En apenas seis meses de gobierno en Afganistán, desde que tomasen el poder en agosto de 2021, los talibanes han impuesto diferentes medidas que afectan, sobre todo, a las mujeres. Entre las normativas adoptadas se pueden contar la segregación de la población por sexos en determinados espacios públicos, como las universidades, la exclusión de las niñas para cursar estudios de secundaria o la práctica deportiva en público.

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La última decisión del gobierno talibán respecto a su población femenina, aprobada el pasado mes de marzo, ha sido la imposición del burqa en los espacios públicos e incluso en los domicilios, siempre que se reciba una visita masculina. “Las mujeres deberán vestir un chador (una prenda parecida al burqa que cubre de la cabeza a los pies) porque es tradicional y respetuoso”, ha especificado el líder del Emirato Islámico de Afganistán, Hibatullah Akhundzada. 

El ministro interino para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio, Mohammad Khalid Hanafi, ha asegurado que quieren “que nuestras hermanas vivan con dignidad y seguridad” y ha remarcado que “aquellas mujeres que no sean demasiado mayores ni demasiado jóvenes, deben cubrir su rostro, excepto los ojos”.

Protestas contra la imposición del burqa

El anuncio del gobierno talibán ha provocado muestras de rechazo a nivel nacional. En Kabul, la capital, un grupo de mujeres con la cara descubierta se ha manifestado por las calles de la ciudad, coreando consignas como “Justicia, justicia”, “el burqa no es nuestro velo” o “queremos vivir vivir como seres humanos, no como un animal atrapado en un rincón de una casa”. 

El incumplimiento de la nueva normativa impuesta por los talibanes implica la detención de la mujer que rechaza utilizar el burqa como vestimenta. De hecho, según un informe de febrero elaborado por la diplomática estadounidense Rina Amiri, los talibanes han detenido a cerca de 30 mujeres junto a sus familias en Kabul.  

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Pero la desobediencia también puede comportar la detención del tutor masculino de la mujer, que habitualmente suele ser un padre o un marido. Un hecho que conlleva una gran presión social y económica para muchas familias en un país en el que el 90% de la población vive con menos de dos dólares al día y su socio fuerte en las relaciones exteriores es China.

La aplicación más rígida de la tutela masculina provoca que las mujeres tengan estar acompañadas por un hombre siempre que quieran viajar o para realizar cualquier trámite burocrático. 

“Esta decisión contradice numerosas garantías”

A nivel internacional, diferentes instituciones y figuras también se han manifestado preocupadas por lo que consideran una deriva de las promesas con las que los talibanes ocuparon el poder. “Esta decisión contradice numerosas garantías sobre el respeto y la protección de los derechos humanos de todos los afganos, incluidos los de las mujeres y las niñas”, han asegurado los responsables de a Misión de Asistencia de Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA, por sus siglas en inglés). 

Unas garantías, señalan, “que los representantes de los talibanes habían provisto a la comunidad internacional durante las negociaciones a lo largo de la última década”. “Estas garantías se repitieron tras la toma de poder por parte de los talibanes en agosto de 2021, [asegurando] que las mujeres disfrutarían de sus derechos, ya sea en el trabajo, la educación o la sociedad en general”, recuerdan los responsables de la UNAMA.

Desde Naciones Unidas también han acusado al régimen talibán de “institucionalizar la discriminación de género y la violencia contra las mujeres y las niñas de forma sistemática”. “Somos testigos del intento de borrar constantemente a las mujeres y las niñas de la vida pública en Afganistán, incluso en las instituciones y los mecanismos que se habían establecido previamente para asistir y proteger a aquellas mujeres y niñas que corren un mayor riesgo”, han añadido tras la última decisión del gobierno talibán.

El Consejo de Seguridad de la ONU ha debatido conjuntamente la última medida impuesta en Afganistán, reconociendo que el grupo no está cumpliendo sus promesas, y ha condenado "inequívocamente las restricciones".