“Street Pastors” es una iniciativa que ha llamado la atención en los últimos años por su impacto en la vida de miles de jóvenes en el Reino Unido. Se trata de cristianos que forman equipos de voluntarios para atender a las necesidades especiales que se dan en las zonas de más consumo de alcohol y droga. Su trabajo en este ambiente marca la diferencia y por eso los Ayuntamientos apoyan explícitamente su trabajo. Colin Fozzard, un voluntario del proyecto, nos explica lo que está viviendo en su ciudad.
Pedir un taxi para una persona que necesita volver a casa pero que ya no puede mantenerse en pie, orientar a alguien a quien su estado de embriaguez no le permite razonar o llamar a una ambulancia cuando hay una sobredosis. Son algunos ejemplos de lo que implica la tarea que hace un Street Pastor. Se trata de voluntarios que reciben una
formación muy especializada para estar presentes durante los viernes y sábados noche en todas las grandes ciudades de Gran Bretaña. Son ya miles y colaboran muy de cerca con las autoridades locales y la policía local.
Este diario ha contactado con uno de los coordinadores de Street Pastors, para concoer más detalles sobre la iniciativa.
Colin Fozzard lidera un equipo en
Sunderland, al noreste del país. Se trata de una de las ciudades de Inglaterra con el índice de alcoholismo más alto.
“STREET PASTOR… QUÉ ES ESO?”
La primera cuestión que nos interesa saber es
cómo reaccionan los jóvenes que salen de fiesta cuando se encuentran en plena calle con alguien que lleva una chaqueta con las palabras “Street Pastor” (en castellano, pastor de la calle). Sorprendentemente, “la reacción es muy positiva”, nos explica Fozzard. “Aunque llevamos un uniforme no somos vistos como una amenaza o como personas distantes. Algunos sí ven a la policía así, pero a nosotros se nos ve como cercanos”.
Desde que el equipo de voluntarios en Sunderland empezó a tener presencia en la zona de pubs y discotecas, en 2010,
“mucha gente nos ha empezado a conocer, y conocemos ahora también a la gente de la policía, a los empleados de los bares y a los porteros de los locales”.
“Sobre todo afrontamos situaciones relacionadas con un consume excesivo de alcohol”, dice sobre la situación de su ciudad. La cerveza o la sidra se sirve en jarras de 1 pinta (470 ml.) en los pubs. Además, se vende a un precio muy barato, especialmente en las ciudades con población de menos poder adquisitivo (las áreas industriales del norte). El panorama es ideal para llevar a excesos, a los que los voluntarios del equipo intentan dar respuestas, explica Fozzard:
“Primeros auxilios, ayudar a alguien a coger un taxi o simplemente escuchar, si esto es lo que se necesita”.
TRABAJO CONJUNTO CON LAS AUTORIDADES
Una de las claves del éxito hasta el momento ha sido que el equipo siempre empieza por ofrecer su servicio directamente a los gobernantes, al
Ayuntamiento de la ciudad. “Una iniciativa nuestra no sucede si no cuenta con el apoyo de la policía y de las autoridades locales”, explica Fozzard. Y añade, en tono de broma: “Lo llamamos la ‘Trinidad Urbana’”.
De hecho, sobre el terreno la colaboración con los agentes de la policía es continua, incluyendo
sistemas de comunicación interna para avisos en casos de emergencia. “La respuesta de la policía ha sido positiva y útil. Nos ven como una parte integral de la noche y nos incluyen en su trabajo de vigilar las calles. No somos la policía y no queremos serlo, pero ofrecemos cuidado de las personas, un servicio pastoral que ellos no pueden hacer”.
“NOS PREGUNTAN QUIÉNES SOMOS Y POR QUÉ LO HACEMOS”
Teniendo en cuenta que todos los voluntarios suelen ser cristianos, ¿cómo muestran a Jesús en situaciones tan complicadas? “Es simple, las acciones hablan más alto que las palabras”, opina Colin. “Hacer algo por alguien aunque a lo mejor no se lo merezca, mientras otros le estan juzgando por lo que ha hecho, es una buena forma de mostrarles qué es el evangelio”.
