“La propuesta de Obama ayuda, pero no resuelve el problema”

El anuncio de una reforma migratoria en Estados Unidos era algo que millones de personas esperaban desde hace años, cuando el presidente Barack Obama prometió resolver una situación enquistada en una sociedad que en parte había acogido a unos 12 millones de inmigrantes que siguen sin regularizar su actividad.

El anuncio de Obama ha despertado nuevamente el debate político. Republicanos y demócratas no han logrado un acuerdo, por lo que Obama ha dicho estar dispuesto a lanzar un decreto que apruebe la norma sin el apoyo del Congreso. Una idea que ha sido fuertemente criticada por el partido republicano.

Tomando el pulso a una situación que puede resultar nueva para millones de personas, desde Protestante Digital hablamos con Juan Francisco Martínez, director académico del Centro para el Estudio de la Iglesia y la Comunidad Latina del Seminario Fuller, en Pasadena (California) y escritor del blog Caminando con el pueblo.

Juan Francisco Martínez.

 Pregunta.- Obama ha presentado su propuesta de reforma migratoria. ¿Puedes ponernos en antecedentes, sobre cuál es la situación de 11 millones de "indocumentados" en Estados Unidos?

Respuesta.- La situación de los 11-12 millones es que no tienen autorización para estar en el país. Pero están aquí porque hay trabajo y personas dispuestas de darles empleo. Algunos tienen buena educación y empleos de clase media, pero la mayoría son de clase obrera. Hay gente que lleva más de 20 años en EEUU. Todas son personas que llegaron después de 1986 o que no calificaron para esa amnistía. Muchos tienen hijos nacidos en EEUU. Su situación es precaria, siendo que no tienen derechos laborales y muchas veces los empleadores se aprovechan de su estado indocumentado.

ENFRENTAMIENTO POLÍTICO

P.- El año pasado hubo un intento de progresar con esta reforma, sin embargo no hubo acuerdo en el Congreso. ¿Por qué es tan difícil que se llegue a una resolución conjunta entre republicanos y demócratas en este asunto?

R.- Una propuesta de ley pasó el Senado, pero no fue considerada por la Cámara, porque el que dirige la Cámara tiene la norma de que no presentará legislación que no cuente con el apoyo de la mayoría de los republicanos. La propuesta habría sido aprobada, porque contaba con un voto fuertemente mayoritario entre los demócratas y una minoría sólida entre los republicanos. Pero el presidente de la cámara de representantes no quería alienar a la mayoría de los de su partido que están en contra.

P.- Los republicanos ya han anunciado que no apoyan al presidente en esta iniciativa. ¿Puede producirse un nuevo bloqueo, hasta un posible cierre del gobierno federal?

R.- Los republicanos se encuentran en una situación difícil. Se ven obligados a tomar alguna acción de protesta, siendo que no están dispuestos a pasar una norma legal. Pero una parte importante del partido quiere que tomen pasos para aprobar una legislación de reforma. El partido no tiene una voz con relación a este tema. Si tratan de paralizar al gobierno les podría costar apoyo en las siguientes elecciones. No está claro el camino a tomar.

P.- La propuesta de Obama, ¿alcanza las expectativas de la comunidad inmigrante, mayoritariamente latina?

R.- La propuesta de Obama sólo se aplica a menos de la mitad de los indocumentados. Aunque es beneficiosa para ellos, más de la mitad de los indocumentados no califican. Así que la acción ejecutiva ayuda a muchos, pero no resuelve el problema. También es precaria la la situación de los que califican, siendo que no hay garantías después de que salga el presidente Obama.

REACCIONES EN IGLESIAS EVANGÉLICAS

P.- Desde las iglesias evangélicas se han apoyado iniciativas a favor de una reforma: Pray4Reform, I was Stranger... ¿Cuál es la reacción de las iglesias o líderes evangélicos a esta propuesta?

R.- En este momento las organizaciones evangélicas pro-reforma están en espera de entender el proceso para calificar para esta acción diferida y sus posibles consecuencias. Tan pronto se sepa qué hacer se hará una movilización de líderes en las iglesias para ayudar a la gente a completar la papelería necesaria.