El arzobispo de Canterbury y líder de la comunión anglicana, Justin Welby, ha enviado una carta a los gobiernos de Nigeria y Uganda expresándose en contra de las últimas políticas y leyes contra la práctica homosexual promovidas en esos países.
La carta está también firmada por el arzobispo de York, John Sentamu, y además de a los presidentes de Nigeria y Uganda está dirigida a todos los primados de las iglesias anglicanas.
“Queremos dejar claro que (…)
seguimos comprometidos sin reservas con el apoyo y cuidado pastoral de las personas homosexuales. La victimización o menoscabo de seres humanos cuyos afectos resultan estar ordenados a personas del mismo sexo es anatema para nosotros. Les garantizamos a las personas homosexuales que son hijas de Dios, que son amadas y valoradas por Él. Y les aseguramos que merecen lo mejor que podemos dar: cuidado pastoral y amistad”, expresa el texto.
POLÉMICA LEY
Este mes,
el presidente de Nigeria, Goodluck Jonathan, firmó una ley que prohibe las relaciones homosexuales con una pena de prisión de 14 años para toda persona declarada culpable de participar en relaciones del mismo sexo.
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay , dijo que “pocas veces he visto una legislación que en tan pocos párrafos viola directamente tantos derechos humanos fundamentales y universales”.
Por su parte, el Presidente de Uganda,
Yoweri Museveni, tras una gran presión internacional se negó a firmar el proyecto de ley contra la homosexualidad, que prevé la cadena perpetua para los actos homosexuales.
El lunes, Davis Mac-Iyalla, un gay nigeriano anglicano que se ha refugiado en el Reino Unido después de recibir amenazas de muerte, dijo que “la gente está pidiendo a los líderes religiosos occidentales que se manifiesten, una vez que los obispos africanos están apoyando públicamente estas leyes”.
Desde
Amnistía Internacional Nigeria, Makmid Kamara dijo que
“la Iglesia y otros grupos religiosos han tenido una gran influencia en cuanto a la aprobación de este proyecto de ley... Animamos a los líderes religiosos de buena reputación en el Reino Unido a hablar y llegar a la comunidad religiosa, lo que sería un impulso significativo a las llamadas en curso que se realizan dentro y fuera de Nigeria”.
CRÍTICAS A WELBY DE COLEGAS AFRICANOS
El presidente de GAFCON -organización que reúne a varias familias anglicanas, la mayoría de África-
el arzobispo de Kenia, Eliud Wabukala, fue muy crítico con la carta de los Arzobispos. El viernes expresó su oposición, diciendo que “servirá para animar a aquellos que quieren normalizar estilos de vida homosexuales en África, además de alimentar los prejuicios contra los anglicanos africanos”.
Wabukala se refirió a la resolución de la Conferencia de Lambeth de 1998 contra las relaciones del mismo sexo, e indicó que el cuidado pastoral y un punto de vista moral tenían que mostrarse. “Los cristianos siempre deben mostrar un cuidado especial para aquellos que son vulnerables, pero esto no se puede separar de toda la estructura de la enseñanza moral bíblica en la que la naturaleza del matrimonio y la familia ocupan un lugar central”, expresó.
Según el obispo de Kenia hay que defender “una pastoral y moral de la sexualidad bíblica, por lo que estamos de todo corazón con la afirmación que en la resolución de 1998 en la Conferencia de Lambeth afirmó que 'aquellos que experimentan atracción por el mismo sexo son amados por Dios y que todos los bautizados, creyentes y fieles, independientemente de su orientación sexual, son miembros plenos del Cuerpo de Cristo”.
El día anterior,
el arzobispo de Uganda, el Reverendísimo Stanley Ntagali, había dicho que la Iglesia anglicana de Uganda estaba “agradecida” a los arzobispos por el comunicado emitido, y se ha comprometido a dar “un lugar seguro para las personas, que están confundidos acerca de su sexualidad o luchando con quebrantamiento sexual, a buscar ayuda y curación”.
Ntagali enfatizó igualmente las restricciones de la Conferencia de Lambeth de 1998. En referencia al
debate en el Reino Unido sobre el informe Pilling, advirtió contra la “legitimación o bendición de uniones del mismo sexo, así como la ordenación de los que participan en las uniones del mismo sexo”.
El arzobispo
Ntagli destacó las modificaciones introducidas en el proyecto de ley contra la homosexualidad en Uganda “para eliminar la pena de muerte, reducir las pautas de sentencia a través de un principio de proporcionalidad, y eliminar la cláusula relativa a la presentación de informes del comportamiento homosexual, como habíamos recomendado en nuestra declaración de posición de 2010, sobre el proyecto de ley”.
Esta declaración de 2010 también establece que la Iglesia de Uganda “aprecia” el objetivo del proyecto de ley “para prohibir y sancionar la conducta homosexual en Uganda, que constituyen una amenaza para la familia tradicional”.
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