El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
El cierre del metro y establecimientos públicos por seguridad dejó una ciudad que parecía desierta, aunque invadida por soldados y periodistas. Algunos reaccionaron con humor en las redes sociales.
El sábado por la mañana los más madrugadores se encontraron con una Bruselas helada gracias al primer fin de semana de invierno real, pero también se encontraron con una sorpresa: el metro estaba cerrado.
Los pocos desafortunados que tenían que trabajar cogieron el autobús o fueron andando a sus lugares de trabajo mientras miraban las noticias para ver lo que estaba pasando. Sí, efectivamente, el Gobierno había elevado el nivel de alerta a 4 (el más alto) y el ejército y la policía habían invadido el centro de la ciudad.
El bloqueo se mantuvo hasta el martes, día en que las escuelas, universidades, guarderías y metro se mantuvieron cerrados con un enorme despliegue de las fuerzas de seguridad que protegían lugares claves como las estaciones de tren, las instituciones públicas, el aeropuerto y... los supermercados.
¿Por qué motivo? La policía está buscando al presunto cabecilla de los atentados de París, Salah Abdeslam, que se sospecha que está escondido en Bruselas.
Las autoridades belgas reevaluarán periódicamente la amenaza de seguridad.
¿ESTÁN TRANSMITIENDO UNA REALIDAD DISTORSIONADA LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN?
En el exterior, la impresión que se percibía era casi apocalíptica a medida que los medios de comunicación compartían imágenes cuidadosamente seleccionadas de una ciudad vacía con soldados por todas partes. Se pasaron 48 horas dando noticias sin mucho contenido, reenviando lo que los usuarios twitteaban e invadiendo las calles vacías para intentar hacer un seguimiento de las operaciones policiales. Bélgica ha movilizado mil soldados de apoyo.
El hashtag #BrusselsLockdown trae a la memoria otra psicosis: la persecución del terrorista de la maratón de Boston en 2013, donde toda la ciudad quedó paralizada y se les pidió a todos los ciudadanos que no salieran de casa.
Las medidas, sin embargo, no fueron tan estrictas en Bruselas. Los ciudadanos pudieron salir, aunque el ambiente no invitaba a hacerlo, ya que la constante actualización de los medios empeoraba la sensación de inseguridad. Los usuarios twittearon fotos de calles céntricas completamente desiertas.
El ministro de Interior, Jan Jambon, intentó que se mantuviera la calma: “aparte de metro y las escuelas, la vida tiene que continuar en Bruselas”.
Sin embargo, la mayoría de la gente decidió trabajar desde casa. ¿Quién va a cuidar de los niños? Y aunque se acerca la temporada navideña, la gente hablaba de evitar los mercados de Navidad.
Por supuesto surgieron algunas preguntas. ¿No es una reacción exagerada? Es más, ¿acaso necesitan saber los ciudadanos todos y cada uno de los movimientos de la policía? Le Soir, un periódico de habla francesa, publicó incluso los nombres y el número de los batallones desplegados. ¿Eso ayuda o dificulta las operaciones? ¿Deberían callarse los medios?
PSICOSIS Y REDADAS
Se han llevado a cabo una treintena de redadas en diferentes barrios de Bruselas y también tuvieron lugar en la ciudad de Charleroi, al sur de Bruselas. Veintiún personas han sido detenidas.
A pesar del despliegue, la operación no consiguió uno de sus objetivos. No se ha encontrado a Abdeslam, el señalado como responsable principal de los atentados en Paris.
En Amberes hubo tres alertas de bomba en diferentes escuelas el viernes, el centro de la ciudad se cerró el sábado, y el lunes por la mañana otra llamada anónima advirtió sobre una bomba oculta en una escuela.
Había un promedio de 400 llamadas por hora en el centro de crisis, donde se puso un número especial a disposición de los ciudadanos.
TOMARLO CON HUMOR
El domingo por la tarde, las autoridades belgas pidieron a los medios y a los usuarios de redes sociales que no hablaran de las operaciones policiales. La red respondió con... fotos de gatos. En pocos minutos, el hashtag #BrusselsLockdown era el segundo más utilizado a nivel mundial.
Gatos francotiradores, gatos surrealistas y gatos lectores invadieron internet. Hasta los medios convencionales publicaron fotos de gatos para ilustrar “las operaciones policiales en curso”.
Los gatos son un símbolo del humor en Bélgica: uno de sus famosas tiras diarias es “Le Chat”, de Philippe Gelluck, que se publicó en Le Soir de 1983 hasta 2013.
La policía de Bruselas respondió nuevamente con humor y agradeció a los usuarios de twitter publicando una foto de un plato con galletas para alimentar a los gatos.
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