Regular la prostitución: ¿perpetuar una violencia de género o conseguir dignidad laboral?

El debate ha cobrado mayor fuerza en Europa ante la alarma del aumento de mujeres forzadas a prostituirse en Alemania con motivo del Mundial de fútbol.

La prostitución en España ha aumentado considerablemente en los últimos años (se calcula que existen alrededor de 300 mil trabajadoras sexuales), especialmente tras la llegada masiva de inmigrantes de países de Europa del Este y América Latina.

La postura 'abolicionista' asegura que cualquier forma de explotación sexual de las mujeres representa una expresión de la violencia de género (poder y humillación), mientras que 'legalizacionista' respeta el derecho de elegir este campo de trabajo y aboga por condiciones de dignidad laboral.

DERECHO A ELEGIR Y CONDICIONES PARA ELLO
Países como Holanda y Alemania ya han incluido en sus legislaciones códigos que otorgan derechos a las prostitutas a ejercer su trabajo y les dotan de condiciones de seguridad para ello.

En su proyecto de ley para regular el ejercicio de la prostitución, el gobierno de Catalunya se refiere a ella, no como profesión, pero sí como "servicios sexuales remunerados", como dicta una normativa del Tribunal de Luxemburgo.

Lo que sí es ilegal en todos los países de la UE es el tráfico de seres humanos, la explotación, lucrarse con el trabajo ajeno de prostitutas y las coacciones y mafias que a menudo rodean esta práctica.

VIOLENCIA DE GÉNERO
Buena parte de las ONG y organizaciones de mujeres han mostrado su rechazo a cualquier manera de legalización de la prostitución y pusieron de manifiesto que el ejercicio de este oficio perjudica gravemente la salud y calidad de vida de las mujeres prostituidas, además de representar una forma más de violencia de género.

La Plataforma por la Abolición de la Prostitución, considera que regular significa legitimar, y no se puede legitimar el hecho de poner precio al cuerpo de una mujer. Por su parte, la Federación de Mujeres Progresistas y la Asociación para la Reinserción de Mujeres Prostituidas opinan que el reconocimiento legal de la prostitución supondría potenciar la trata de mujeres con fines de explotación.