Israel, pendiente de las alianzas para formar gobierno

A falta de conocer los resultados definitivos en el recuento que finalizará este miércoles, las elecciones en Israel dejan un panorama previsible, en el que la negociación será clave para la formación de gobierno.

Los primeros resultados de las elecciones dan una clara ventaja de siete escaños al Likud sobre el Campo Sionista, de centroizquierda, con el 30% por ciento de las urnas escrutado. Los resultados, que empiezan a reflejar en la madrugada una tendencia en el voto, apuntan a que el Likud obtendría 32 escaños, y el Campo Sionista 25, informó la Comisión Electoral.

Con este resultado, Netanyahu, líder del partido derechista Likud, ha defendido la necesidad de formar un gobierno “fuerte y estable” con todas las formaciones de derechas. En una comparecencia ante sus seguidores en Tel Aviv, Netanyahu manifestó: “He hablado esta noche con todos los líderes del campo nacional y les he instado a unirse a mí y formar un gobierno sin más dilaciones”.

Una vez se confirmen los resultados, será el momento en el que se cristalicen este u otros pactos. 24 horas antes de la jornada electoral el líder del Likud adelantó que Palestina no tendrá un estado mientras siga al frente de Israel, una advertencia que choca de frente con la hoja de ruta de la comunidad internacional.

Los partidos medianos y pequeños tienen ahora la llave del gobierno y hacia ellos miran el Likud y la Unión Sionista para intentar marcar el rumbo del país. Sobre el papel, la alianza lógica de las formaciones conservadoras incluirá a Likud, Israel Beiteinu, de Avigor Lieberman, y la Casa Judía de Naftali Benet y en el otro polo se colocarán la Unión Sionista, Yesh Atid, formación del periodista Yair Lapid, y Meretz. Los escaños que tratarán de conseguir estos dos polos para poder gobernar son los logrados por Kulanu, la escisión del Likud que encabeza el ex ministro de Comunicaciones, Moshe Kahlon, y los de los partidos religiosos Shas, y Judaísmo Unido del Pentateuco.

Al margen quedan los representantes del Partido de los Árabes Unidos que ya han anunciado durante la campaña que no formarán parte de ninguna coalición sionista. El futuro político dependerá de la decisión de los líderes de las medianías.