El pasado 16 de septiembre, miles de personas caminaron por las calles de Berlín para protestar contra el aborto y defender el derecho a la vida de los no nacidos. Estas marchas, y sus respectivas contramanifestaciones, se realizan año tras año, pero con diferencias.

[ads_google]div-gpt-ad-1623832500134-0[/ads_google]

Una tarde de un sábado de septiembre, en Berlín (en el distrito gubernamental) sigue produciéndose lo que parece ser un patrón constante. La razón es que los activistas provida se reúnen en la capital para su anual ‘Marcha por la Vida’.

[photo_footer]La Marcha por la Vida ha comenzado desde la Puerta de Brandemburgo. / M. Schlorke, Pro Medien Magazin.[/photo_footer]

Antes incluso de que los provida se reúnan al este de la Puerta de Brandemburgo, centenares de opositores se concentran al otro lado del monumento para manifestarse a favor de la autodeterminación y “contra el paternalismo”. Terminan justo a tiempo para el inicio de la marcha provida. Algunas personas permanecen en el lugar para interrumpirlos con gritos.

La contramanifestación al margen del evento también es la misma, aunque este año ha sido algo más numerosa. “Mi cuerpo, mi elección, alza la voz”, “Si María hubiera abortado, nos habríamos librado de ti” o “Condones, DIU, radicales de izquierdas” han sido los cánticos preferidos en esta ocasión.

Contra el aborto y el suicidio asistido

En la manifestación, Alexandra Maria Linder, presidenta de la Asociación Alemana Derecho a Vivir, ha pedido que se ponga fin a las “políticas contra la mujer” en Alemania. “Cuando las organizaciones de asesoramiento financiadas por el Estado ganan dinero incluso con el aborto y llaman ‘contenido del útero’ a los niños antes de nacer, se miente a las mujeres y se les niega ayuda”. Hay que apoyar a estas mujeres, ha afirmado.

[photo_footer]Los manifestantes también han protestado contra el suicidio asistido. / M. Schlorke, Pro Medien Magazin.[/photo_footer]

Además, Lindner ha exigido que los participantes creen “oasis de vida” donde la muerte provocada intencionadamente no tenga acceso. Esto se aplica no sólo al aborto, sino también al suicidio asistido. 

A continuación, el director de la organización neerlandesa Schreeuw om Leven (Grito por la Vida), Arthur Alderliesten, ha hablado de la situación del aborto en Países Bajos y el director ejecutivo de la Coalición Canadiense para la Prevención de la Eutanasia, Alex Schadenberg, ha alertado de las condiciones en su país. Según él, la eutanasia se ha descontrolado allí. Las personas sin hogar, solas o deprimidas eligen a menudo la muerte como opción.

[ads_google]div-gpt-ad-1623832402041-0[/ads_google]

A lo largo del recorrido de la marcha han habido muchas más protestas que el año pasado, con los mismos lemas. En varias ocasiones, los contramanifestantes han intentado bloquear el recorrido con sentadas, sin éxito. La policía ha marchado unos cientos de metros delante de los activistas provida, con decenas de agentes.

Lo mismo ha courrido con los atónitos turistas que querían saber de boca de la policía por qué se manifestaban. “Algo relacionado con el aborto”, ha sido la respuesta varias veces.

[photo_footer]Activistas provida de diferentes países han participado en la marcha. / M. Schlorke, Pro Medien Magazin.[/photo_footer]

Ninguna manifestación en el Memorial del Holocausto

Cuando la Marcha por la Vida ha pasado por delante del Monumento a los Judíos de Europa Asesinados, los contramanifestantes han vuelto a querer enfrentarse a los provida con pancartas y cánticos. Sin embargo, a diferencia del año pasado, un empleado del monumento que se encontraba en el lugar los ha expulsado a gritos de la plaza. Es un monumento y las manifestaciones no están permitidas en su recinto.

[photo_footer]Cientos de personas han participado en las contramanifestaciones que han seguido el recorrido de la marcha. / M. Schlorke, Pro Medien Magazin.[/photo_footer]

Por primera vez, la Marcha por la Vida se ha celebrado paralelamente en la ciudad de Colonia. Allí también ha habido protestas contra los provida.

Este artículo fue publicado por primera vez en alemán por Pro Medien Magazin y se ha traducido con permiso.