas, prohibiéndose la fusión directa de esperma y óvulos de distintas especies. Los embriones híbridos deberán ser destruidos antes de las dos semanas de vida y nunca deberán ser implantados en un útero.
La decisión se debe a la fuerte presión ejercida por grupos de científicos ante la acuciante falta de óvulos humanos para la investigación. El procedimiento básico consistirá en transferir el contenido de ADN de células humanas, procedentes por ejemplo de la piel, a óvulos de animal de los que previamente se remueva casi toda su información genética. De los embriones se extraerán células madre para uso científico.
DURAS CRITICAS ÉTICAS
Este singular paso ha sido duramente criticado por diversas agrupaciones de bioética, como el grupo Comentario sobre Ética Reproductiva, que considera que el Reino Unido llevará el horror a Europa y a todo el mundo.
Pero el Gobierno británico, tras una demora de varios meses, ha decidido incluir la nueva medida en el borrador de la Ley de Fertilidad, que vendrá a actualizar la Ley de Fertilización Humana y Embriología, aprobada en 1990.
La secretaria de Estado para la Salud Pública, Caroline Flint, cree que el paso se da tras obtener pruebas de la importancia del uso de embriones híbridos ya que puede ser usada para beneficio científico.
Flint precisó que la ley exigirá que los centros que quieran mezclar material genético humano y animal deberán pedir permiso en cada caso, y circunscribirán su investigación a la búsqueda de remedios a enfermedades graves.
El borrador de Ley de Fertilidad contempla otros aspectos. Elimina la necesidad de un padre para procesos de fertilización artificial, por lo que las clínicas no podrán negar el tratamiento a madres solteras o parejas lesbianas. A la ya aprobada obligación de desvelar el donante de esperma, si así lo solicita la persona concebida con esa donación al cumplir los 18 años, se unirá el deber de informarle además sobre hermanos que nacidos también a partir de la donación, si así lo quiere.
PERMISOS INDIVIDUALIZADOS
La Autoridad para la Fertilización Humana y Embriología (HFEA en sus siglas inglesas), órgano regulador, analizará cada petición individual, y el permiso se otorgará para una única línea de investigación, debiéndose solicitar otras licencias si se desea extender el procedimiento para otros casos.
El Instituto Nacional para la Investigación Médica ha acogido con satisfacción la nueva normativa. «Esta línea presenta muchos beneficios potenciales para la comprensión de enfermedades y sus tratamientos, y no debe ser temida», dice el profesor Robin Lovell-Badge, jefe de la división de Desarrollos Genéticos del instituto.
El texto, en cambio, mantiene la prohibición de la selección de sexo por razones no médicas, y la limitación a enfermedades graves para aplicar un test de preimplantación de embriones. Seguirá vigente la prohibición de este test cuando se desee un feto con determinada enfermedad, como recientemente solicitó una pareja de sordos que querían que su hijo naciera también con sordera.
Si quieres comentar o