“Sobremesa”: una iniciativa internacional con sabor español para comunicar el evangelio

Unos 5 millones de jóvenes estudian en el extranjero cada año. La mayoría llega a ciudades y campus que no han visitado antes, por lo que no lo tienen fácil por conectar con otras personas.

La pandemia de Covid-19 no ha hecho más que complicarlo todo todavía más. Las restricciones a las actividades sociales y el clima de miedo y tensión sociopolítica agregan obstáculos a quienes desean encontrar una comunidad en el país al que llegan.

La Comunidad Internacional de Estudiantes Evangélicos (IFES, GBU en España) ha lanzado la iniciativa “Sobremesa”, un llamado a todos los estudiantes cristianos a involucrar activamente a los estudiantes internacionales en su campus. La palabra española que han elegido como nombre, “Sobremesa”, es descrita por la organización como un momento relajado de conversación después de una comida compartida.

“En un mundo lleno de conflictos y tensiones, Dios extiende su radical hospitalidad y amor hacia todas las personas. ¿Y si tus compañeros internacionales pudieran vivir esa hospitalidad a través de ti?”, Dice esta federación de movimientos universitarios cristianos nacionales presentes en todos los continentes.

La iniciativa tiene que ver con “sentarse a una mesa donde personas de todas las naciones, todas las tribus y todas las lenguas sean bienvenidas en el nombre de Jesús; una mesa que se completa en su diversidad; y una mesa que refleja el carácter amoroso de Dios”.

Evangelical Focus preguntó a Martin Haizmann (Alemania) e Yvonne Choo (Singapur) sobre esta iniciativa.

Pregunta. En una época de restricciones sociales y limitaciones de viaje de Covid-19, IFES está lanzando una iniciativa para llegar a estudiantes internacionales. ¿Por qué?

Respuesta. Bueno, ¡esta iniciativa es necesaria en cualquier momento! El número de estudiantes internacionales ha aumentado de forma continua y rápida durante las últimas décadas. Y la pandemia supuso un inmenso desafío para muchos de los estudiantes internacionales.

Algunos de ellos regresaron a sus hogares al comienzo de la pandemia y tuvieron dificultades para regresar al país en el que estudiaron. Otros se quedaron y se encontraron muy solos. No encontraron la forma de viajar de regreso a casa, con contacto muy limitado con otras personas ya que las conferencias se llevaron a cabo de forma virtual, luchando financieramente, etc. Fue genial ver a los movimientos de IFES (por ejemplo en Serbia) visitar intencionalmente a estudiantes internacionales y darles paquetes de alimentos.

P. Pasar tiempo con personas que aún no conoces bien y ver qué conversaciones surgen, ¿es esa la idea detrás del proyecto?

R. Sí, esa es la idea. Queremos que nuestros estudiantes de IFES miren a su alrededor, perciban a los que vienen de otros países. La idea es conectarnos con ellos, extender la hospitalidad y la amistad, y luego estamos seguros de que surgirán conversaciones significativas, sobre todo sobre nuestra fe.

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P. La pandemia ha aislado a muchos estudiantes y no les ha permitido experimentar plenamente la vida social en la universidad. Muchos estudiantes dicen que su vida social se reduce en gran medida a los juegos online, las reuniones virtuales, etc. ¿Cómo pueden los grupos de estudiantes cristianos en las universidades ayudar a revertir esta situación?

R. Un ejemplo es organizar excursiones (a un viaje de un grupo alemán de IFES se unieron más de 60 estudiantes internacionales). Otro ejemplo es promover un programa de hospitalidad al que los estudiantes internacionales pueden inscribirse que los conecta con familias cristianas locales.

Podemos invitar a los estudiantes para Navidad u organizar campamentos. En algunos lugares, nuestros estudiantes (junto con las iglesias) están brindando capacitación en apoyo a la salud emocional.

