Estudio de dos décadas

A más castigo físico, mayor agresividad

La consecuencia del castigo físico es un aumento de la agresividad hacia padres, hermanos, otros niños, y finalmente a sus parejas.

CANADÁ 21 DE FEBRERO DE 2012 23:00 h

En el pasado de los golpeadores hay golpes. Así lo indica un estudio publicado en la Revista de la Asociación Médica Canadiense (CMAJ, siglas en inglés), que señala que los castigos corporales aumentan la agresividad de los niños y puede cambiar áreas en el cerebro vinculadas al rendimiento en pruebas de coeficiente de inteligencia.

Los doctores Joan Durrant y Ron Emson analizaron investigaciones realizadas durante los pasados 20 años sobre castigos corporales y concluyeron que "sin ninguna excepción" la conclusión es un aumento de la agresividad hacia padres, hermanos y otros niños y posteriormente sus parejas.

PROBLEMAS MENTALES
"Virtualmente sin ninguna excepción, estos estudios desvelaron que el castigo físico estaba asociado con mayores niveles de agresividad" afirmaron la doctora Joan Durrant, del Departamento de Ciencias Sociales de la Familia de la Universidad de Manitoba y Ron Emson, del Hospital Infantil del Este de Ontario.

El estudio también indica que el castigo físico está asociado con problemas mentales como depresión, ansiedad y el consumo de drogas y alcohol.

REPETICIÓN DE CONDUCTAS
Los autores añadieron que "los resultados sugieren de forma consistente que el castigo corporal tiene un efecto causal directo en la exteriorización de comportamiento, ya sea a través de una respuesta reflexiva al dolor, modelización (se alienta este tipo de comportamiento con el ejemplo) o procesos familiares coercitivos". Es decir que el modelo aprendido en casa se repite en las relaciones futuras.

Según este informe, muchos problemas sociales podrían prevenirse si los mayores –padres y educadores- tuvieran en cuenta que el castigo físico tiene graves consecuencias, ya que no sólo puede cambiar áreas en el cerebro vinculadas al rendimiento en pruebas de coeficiente de inteligencia, sino que también aumenta la agresividad y la vulnerabilidad de la dependencia de drogas y alcohol.

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mery

27/02/2012

21:53 h

mi bebe tiene 2 años le gusta pegarle a todo el mundo , no se q hacer para no lo vuelva hacer ,porq se le habla y no hace caso

Respondiendo a mery

Ja Ranc

27/02/2012

20:18 h

Una cosa es disciplinar a nuestros hijos, educandolos con nuestro ejemplo como padres, corrigiendolos, encausandolos con palabras, consejos y en determinados momentos recurrir al consejo de José Maria, complementado por IVONNE MEDINA y otra es maltratar fisicamente a nuestros hijos por nuestras frustraciones como adultos, aqui es donde se gesta el nunca acabar de la delincuencia juvenil.

Respondiendo a Ja Ranc

esther

24/02/2012

21:38 h

vale, eso es lo que piensa el mundo.... no lo que dice la Palabra de nuestro Padre... de que nos aprovechas esto???? no me importan las opiniones del mundo

Respondiendo a esther

Gerson Omaña

24/02/2012

19:28 h

Dice la Biblia en Prov 3:11-12 'No menosprecies, hijo mio, el castigo de Jehová, ni te fatigues de su corrección; Porque Jehová al que ama castiga, como el padre al hijo a quien quiere'. Si queremos formar hombres de bien, verdaderos hijos de Dios, verdaderos cristianos, debemos entender que la disciplina es necesaria, lo que no debe hacerse es agredir o estar pronto destriur, la corrección es necesaria para enderezar algunas malas conductas de nuestros hijos...conozco muchas personas que fueron agredidos por sus padres y por ello no corrigieron a sus hijos...pero una vez adultos estos hijos, no hubo manera de detenerlos en sus malas acciones por cuanto los limites y disciplina no se imparti

Respondiendo a Gerson Omaña

Toleremos el pecado, por favor

24/02/2012

19:32 h

Claro que sí, la moral cristiana crea monstruos. ¿O era que nacemos con una naturaleza pecaminosa? O sea, que lo mejor es dejar pasar el pecado, ni mencionarlo, no vaya a ser que los niños se nos acomplejen y enloquezcan. Pero, para eso, ¿no tenemos a los psicólogo-pastores?

Respondiendo a Toleremos el pecado, por favor

Ivonne Medina

24/02/2012

19:30 h

La disciplina aplicada con sabiduría y sin ira es bíblica.

Respondiendo a Ivonne Medina

Galo Nómez

24/02/2012

02:16 h

Durante las décadas de 1940 y 1950, un niño en Estados Unidos fue criado por sus abuelos en los más severos principios de moral cristiana, a punta de castigos físicos. Durante los años 1960, ese niño, ya adulto, quiso acercarse a Dios y con un grupo de personas tan desorientadas como él, formó una iglesia a la que llamó con el simbólico nombre de La Familia. Por aquel entonces, las personas de su país y del mundo mostraban un relajamiento que se alejaba de los principios bíblicos que le habían inculcado. Ante lo cual, y temiendo que su pasividad le significara una corrección de parte del Señor, tal como le habían advertido sus abuelos, decidió actuar y ordenó asesinar a varios representantes

Respondiendo a Galo Nómez

maria

23/02/2012

17:53 h

Una cosa es la agresividad hacia los hijos y otra la disciplina . Por el puesto en el que trabajo discrepo completamente de esta idea, cada caso es diferente, hay niños que con dos años son ya maltratadores con sus padres menos agresivos posibles (porque estos no tienen disciplina)

Respondiendo a maria

Carlos Martinez

23/02/2012

17:53 h

1 El propósito de educar a nuestros hijos en el hogar es para que vivan una vida piadosa, no para que vivan una vida próspera. 'Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos.' Nuestras metas educativas primarias son las de modelar e impartir un ardiente amor a Dios y Sus mandamientos. Un conocimiento completo de Su Palabra ha de saturar nuestra mente e influir en nuestras decisiones al meditar en la voluntad de Dios para nosotros. Nuestro conocimiento de Dios y nuestras actitudes hacia Él deben ser transmiti

Respondiendo a Carlos Martinez

José María

23/02/2012

17:57 h

Por supuesto que no se puede maltratar a los niños, pero un buen cachete a tiempo allí donde la espalda pierde su nombre (no en sitios que puedan dañar), es buena medicina. Ya vemos como la sociedad va mejorando y mejorando con todas estas teorías...cuantas terapias, psicólogos, recomendaciones, conferencias...nos ahorraríamos si nos aferráramos a la Palabra. Saludos.

Respondiendo a José María

Viva el humanismo

23/02/2012

09:57 h

Claro, no hay más que darse cuenta que la Biblia se equivoca, especialmente en Proverbios. Los hombres son más sabios que Dios.

Respondiendo a Viva el humanismo

Galo Nómez

23/02/2012

09:58 h

Ojalá esto le llegue a ciertos cristianos evangélicos. Me he topado con algunos que recitan pasajes del AT donde se recomienda golpear al hijo