Guinea Ecuatorial es el único país de África cuyo idioma oficial es el español –junto al francés y más recientemente el portugués- de acuerdo con su constitución. Esta República fue antiguamente colonia de España y posteriormente pasó a convertirse en una provincia española que obtuvo su independencia el 12 de octubre de 1968.
La población del territorio ecuatoguineano –actualmente 1.625.000 habitantes- heredó de España no sólo el idioma sino también el catolicismo romano, el cual a nivel popular se fusionó con ritos de las religiones de los antiguos pobladores animistas.
En este país situado en la costa occidental de África y cuya capital –Malabo- está en la isla de Bioko, ha habido presencia de grupos evangélicos, principalmente pentecostales, desde la década del 80. Justamente en Malabo vive el pastor Carlos Bilekera Buapache -41 años, casado, 4 hijos-, con quien dialogó Protestante Digital en Puerto Rico, país en el que se encuentra Bilekeras en este momento, invitado por el concilio de su denominación, originaria del país caribeño. De hecho, Puerto Rico fue uno de los primeros en enviar misioneros a Guinea Ecuatorial.
El pastor ecuatoguineano reconoce que en su país hay libertad religiosa y que las autoridades respetan a los evangélicos. “Dos años atrás el presidente llamó a todas las iglesias cristianas evangélicas a orar por el país en un gran estadio, especialmente para que Dios nos guarde de una guerra. Eso fue precioso. Él quiso que se orara en todos los idiomas que se utilizan en el país y yo oré en francés”, relata.
MISIONEROS PORTORRIQUEÑOS
En 1982 salieron de Puerto Rico los primeros misioneros hacia Guinea Ecuatorial con el fin de realizar un viaje exploratorio. “Al año siguiente llegó el misionero José Domingo Muñoz, quien pasó unos meses en Malabo. Algunos muchachos que trabajaban el hotel donde se hospedaba se interesaron en el Evangelio. Comenzaron a reunirse, uniéndose algunos nigerianos al naciente ministerio que es hoy la Asociación Misionera de Iglesias Pentecostales, a la que pertenezco. Muñoz regresó a Puerto Rico, pero la Palabra quedó sembrada”, afirma el pastor Carlos.
En 1987 llegó Juan Pablo Vivas, misionero colombiano por medio de quien Carlos Bilekera aceptó a Cristo a la edad de 16 años. “La primera en conocer el evangelio fue mi madre y ella me hablaba del Señor pero yo no le hacía caso. Por aquel entonces me sobrevino una enfermedad que estaba carcomiendo mi fémur, una sarna que no cedía con los antibióticos y me obligó a abandonar los estudios. Ante este sufrimiento, decidí ir a la iglesia con mi madre. Cuando el pastor colombiano terminó la prédica e invitó a quienes querían aceptar a Cristo, yo pasé al altar”, recuerda.
Luego de recibir oración, el joven regresó a casa con su madre y se acostó a dormir. Al despertar ya no sentía dolor en la pierna. “Estaba completamente sano! Eso me produjo fe. Comprendí que verdaderamente existe Dios y decidí seguirlo desde aquel momento. Vale la pena servir a Dios y cumplir con su misión”, afirma con convicción.
NACE UN MISIONERO
Bilekera se casó en 1999 con una joven que conoció en una iglesia y junto a ella ha sido misionero en otros países del continente africano: Camerún, Chad y Gabón. En su propia isla (Malabo) ha estado por varios años como colaborador en diferentes iglesias, predicando en los pueblos, y en 2003 fue reconocido como pastor. Hoy pastorea una congregación de 100 personas y tiene un programa de radio. “Nos reunimos en el salón de una guardería infantil y estamos ahorrando para comprar un terreno y construir un templo”, explica.
“Dios está trayendo vidas sufridas, gente con muchos problemas. Una mujer llamó después de escucharnos en la radio y pidió ayuda porque en su hogar los colchones se prendían fuego. Era un caso de brujería. Fuimos a su hogar con algunos hermanos y ella se rindió al Señor, oramos juntos y no ha vuelto a sufrir este tipo de problemas. Eso nos afirma y confirma que estamos sirviendo a un Dios real”, expresa el pastor.