Cuanto mayor es el aislamiento, mayor es la necesidad de contacto humano. Si somos capaces de ser sensibles a los temores y preocupaciones de la comunidad internacional, podremos aportar nuestra sinceridad a la mesa y ofrecer lo que muchos buscan: una amistad genuina.

La pandemia ha planteado desafíos, pero también nos ha brindado una oportunidad. Una oportunidad para tocar la vida, tanto literal como figurativamente, de personas hambrientas de conexiones. Quizás lo que necesitamos es creatividad e imaginación para hacer estas conexiones. De esta manera, podemos ofrecer a los estudiantes una vitalidad en el campus que esta generación no consigue a menudo.

P. Los estudiantes cristianos en la universidad han trabajado durante mucho tiempo con estudiantes internacionales. ¿Qué resultado específico has visto en el pasado?

R. Bueno, el primer resultado está en nuestro propio corazón, al empezar a ver a las personas con los ojos de Dios. Empezar a conocer y apreciar la riqueza de la creación de Dios, de las culturas, de las personas y superar nuestros propios prejuicios. De hecho, cuando nos acercamos, los más afectados por nuestra iniciativa somos nosotros mismos. Aprendemos más sobre nosotros mismos y el mundo en el que vivimos.

Otras culturas y visiones del mundo actúan como un espejo para que reflexionemos sobre nuestros propios puntos de vista, culturas y prejuicios. Esperamos que algunos encuentren el valor de tender puentes.

[photo_footer]Estudiantes de un grupo cristiano en Sudáfrica./ IFES World[/photo_footer]

P. ¿Qué importancia tiene esta apertura a personas de otras culturas en tiempos de creciente nacionalismo y sentimientos antiinmigración?

R. Los cristianos deben estar al frente de esto. Conocemos al Dios único y Creador de todas las personas (dando a cada ser humano el mismo valor y dignidad), nosotros mismos somos llamados a una nueva comunidad (la nueva humanidad de Efesios 2). Tenemos una hermosa visión de la gente de todas las naciones un día reuniéndose alrededor del trono y adorando al único Dios (Apocalipsis 7). Entonces, marcaremos la diferencia en nuestro mundo si comenzamos a extender el respeto, la hospitalidad, la amistad y el amor al “extranjero”.

Te doy un ejemplo específico de la historia alemana. En 1937, se le pidió al movimiento de Estudiantes Cristianos que precedió al actual movimiento IFES en Alemania que firmara el “Párrafo Ario”, como todas las demás organizaciones e instituciones en Alemania en ese momento. Esta cláusula en los estatutos de una organización reservaría la membresía únicamente para miembros de la raza aria y excluiría a los no arios. La mayoría de los grupos de estudiantes estaban dispuestos a firmar esta cláusula, pero algunos plantearon la cuestión de los estudiantes internacionales, estudiantes de ascendencia no aria ni alemana, que también formaban parte de sus grupos. Cuando discutieron este tema entre ellos, quedó claro que el compañerismo con estos estudiantes internacionales era más valioso que pertenecer a la nación alemana. La organización se negó a firmar el párrafo ario. En consecuencia, fueron prohibidos y tuvieron que pasar a la clandestinidad. El hecho de que tuvieran estudiantes internacionales en sus grupos los había salvado de hacer causa común con el régimen nazi y traicionar su fe. Habían entendido esto: nuestra identidad principal no es nuestra nación o nuestro grupo étnico, sino la nueva comunidad de Dios, una comunidad multiétnica, un nuevo pueblo formado por todas las naciones.

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P. ¿Qué más os gustaría agregar?

R. Esperamos profundamente que esta Iniciativa inspire y desafíe a innumerables estudiantes cristianos a extender su amistad a estudiantes internacionales, para que esos estudiantes conozcan a alguien que los respete, valore y se preocupe por ellos... Y comiencen a preguntar acerca de Aquel que motiva y habilita para tal amor - el Señor Jesucristo mismo.

Conozca más sobre la iniciativa “Sobremesa” aquí.