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La organización cristiana Christian Aid Ministries anunció el 16 de diciembre que todos los misioneros secuestrados por una banda criminal en Haití habían sido liberados.

“Glorificamos a Dios por la respuesta a nuestras oraciones - ¡los 12 rehenes restantes son libres! Uníos a nosotros para alabar a Dios porque nuestros 17 queridos hermanos están ahora a salvo. Gracias por sus fervientes oraciones durante los últimos dos meses. Esperamos brindar la mayor cantidad de información posible”, dijo la organización. “Cantaré al Señor, porque ha triunfado gloriosamente (Éxodo 15:1b)”.

La liberación se anunció una semana y media después de que otros tres miembros del mismo grupo fueran liberados el 5 de diciembre. Anteriormente, dos adultos que estaban enfermos habían sido los primeros en ser liberados.

Misión en lugares peligrosos

El director general de la organización, David Troyer, publicó una carta en la que principalmente daba gracias “a todos los que han expresado apoyo y orado”, así como a las autoridades de Estados Unidos “por ayudar a buscar una resolución que respetase un enfoque no violento”.

El grupo fue secuestrado cuando regresaban de visitar un orfanato en una región al este de la capital, Puerto Príncipe. Entre los secuestrados se encontraban seis hombres, seis mujeres y cinco menores de 15 años, entre ellos un bebé de 10 meses, un niño de 3 años y otro niño de 6 años. Quince son de nacionalidad estadounidense y uno canadiense.

No se ha aclarado aún si se pagó algún rescate para liberar a alguno de los misioneros.

Christian Aid Ministries explicó que en su misión de ayudar y llevar el mensaje de Cristo al mundo a veces pueden quedar expuestos al peligro. “Christian Aid Ministries opera varios programas en Haití que atienden las necesidades físicas y espirituales. Vamos a lugares peligrosos en muchas partes del mundo. ¿Por qué? Porque ahí es donde suelen estar las mayores necesidades”, expuso David Troyer.

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Cánticos y oraciones durante el secuestro

La carta también da algunos detalles sobre el tiempo de secuestro de los misioneros. “Fueron secuestrados después de salir de un organato donde habían llevado ayuda. Cuando se dieron cuenta de lo que estaba sucediendo en el momento de la captura, el grupo comenzó a cantar el coro: “El ángel del Señor acampa alrededor de los que le temen, y los libra”, basado en el Salmo 34:7. Esta canción se convirtió en una de sus favoritas y la cantaron muchas veces durante sus días de cautiverio”.

“Los rehenes pudieron pasar su cautiverio juntos como grupo. Pasaron muchas horas del día orando, cantando y animándose unos a otros. Desafortunadamente, no tenían Biblia, pero recitaban versículos de la Biblia de memoria entre ellos. Oraron por sus captores y les contaron sobre el amor de Dios y su necesidad de arrepentirse”, continúa Troyer.

“Aunque estamos profundamente aliviados y nos regocijamos enormemente de que los rehenes sean libres por fin, nos damos cuenta de que su viaje de regreso a la vida normal apenas ha comenzado”.

En la carta, Troyer se dirige también a los secuestradores, para decir que los perdonan por lo que han hecho, y esperan que estos también puedan arrepentirse y tener un encuentro con Jesús.

Haití atraviesa una crisis social, política y económica. El control de poderosos grupos criminales de zonas de la isla genera una gran inseguridad para la población y para los extranjeros. Los secuestros se producen con mucha frecuencia.