Este martes Corea del Norte ha lanzado un mensaje a los extranjeros que viven en Corea del Sur, pidiéndoles que abandonen el país ante el riesgo de conflicto inminente. A la vez, ha impedido el acceso a todos sus trabajadores al complejo industrial de Kaesong, que comparte con Corea del Sur.
El secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, se ha unido al coro de voces que piden prudencia y alertan del riesgo de que estalle un conflicto. En Japón parecen haber tomado nota y, en un movimiento tremendamente visual, colocaba a la vista varios lanzacohetes que funcionarían a modo de escudo antimisiles.
Sin embargo, muchos especialistas creen que hay más retórica que sustancia en el discurso norcoreano. Según este análisis, lo que
Corea del Norte pretende es tensar un poco más la cuerda para conseguir algún beneficio y mantener el status quo. Lo peor es que ni Estados Unidos ni Corea del Sur están dispuestos a dejar de seguirle el juego, como hasta ahora.
LA "PARTIDA DE AJEDREZ"
Los analistas de información internacional de diversos medios han sido consultados por BBC, que en un reportaje recoge esta
sensación de 'deja-vu' entre ellos. Por ejemplo, John Swenson-Wright, periodista que escribe en la revista británica Prospect, dice que
“el joven líder Kim Jong Un está jugando ingeniosamente una larga partida de ajedrez diplomático en la que Pyongyang parece estar varias jugadas por delante de la comunidad internacional”.
La razón detrás de tanta amenaza sería que Pyongyang quiere forzar a sus “enemigos” a una negociación “directa y pública” de la que saque beneficio, sobre todo económico. Un chantaje en toda regla.
El corresponsal de The Guardian en Washington Ewen MacAskill piensa que la actitud de Estados Unidos en el conflicto es “disuasoria” y no de confrontación.
El gobierno de EEUU no espera un ataque inminente porque, si así fuera, su despliegue y sus acciones hubieran sido muy distintas. Un ataque preventivo no estaría descartado, y son muy pocos los que hablan de esta posibilidad.
Kurt Campbell, que hasta hace poco era subsecretario de Estado para asuntos del Este Asiático y el Pacífico, dijo al Wall Street Journal:
“Los norcoreanos han sido muy cuidadosos. Saben exactamente cómo caminar por la cuerda floja sin detonar una crisis”.
Sin embargo el peligro estaría en lo que es nuevo, y por tanto, imprevisible. ¿Está el nuevo líder Kim Jong Un dispuesto a llegar a un enfrentamiento militar? La lógica diría que no, pero ¿hasta qué punto? Porque, y en eso todos están de acuerdo, “un error de cálculo puede desembocar en una tragedia”.
UNA PERSPECTIVA DESDE LA MISIÓN
El responsable de la agencia misionera
La Voz de los Mártires en Estados Unidos, Todd Nettleton, cree que Corea del Norte se comporta siguiendo un patrón típico. “Amenazan hasta que la comunidad mundial hace algunas concesiones. Ofrecen algo de comida, o bajan las sanciones, o entregar un poco de petróleo, y la crisis por arte de magia desaparece hasta la próxima vez que Corea del Norte necesite algo".
Nettleton tiene contacto directo con misioneros que trabajan en secreto con los cristianos de Corea del Norte, el país número uno en persecución a los cristianos. Eso le permite tener una visión crítica también con las naciones que rodean al régimen de Kim Jong Un. “Las naciones vecinas están cómodas con el status quo.
Tal vez Pyongyang a veces se comporte de modo algo irritante para ellos, pero es visto como una alternativa mejor que el ver la caída del régimen, que provocaría un caos total en la zona y con la necesidad de arreglar el desorden norcoreano”.
Esta agencia misionera intenta continuar con su difícil trabajo a favor de los cristianos en Corea. Hasta ahora, mantienen emisiones de radio hacia el país, esperando que no sean bloqueadas, y apoyan
el lanzamiento de Biblias en globo, llevando de esta forma la Palabra a un territorio en el que se estima que miles de cristianos viven su fe a escondidas.
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