Obama aboga por la unidad en el Desayuno Nacional de Oración

Continuando una tradición iniciada por Dwight Eisenhower en 1953, el presidente Obama asistió hoy al Desayuno Nacional de Oración en Washington, DC, haciendo un alegato en favor de la unidad y la humildad, en un tono de reprensión hacia la política estadounidense.

Obama recordó su gesto de colocar la mano sobre la Biblia de Abraham Lincoln en su segunda toma de posesión hace dos semanas y señaló que “hoy en día, las divisiones en este país afortunadamente no son tan profundas y destructivas como cuando Lincoln. Pero son reales”.

El presidente alabó la capacidad de Lincoln de “ver a Dios aún en los que se le opusieron con vehemencia”, y aconsejó a los presentes a seguir el ejemplo de Lincoln. “En una democracia tan grande y tan diversa como la nuestra, nos encontramos con muchas opiniones divergentes. Y nuestra tarea hacia los ciudadanos, ya seamos líderes en el gobierno, negocios o en la difusión de la palabra, es pasar nuestros días con corazones abiertos y mentes abiertas, buscar la verdad que existe en un punto de vista opuesto, encontrar el terreno común que permita para nosotros como nación y como pueblo tomar acciones reales y significativas”.

“Y tenemos que hacerlo todos los días, no sólo en un desayuno de oración”, advirtió Obama. “Tengo que decir que es nuestro quinto desayuno de oración, y siempre es un acontecimiento maravilloso. Pero a veces me preocupa – advirtió - que tan pronto como dejamos el desayuno de oración, todo lo que hemos estado hablando parece ser olvidado, el mismo día”. “Uno quisiera pensar que su vida útil no es tan corta”, dijo. “Vuelvo a la Oficina Oval, y empiezo a ver las noticias, y es como si no hubésemos orado”.

“Mi esperanza es que la humildad sea la que nos guíe en cada momento”, dijo, sugiriendo “que aquellos de nosotros con más poder e influencia seamos los más humildes”.