Esta semana ha sido publicado en los medios un informe que sin lugar a dudas creará mucha polémica a nivel internacional. Se trata del
informe Baileyencargado por el primer ministro Británico David Cameron por iniciativa de diversas asociaciones de padres de Reino Unido.
El estudio sugiere la necesidad de crear un escudo para proteger a los niños de convertirse en precoces consumidores de la sexualidad.Aunque de momento se trata sólo de un informe con advertencias y recomendaciones, el Gobierno británico parece decidido a endurecer las leyes de protección al menor.
Sin la menor duda el tema molestará a algunos defensores de la educación liberal, publicistas e industrias que se lucran de la venta de determinados productos para la infancia. Creo que
la propuesta es interesante y debe ser llevada a discusión en nuestros foros y en nuestras iglesias.
¿Habrá quien podría prever hace tan solo una década que una de las cuestiones urgentes que padres, asociaciones profesionales y actualmente gobiernos intentan enfrentar y poner límite sería la promoción de la sexualidad adulta en los niños?
Hay quien podría decir que fabricar zapatitos de tacón para niñas de 5 años no significa sexualización pero qué decir de los tangas "hilo dental", los tops que dejan el ombligo al aire, las minifaldas o los bikinis con relleno para niñas de 7 años. Estas son señales claras de una tendencia que está llevando a gobiernos y a asociaciones profesionales a tomar tal actitud.
¿A qué juegan hoy los niños? Los niños juegan a lo que ven. La vía principal de aprendizaje es la imitación de lo que ven a su alrededor, en su entorno, familia, televisión, escuela, amigos… eso es lo que ayuda a conformar su conducta y lo que hoy ven entra por el formato de la televisión e internet. Mientras los varones sueñan con ser como Messi o Cristiano Ronaldo, las pequeñas de la casa están cada día menos interesadas en jugar a las muñecas, a las cocinitas, en aprender a patinar o andar en bici. Ahora quieren imitar a las nuevas heroínas infantiles como "las divinas" de la serie de TV Patito Feo donde dos grupos están enfrentados por conseguir popularidad en el colegio. Las divinas son glamurosas, simpáticas y guapas mientras que las populares son las feas, es decir llevan gafas, ortodoncia y tienen valores. Las niñas hoy ya no quieren jugar a mamás, ahora a las niñas les gusta mover las caderas como Shakira quien en su último video "Rabiosa" muestra su lado más salvaje en una fantasía erótica haciendo de stripper mientras canta "oye papi, vuélveme loca, aráñame la espalda y muérdeme la boca".
Por eso es lógico que las niñas de corta edad imiten modelos cada vez más sensuales y provocativos, si esto es lo que están percibiendo, y que demanden productos destinados a un público adulto como cosméticos, mechas.... Si a esto sumamos que los niños a esta edad todavía no tienen la capacidad para decidir qué imagen quieren tener y desde la familia en vez de proponer modelos alternativos se refuerza este comportamiento con halagos del tipo “que mona le queda esta minifalda” o “que bien imita a Lady Gaga”, es lógico que las niñas aprendan a dar más importancia a premios como la atención de los chicos que a otros más convenientes como el rendimiento escolar o las aptitudes artísticas o deportivas, lo que limita su futuro y oportunidades.
Todo esto ayuda a perpetuar los patrones machistas que permanecen vivos todavía en la sociedad española y que son admitidos por las chicas, instaladas en una habilidad de atracción física que reproduce las relaciones dominantes y desiguales, a que midan su valía como personas a través del sexo, actitudes que creíamos estaban desapareciendo de nuestra sociedad.
Los especialistas alertan de este fenómeno al que denominan
sexualización precoz de la infancia o
erotización infantil, concretamente de las niñas.
La
American Psychological Assotiaton publicó en el año 2007 un documento informe “Report on the sexualization of girls”, que es un estudio sobre la sexualización de las niñas y las diferentes formas de esta moda, que es altamente perjudicial para la salud infanto juvenil.
Los expertos comienzan definiendo el término.
Hay “sexualización” cuando alguien es valorado por su atractivo sexual excluyendo otras características personales o es visto como objeto de uso sexual. Exponen que los niños están siendo inculcados a una sexualidad adulta. Las niñas son alentadas a parecer sexys incluso sus muñecas lo son. Crecen, dice el informe, en un entorno saturado de mensajes con contenido sexual. Denuncian que desde diversos frentes se potencian actitudes en la mujer como la ingenuidad, candidez, inocencia, sumisión… que promueven la situación de dominio e invitan a anular comportamientos firmes, de seguridad, intelectualidad… considerándolos masculinos y poco atractivos para los hombres.
No sólo es un problema el hecho de adelantar la adolescencia saltándose la etapa infantil, la erotización infantil es un predictor de futuros problemas psíquicos y físicos. Trastornos de la conducta alimentaria son subproductos de este desajuste emocional apareciendo la anorexia y la bulimia en prepúberes. También los complejos estéticos, la insatisfacción hacia el propio cuerpo aparece a corta edad y al llegar a la adolescencia las inclina a pensar en la cirugía como el remedio a sus males.
PREVENCIÓN Y SOLUCIONES PRÁCTICAS
¿Qué pueden hacer los padres para proteger a sus hijos de la sexualización infantil?
No contribuir con actitudes y hechosen la sexualización de sus hijas. En ocasiones los padres pueden ser colaboracionistas sin saberlo. No se debe dar un doble mensaje, pretender que los niños vivan la etapa infantil saludablemente y por otro lado encontrar gracioso vestir a los hijos como adultos y promover estas actitudes aunque sea para jugar. El afán consumista, la trivialización de la sexualidad o la tiranía de la belleza suscitan esta sexualización precoz.
Promover el diálogo en familia. Hablar con los hijos explícitamente porqué ciertos programas, videos musicales o prendas de vestir no son adecuados, proponiendo otros que sí son adecuados y que exponen una imagen femenina adecuada. Que los niños sepan que los personajes de las revistas, anuncios… no son reales.
Educar en la sexualidad. Muchas personas creen que no se debe de hablar de sexualidad con los niños y este es un tremendo error. Los niños deben de ser informados acerca de su propio cuerpo en cada etapa de su desarrollo. Cuanta más y mejor información tengan, más protegidos estarán para interpretar los mensajes sexuales a los que son expuestos.
Dar ejemplo. Los padres deben revisar cuáles son los valores que están transmitiendo, los programas que ven en presencia de sus hijos. Los niños principalmente imitan la conducta de sus padres.
Recordemos el texto de Eclesiastés: “Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora”
Es necesario que respetemos la niñez, porque
si la sexualización de los niños es una prolongación de nuestra cultura sexual, entonces la protección de los derechos de la infancia es en un auténtico movimiento contracultural.
Autora:
Ana Pérez Lozano.
EsMaestra, con estudios en Terapia Familiar y Psicopedagogía.
Actualmente se dedica a la docencia, trabajo que compagina con la atención a menores en dificultad social en los centros Dignidade, entidad que cofundó con Marcos Zapata; junto con el cualpastorea la Iglesia Buenas Noticias de Lugo
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