De manera vertiginosa, y en pleno proceso de salida de los efectivos militares de la OTAN -encabezados por Estados Unidos- en Afganistán, los grupos talibanes se han hecho con el control de enclaves militares y geográficos así como de las principales ciudades, entre ellas Kabul.

El que hasta ahora era presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, huyó del país y comunicó la caída del débil gobierno, anunciando que no mostrarían ninguna oposición al avance de los talibanes en la capital, con quienes se ha firmado un acuerdo de transición para que tomen el poder institucional en todo el país.

En una imagen de gran fuerza mediática y simbólica, este domingo los talibanes accedieron al palacio presidencial, desde donde se mostraban pletóricos en lo que consideran su victoria definitiva en una guerra que comenzó en 2001 con la intervención militar de Estados Unidos.

Mientras, en el aeropuerto de Kabul se vivían escenas de caos, ante la avalancha de personas buscando un vuelo, contando con un dispositivo militar de Estados Unidos protegiendo el lugar. Más de 60 países han solicitado que se garantice una salida segura para extranjeros y para los afganos que deseen huir del país.

Veinte años después, el gobierno apoyado por las fuerzas de la OTAN ha caído ante el avance de los grupos talibanes. Un portavoz del grupo que tomó el control del palacio presidencial, confirmó a Al Jazeera que consideran que “han ganado la guerra” y esperan formar un gobierno lo antes posible para establecer relaciones internacionales.

Mohammad Naeem, portavoz de los talibanes en Catar, expresó que alcanzaron “lo que buscábamos, que es la libertad de nuestro país y la independencia de nuestro pueblo. No vamos a permitir a nadie usar nuestras tierras para amenazar, ni queremos dañar a otros”, dijo.

Este lunes las calles de Kabul amanecían en calma tensa. Todos los vuelos comerciales han sido cancelados, según informó la autoridad local del Aeropuerto Hamid Karzai. Las aerolíneas están además reorganizando sus rutas para no sobrevolar el espacio aéreo afgano. Se espera que miles de personas busquen salir del país en los próximos días.

El Consejo de Seguridad de la ONU ha anunciado que abordará la situación en Afganistán este lunes.

Situación difícil para los cristianos

Afganistán es un país donde el cristianismo apenas tiene presencia pública, según ha informado durante los últimos años diversas agencias misioneras y organizaciones de derechos humanos. La Lista Mundial de Persecución que elabora Puertas Abiertas situaba a Afganistán en 2º lugar, como el país más peligroso para vivir la fe cristiana, solo con Corea del Norte por delante.

El tribalismo y la imposición de la sharia islámica alimentan la persecución a los cristianos en Afganistán. “Los cristianos afganos son conversos del Islam y no pueden vivir su fe abiertamente. Dejar el Islam se considera vergonzoso, castigable con la muerte según la ley islámica vigente y la mayoría de los cristianos convertidos se enfrentan a graves consecuencias si se exponen: o tienen que huir del país o serán asesinados”, expresó Puertas Abiertas en su informe anual. “La familia, el clan o la tribu tiene que salvar su ‘honor’ deshaciéndose del cristiano. Ni los grupos islámicos radicales ni la familia extensa de un converso muestran piedad en este aspecto”, señalan.

Desde Puertas Abiertas internacional han lanzado una campaña internacional de oración. “Es un día desgarrador para los ciudadanos de Afganistán, y un momento aún más peligroso para ser cristiano”, explicó el hermano Samuel, director de campo de Puertas Abiertas para Asia (cuyo nombre ha sido cambiado por razones de seguridad). “Es una situación incierta para todo el país, no solo para los creyentes secretos. Nuestros corazones están destrozados. Sabíamos que esto podría suceder. No nos sorprende, pero esto no hace que el dolor sea menor”. Samuel pide oración por los “creyentes que viven en secreto su fe”, que ahora estarán en una situación muy complicada.

Otra entidad que defiende a los cristianos perseguidos, La Voz de los Mártires, emitía un comunicado en el que temían lo que los talibanes pueden hacer ahora. “Sabemos de la opresión de las niñas; y de cómo persiguen a los cristianos”, expresó Todd Nettleton, jefe de prensa de la entidad. “No será peor en el nivel de persecución, pero creo que será peor en términos de números porque hay más cristianos en Afganistán que hace 20 años”, afirmó.

Mikael Tunér, que creció en Afganistán y es productor del ministerio de la televisión SAT-7 Media Mission the Messengers, expresó su consternación. “Es una situación espantosa. Nuestros amigos, nuestros hermanos y hermanas en Cristo nos dicen cuánto temen que sus vidas se apaguen. Estamos viendo lo mismo que antes en las áreas que ahora controlan los talibanes. Las niñas no pueden ir a la escuela. A las mujeres no se les permite salir de sus hogares sin un compañero masculino”.

“Muchos han venido a Cristo de todas las etnias de Afganistán. Por favor, ore durante las próximas semanas para que Jesús, Príncipe de Paz, gobierne en muchos corazones”, agregó Tunér.

Minorías amenazadas

Aunque la situación del país ya era muy complicada para las minorías étnicas y religiosas, así como para niños y mujeres, el avance de los talibanes incluso empeora sus expectativas.

Según la organización misionera Operation World, la situación de las mujeres es “especialmente delicada” en Afganistán. “Los talibanes prohíben en gran medida su vida pública y restringen la atención médica. La alfabetización femenina es inferior al 30% (la mitad de las tasas de alfabetización masculina) y un tercio de las mujeres sufren violencia. Las viudas enfrentan circunstancias muy difíciles y el suicidio es común”, expresan en un boletín de oración emitido en febrero de este año.

La minoría étnica chiíta Hazara en Afganistán ha sido blanco de las atrocidades cometidas por grupos armados violentos, incluidos los talibanes. Los hazara son también la comunidad que ha visto el mayor número de afganos aceptar el cristianismo.

El pastor Shoaib Ebadi, que presenta uno de los programas semanales en lengua dari de SAT-7 para afganos, dice que la minoría chiíta hazara de Afganistán ya se ha enfrentado a un “genocidio” de los talibanes y yihadistas del Estado Islámico. El atentado con bomba del 16 de mayo de 2021 en la escuela secundaria Sayed Ul-Shuhada en Kabul y los horribles tiroteos en la clínica de maternidad Dasht-e-barchi el 12 de mayo de 2020 fueron dos de los peores ataques contra la comunidad hazara.

Ebadi dice que es la experiencia de discriminación y sufrimiento de los hazaras lo que “ha hecho que los jóvenes hazaras cuestionen y miren más allá de las creencias tradicionales de Afganistán. Se sienten atraídos a estudiar más cuando escuchan acerca de Cristo, quien dio su vida por ellos en una máxima expresión de abnegación. Y, al leer la Biblia, se ven a sí mismos en el mensaje de Cristo y reconocen al Salvador que dio Su vida en la cruz”. Desde Sat-7 se ha iniciado una campaña de oración intensiva por la situación del país.