“Siempre nos preguntan quiénes somos y por qué hacemos esto. Y nosotros se lo decimos. A lo mejor no se acordarán de ello al día siguiente, pero seguramente sí se acordarán que fueron ayudados por un Street Pastor”.
¿Hay alguna forma en la que un voluntario y alguien que ha sido ayudado puedan mantenerse en contacto? “Es difícil”, reconoce Colin. “Les damos una tarjeta con nuestro teléfono y ojalá la vean cuando se recuperen. De vez en cuando recibimos un email o una llamada para darnos las gracias, pero mayoritariamente el trabajo que hacemos sólo lo ven unos pocos”.
Para el equipo de ciudadanos de Sunderland el trabajo que hacen tiene sentido porque creen que
detrás de las noches de fiesta y el alcohol hay una necesidad más profunda. “Lo que la gente realmente busca es aceptación, plenitud y escapar de la rutina de la vida. Pero el vacío con forma de Dios en sus vidas seguirá allí hasta que Dios lo llene, y muchos intentarán llenarlo con cualquier cosa antes que con Dios. La esperanza que tienen está en que el alcohol y el ‘ser alguien’ haga el efecto en ellos que sólo Dios puede hacer”.
Por tanto, “cada Street Pastor entra a formar parte del equipo por querer
hacer una diferencia fuera de su iglesia y ver a la comunidad [la ciudad] afectada por el amor de Dios. Cuando caminas por las calles y ves a gente que parecen ‘ovejas sin pastor’, quedas conmovido y es entonces cuando quieres ver que las cosas cambian”.
VOLUNTARIOS DE DIFERENTES IGLESIAS
El proyecto también provoca un efecto colateral interesante en las iglesias: la iniciativa ha acercado a las diferentes comunidades cristianas en Sunderland.
Los 42 miembros del equipo provienen de 8 comunidades diferentes. “Esto incluye a católicos, metodistas, anglicanos, pentecostales y evangélicos”, explica Fozzard. “Esto en sí es una marca de que Dios está bendiciendo el trabajo”.
SURGIÓ COMO REACCIÓN A LOS CRÍMENES
Street Pastors se lanzó en 2003 como “respuesta a los crímenes de arma blanca y de fuego en las áreas urbanas de Reino Unido”. El movimiento llamó rápidamente la atención de muchas comunidades alrededor del país, que fueron uniéndose a la iniciativa lanzada por
Les Issac, un pastor de Londres de origen caribeño que en su adolescencia vio de cerca el ambiente de inseguridad de las calles de la capital. En junio, recibió un
Premio OBE que la Reina de Gran Bretaña concede a organizaciones con un impacto social relevante.
En estos momentos, las iniciativas de Street Pastors se dan en
más de 250 lugares, con un total de 10.000 personas formadas para la labor y 600.000 voluntarios han participado en el programa, tal como explica la
página web nacional del proyecto. Sus impulsores están abiertos a ayudar a construir el proyecto en otros lugares, Irlanda del Norte y Trinidad son algunos de los lugares donde ya se han creado grupos de Street Pastors, también.
¿POR QUÉ NO EN ESPAÑA?
¿Podría plantearse un proyecto como Street Pastors en nuestro país? Fozzard anima a mojarse.
“Estoy seguro que en España hay ciudades como Sunderland, donde la gente buscan ser satisfechos, necesitan entrar en contacto con cristianos, y para muchos aquí, un Street Pastor es la única forma en el que esta conexión llega a suceder”.
La idea de la organización es que la idea pueda ir “por todo el mundo”, explica. “Pero depende de las iglesias en cada lugar el que tomen la iniciativa y lo inicien”. Si se da esta voluntad, Street Pastors ofrece apoyo y su experiencia para empezar un proyecto desde cero.
Puede ver un vídeo que explica cómo funcionan los Street Pastors,aquí. Y un vídeo del equipo en Sunderland, aquí.
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