Washington vivió una jornada de recuerdo y emoción centrada en la figura de Martin Luther King Jr., que hace cincuenta años pronunció un discurso para la historia, que todo recuerdan por su mensaje final de esperanza.
Desde el mismo lugar que ocupó el pastor bautista aquel día,
se sucedieron una treintena de breves discursos, de distintas asociaciones, organizaciones e iglesias representativas de toda la sociedad norteamericana. Hubo también lugar para la música, con la interpretación de clásicos como “Sublime Gracia” o “I Love the Lord”, canción que hizo popular la fallecida Whitney Houston.
Era el preludio del discurso final, cuando Barack Obama, presidente de los Estados Unidos, tomaba la palabra.
De alguna forma, el “sueño” de Martin Luther King se cumple en este hombre que ha llegado a una posición inimaginable hace cincuenta años para una persona de su raza.
EL EJEMPLO DE KING
Pero ese sueño todavía está por cumplirse completamente, recordó el presidente.
“Los objetivos de igualdad siguen sin cumplirse”, expresó Obama, recordando que los principios que defendía King eran los mismos que los de Lincoln: “todos los hombres son iguales”. Las palabras pronunciadas entonces por Luther King fueron “eternas y con un poder y unas características proféticas, sin equivalente alguno en nuestra época”.
Obama alabó la actitud de aquellos que marcharon entonces a Washington. “Eligieron un camino diferente.
Ante el odio, oraron por sus verdugos. Frente a la violencia, se levantaron y se sentaron con la fuerza moral de la no violencia. Voluntariamente, se fueron a la cárcel para protestar por leyes injustas, sus células de la inflamación con el sonido de las canciones de libertad. Toda una vida de humillaciones les había enseñado que nadie puede quitarle la dignidad y la gracia que Dios nos concede”, dijo el presidente.
“Igual que ocurriera en 1963, ahora tenemos la opción”, ha destacado, todo por los sacrificios que se hicieron entonces. “Gracias a que ellos se manifestaron, los ayuntamientos han cambiado, las leyes estatales ha cambiado, el Congreso ha cambiado y sí, a fin de cuentas, la Casa Blanca ha cambiado”, ha remarcado.
“Los cambios no vienen de Washington, sino hacia Washington”, ha recalcado, en una mención que pudiera ser un guiño a la campaña actual en favor de la reforma migratoria. “Hemos avanzado mucho en este país, pero seguimos teniendo una gran distancia por recorrer hasta cumplir el sueño de Martin Luther King”.
AVANCES
Obama destacó que personas como Martin Luther King ayudaron a hacer del país
“un lugar más libre y más justo no sólo para los afroamericanos sino también para las mujeres, los latinos, asiáticos, nativos americanos, para católicos, judíos y musulmanes, para los gays, para los americanos con discapacidades”.
“Este país ha cambiado tanto”, ha dicho. “Buscar la felicidad requiere la dignidad del trabajo, las habilidades para encontrar un trabajo. Esta idea no se conocía hasta entonces. Si bien, Lincoln entendía la Declaración de Independencia en esos términos, que todos los hombres deberían tener las mismas oportunidades”, ha añadido.
Barack Obama quiso así
unirse al “sueño”, recreando las palabras con las que King cerraba su discurso. “Cuando millones de estadounidenses de todas las razas y de todas las regiones, todas las religiones y todas las estaciones pueden unirse en un espíritu de hermandad, esas montañas se harán llanas, y los lugares ásperos serán aplanados y los lugares torcidos se enderezan hacia la gracia, y vamos a reivindicar la fe de aquellos que sacrificaron tanto y cumplir con el verdadero significado de nuestro credo como una nación bajo Dios, indivisible, con libertad y justicia para todos”, concluyó el presidente.
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