ONU: La lucha por el poder desatará una crisis humanitaria en Sudán del Sur

Sudán del Sur afrontará una grave crisis humanitaria si no detiene los enfrentamientos entre grupos por el poder, según ha denunciado el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, esta semana.

Al acercarse el final de la temporada de lluvias, dice el mandatario, es necesario que la población pueda trabajar la tierra para que se consigan cosechas. Y los agricultores no llevarán sus labores adelante en el ambiente bélico que se ha generado en los últimos meses.

“Si el conflicto continúa, la mitad de la población de Sudán del Sur, de 10 millones de personas, habrá sido desplazada de su hogar, fallecerá o sufrirá de inanición para el final de este año”, advirtió Ban Ki Moon.

El representante de la ONU mantuvo reuniones con los líderes en conflicto en Sudán del Sur, el presidente Salva Kiir y el ex vicepresidente Riek Machar, a los que pidió que pactaran una tregua de al menos 30 días para permitir a la población aprovechar la temporada de lluvias.

CRISTIANOS, VOZ CLAVE EN ACUERDO DE PAZ
El pasado viernes, ambos líderes llegaron a un acuerdo para firmar la paz. Entre los mediadores en las negociaciones se encontraban líderes de iglesias cristianas locales e internacionales, como el arzobispo Paulino Lukudu Loro de la Arquidiócesis Católica Romana de Juba, el arzobispo Daniel Deng Bul Yak de la Iglesia Episcopal de Sudán, y el Dr Samuel Kobia, ex secretario general del Consejo Mundial de Iglesias (CMI).

Sin embargo, el acuerdo ha sido violado poco después de su firma y ambos bandos acusan al otro del reinicio de las hostilidades. Ban Ki Moon ha mostrado su decepción y pidió a los líderes que “honraran los compromisos” por los que habían esperado durante cinco meses.

El acuerdo, si finalmente se respeta, supone la construcción de un gobierno de transición que tome el mando hasta las próximas elecciones. Aunque estas se iban a celebrar en el año 2015, el todavía presidene Salva Kiir ha informado que serán pospuestas hasta, al menos, 2018. “El país necesita un proceso de reconciliación”, dijo Kiir, y por ello no considera prudente la celebración de elecciones tan próxima.

De acuerdo con un informe emitido la semana pasada por la UNMISS, miles de personas han muerto en un conflicto en que tanto el gobierno como los rebeldes han cometido crímenes de guerra y atrocidades en contra de la población civil del país, un blanco de forma deliberada.

El conflicto en Sudán del Sur comenzó en diciembre pasado cuando el presidente Salva Kiir, de la etnia dinka, acusó al ex vicepresidente Riek Machar, de la etnia nuer, de orquestar un golpe de Estado. Tras la disputa entre los líderes políticos, grupos divididos por etnias han peleado, esencialmente, por mantener el control de los recursos petroleros del país, de acuerdo con funcionarios de la ONU.