Una pareja cristiana pakistaní, que había estado en el corredor de la muerte durante siete años por falsas acusaciones de blasfemia, llegó sana y salva a Europa. Asó lo ha confirmado ADF International a través de un comunicado, en el que aclaran que el país de destino que acogerá a los cristianos no ha sido desvelado todavía por motivos de seguridad.

El Tribunal Superior de Lahore había anulado su sentencia de muerte a principios de junio. Un tribunal había condenado a Shagufta Kausar y Shafqat Emmanuel a muerte en la horca en 2014. Padres de cuatro hijos, se enfrentaron a amenazas de muerte después de que se diera a conocer la noticia de su absolución.

“Nos alegramos de que Shagufta y Shafqat, por fin, hayan sido liberados y hayan llegado a un lugar seguro. Lamentablemente, su caso no es un incidente aislado, sino que atestigua la difícil situación que muchos cristianos y otras minorías religiosas experimentan hoy en Pakistán. Si bien el derecho a la libertad religiosa está protegido por la constitución de Pakistán, muchos enfrentan persecución severa y la negación de sus derechos fundamentales a la libertad de expresión y reunión”, dijo Tehmina Arora, Directora de Defensa para Asia de ADF International, organización que ha apoyado en el proceso a la pareja cristiana.

“Estamos muy aliviados de finalmente ser libres. Los últimos ocho años han sido increíblemente duros, pero estamos muy felices de reunirnos con nuestros hijos. Estamos muy agradecidos de que tanta gente, especialmente los equipos de ADF International y Jubilee Campaign, nos hayan ayudado y protegido llevándonos a un lugar seguro. Aunque extrañaremos nuestro país, estamos felices de estar finalmente en un lugar seguro. Con suerte, pronto se abolirán las leyes sobre blasfemia en Pakistán, para que otros no sufran la misma suerte que Shagufta y yo”, dijo Shafqat Emmanuel en nombre de la familia.

[ads_fb]

Acusaciones de blasfemia

La pareja había estado viviendo en situación de pobreza con sus cuatro hijos en un recinto misionero de la Iglesia Gojra en Punjab, Pakistán. El 18 de junio de 2013, se enviaron mensajes de texto supuestamente blasfemos a un clérigo y un abogado desde un teléfono presuntamente registrado a nombre de Shagufta Kausar. Kausar y su esposo Shafqat Emmanuel fueron arrestados y acusados ​​de blasfemia el 21 de julio de 2013. La pareja es analfabeta y no habría podido escribir ningún mensaje de texto. Kauser afirmó que su teléfono había desaparecido durante un mes en el momento del incidente. No se sabe quién envió los mensajes y por qué motivo.

La blasfemia se castiga con la muerte en Pakistán y, aunque nadie ha sido ejecutado formalmente por ello, decenas de personas han sido asesinadas por turbas tras ser acusadas del crimen. Emmanuel había sido torturado para que hiciera una confesión falsa. Lo golpearon y amenazaron con desnudar a Kausar y dejarla caminar por la ciudad. Un tribunal de sesión condenó a muerte a Kausar y Emmanuel. Lanzaron una apelación en el Tribunal Superior de Lahore, que ahora los absolvió de todos los cargos.

Amenazas de muerte

El abogado de la pareja, Saif Ul Malook, expresó su alivio tras la sentencia absolutoria, aunque lamentó el largo proceso. “Los numerosos retrasos en la audiencia de su apelación les causaron mucho sufrimiento. Estos casos son muy difíciles de litigar, debido a la preocupación por la seguridad. Existe una amenaza muy real para la vida de los clientes y los abogados”, dijo el letrado.

Similar al caso de Asia Bibi

Kausar estuvo recluida en la misma prisión que Asia Bibi. Bibi fue acusada de blasfemia y condenada a muerte durante ocho años hasta que fue absuelta en 2018. Su caso es un ejemplo bien conocido de la amenaza actual para las minorías religiosas en la región. Después de su absolución, hubo manifestaciones violentas en todo Pakistán que amenazaron su vida y se vio obligada a huir del país.

“Las leyes sobre blasfemia violan directamente el derecho internacional. ¿Cuántas personas más deben sufrir el mismo destino que Asia Bibi y Shagufta y Shafqat hasta que sean derogadas? Todas las personas tienen derecho a elegir libremente y vivir su fe. Por lo tanto, instamos a todos los gobiernos a defender este derecho cesando la aplicación e iniciando la derogación de sus leyes contra la blasfemia”, dijo Paul Coleman, director ejecutivo de ADF International.