Cristianos hacen balance: 75 lugares atacados, quemados o destruidos

La comunidad cristiana en Egipto no representa más del 10 por ciento de la población, sin embargo su asentamiento histórico le ha hecho ganarse un lugar respetado en la sociedad egipcia. La violencia con la que se emplearon las fuerzas de seguridad en El Cairo el pasado miércoles desataron un conflicto con los Hermanos Musulmanes y sus seguidores que terminó con la vida de cerca de mil personas.

El conflicto se extendió a otras zonas del país en las que grupos de islamistas se emplearon con violencia, no sólo hacia sedes gubernamentales, sino sobre todo contra templos de las iglesias cristianas. Algunas de las iglesias que ardieron tenían un gran valor patrimonial, como la antigua iglesia copta de la Virgen María en Minia, del siglo cuarto. Este pasado domingo, por primera vez en 1600 años, las iglesias suspendieron sus cultos.

Las iglesias coptas hicieron un llamado a sus fieles a no defender estas propiedades ni tomar represalias. Desde los organismos de comunicación oficial también mostraron su agradecimiento a muchos musulmanes que protegieron los edificios de los atacantes en varios puntos del país, enfatizando que no se trata de una “guerra de religión” sino de defender a “todos los egipcios de los ataques terroristas” de un grupo violento.

@MULT#DER#61743@También en Minia se encuentra una iglesia Bautista que fue quemada el miércoles. Hugh Carson, pastor bautista de Carolina del Sur que visitó la iglesia recientemente, informaba que el pastor y su familia vivían en el mismo edificio donde se encontraba la iglesia, pero pudieron escapar poco antes de que llegasen los atacantes, salvando su vida, no así sus posesiones. “Salieron de forma segura, pero vieron impotentes cómo su iglesia y casa eran quemadas”, cuenta Carson.

Desde el miércoles se ha comunicado el fallecimiento de dos cristianos que fueron asesinados: un taxista que se perdió en una protesta de partidarios Morsi en Alejandría y otro hombre que fue disparado por los islamistas en el sur de la provincia de Sohag.

Estos ataques sirvieron como un recordatorio de que los islamistas, mientras están a la defensiva en El Cairo, mantienen una gran influencia y capacidad de organización en otras provincias y ciudades en las que hay una minoría cristiana expuesta.

La revista Ecclesia presentó un balance de edificios de propietarios cristianos incendiados: 58 casas, 85 tiendas, 16 farmacias, 3 hoteles, y 75 coches y autobuses. El Gobierno transitorio de Egipto ha anunciado que tomará medidas para compensar y reparar a las personas y entidades damnificadas.