BRUJERÍA Y ESPIRITISMO
En Guinea Ecuatorial hay mucho espiritismo. Al mismo tiempo, las congregaciones cristianas evangélicas se multiplican. “La Palabra tiene poder y cuando la brujería, la hechicería, el espiritismo quieren moverse, se encuentran con el freno de la Palabra. La brujería trae pobreza. El evangelio está transformando mi país, llevando a la gente de la pobreza a la riqueza, primeramente espiritual”.
No es fácil ser pastor en este contexto. Hay que estar preparado para recibir y discipular a personas con este particular trasfondo espiritual. “Cuando la gente viene a la iglesia desconoce la Palabra. Son personas que practicaban hechicería y brujería junto con la religión católica. Eso destruye moralmente. Hay todavía un porcentaje elevado del catolicismo romano pero cuando se encuentran con Palabra se despiertan, ven que el evangelio es diferente a lo que estaban siguiendo. Muchos comienzan, como dicen la Escritura, a entregar los objetos que pensaban que representaban a Dios. Traen amuletos, brazaletes y otras cosas y en la iglesia lo quemamos. Hacemos una oración de liberación y le hacemos ver que Dios toma control de su vida. Luego esa persona viene a testificar que Dios está haciendo algo en su vida”.
LIBERACIÓN Y SANIDAD
El pastor relata varios casos de liberación. “Poco antes de mi viaje, una hermana testificó, llorando y dando gracias a Dios porque él la había libertado. Su marido es espiritista y antes de que ella aceptara a Cristo sufrió una extraña enfermedad, no podía caminar, no reconocía a sus hijos. Dos hermanas de la congregación, que son sus hermanas carnales, fueron al hospital y oraron hasta que el Señor la liberó de los espíritus que la estaban atormentando. Ella vino al culto, completamente sana, y aceptó al Señor. Dijo que ella no sabía que estaba encarcelada por los demonios y que ahora siente una paz que no había experimentado nunca. El Señor libera! La animamos a orar y tener fe y esperar porque Dios hará la obra en la vida de su esposo. Ella viene con los niños al culto”.
En otro caso, un joven que había vivido en España varios años, regresó a Guinea Ecuatorial a causa de la crisis y la falta de trabajo. “Se casó e invitó a su boda a una familia amiga, miembro de nuestra iglesia. Este hermano le predicó la Palabra. Más tarde, alguien hizo brujería en contra del joven esposo y una noche, mientras dormía, comenzó a sentir que el alma salía de su cuerpo, Clamó a María y a los santos, pero la pesadilla no cesaba. Recordó entonces las palabras de su amigo evangélico y gritó: ´Cristo, sálvame´. En ese momento despertó, se arrodilló junto a la cama y entregó su vida al Señor. Hoy es un hermano firme en la fe y que quiere llevar el evangelio a otros”.
BIBLIAS PARA GUINEA ECUATORIAL
Carlos Bilekera tuvo una grata sorpresa al llegar a Puerto Rico, al enterarse de que la Liga Bíblica de ese país está organizando la campaña “Biblias para Guinea Ecuatorial”, animando a los creyentes de la isla a donar aquella Biblia que ya no usan, o comprar una nueva para llenar un contenedor que será enviado próximamente para cubrir una necesidad que el pastor visitante confirma: “Estamos en un país que todavía no es tan desarrollado como para que hablemos de impresión de libros. La gente va acostumbrándose poquito a poquito a leer, pero no hay edición de libros. Es difícil conseguir una Biblia, salvo que venga un hermano de otro país y traiga dos o tres cajas”.
Según refiere el pastor, en Malabo no hay una librería cristiana. Sí existe una en el continente, en la ciudad de Batta, “pero para llegar allí debes gastar 140 dólares en el pasaje, coger un taxi para ir a la Casa de la Biblia, y pagar 50 dólares por una Biblia… si es que hay una. A veces hay que pedirla y tarda meses en llegar”. Por esta razón, el proyecto ideado por la Liga Bíblica de PR -al cual ya se han sumado pastores de diferentes congregaciones- le parece “un proyecto precioso, que va a ayudar mucho no solo en la isla sino también en la parte continental”.
Para concluir, Carlos Bilekera Buapache deja un mensaje: “Pido a las iglesias que sigan orando por nosotros, para que Dios siga cumpliendo sus propósitos. Queremos que las almas se conviertan, ese es nuestro gozo. Tenemos el anhelo de seguir entrando en muchos países de África”.
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